Discurso No. 016

Palabras del secretario de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano, Jorge Carlos Ramírez Marín, durante el “Foro de la creación de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano y la realidad agraria en México”, de la Comisión de la Reforma Agraria de la Cámara de Diputados

 17 de abril de 2013.

Muchas gracias, muchas gracias diputada, muchas gracias diputados por darnos esta oportunidad, es un honor como siempre venir a la Cámara de Diputados, y además lo haremos cuantas veces seamos requeridos y, en todo lo posible, además lo haremos personalmente. Para nosotros es un deber la comunicación constante, el flujo de información constante entre el Poder Ejecutivo y el Legislativo. Y yo creo que todo lo que aquí podamos aportar, sin duda será para el bien recíproco. Ustedes podrán hacer mejores instrumentos legales y nosotros, con esos instrumentos, tendremos mucha mejor manera de cumplir con nuestros objetivos.

Y creo que ahí es donde deberíamos empezar explicando, señor presidente del Tribunal Agrario, don Marco Vinicio Martínez, estimado Procurador y estimados amigos organizadores, coorganizadores, Rodrigo, doctor Emilio, creo que por ahí deberíamos empezar explicando o empezando a cumplir con los objetivos del foro.
¿Para qué creamos la SEDATU? ¿Por qué este proceso de reflexión sobre la Administración Pública, lleva al Presidente a tomar la determinación de crear una Secretaría que reúna el ámbito agrario, el ámbito de la regulación urbana y el ámbito del desarrollo de la vivienda? Pues creo que algunas de las razones han sido expuestas aquí y podemos verlas desde dos ópticas: contemplarla desde el mundo agrario o contemplarla desde el mundo urbano.

¿Por qué creamos la Secretaría desde la óptica del punto urbano? Pues porque este proceso de “descampesinización” del país avanza, ya no paulatinamente, sino avanza sistemáticamente y es una auténtica amenaza para el equilibrio social de nuestra nación. Con él hay un proceso todavía más grave en nuestra opinión, si es que algo puede ser más grave que afectar a las personas, que es la sistemática desvalorización de la tierra rural practicada desde el Gobierno, desde las propias instancias oficiales, hasta las instancias de propiedad social, las representaciones, las organizaciones de representación campesinas y para nosotros esto es sumamente grave.

Voy a poner tres ejemplos sobre esto. En el caso del Gobierno incluso ofrecimos, incluso modificamos la Ley del Impuesto Sobre la Renta para que las reservas territoriales de las empresas desarrolladoras de vivienda se descontarán del Impuesto Sobre la Renta. No podía haber un mensaje más contundente: vayan a comprar tierra, incluso les representa pagar menos impuestos. Y este “vayan a comprar tierra” se une a una gran debilidad institucional; lejos de estar listos para resolver la situación social de los propietarios de la tierra en su condición de propiedad social, los núcleos ejidales, los ejidos, las comunidades, al contrario, fue cada vez más fácil que vendieran a precios muy baratos.

Decía Rodrigo que el fenómeno de renta es más grave que el fenómeno de venta, me gustaría de verdad revisarlo con detalle, porque en lo que nos atañe a nosotros hoy tenemos, por ejemplo, cuando acaba de crear la Secretaria el RENARET, el Registro Nacional de Reservas de Tierra, que no existía, sólo existía el Registro Único de Vivienda, este RENARET nos dice que tenemos más de 56 mil hectáreas en reserva, es decir, en 120 ciudades del país hay más de 56 mil hectáreas ya compradas, -porque es un requisito para inscribirlas que sean de su propiedad- ya compradas, que son el futuro del avance de la mancha urbana del país. Y ¿sobre quienes se ha construido el avance de esa mancha urbana?, por cierto 10 veces mayor que el crecimiento de la población, pues sobre los núcleos ejidales y sobre ejidos específicos, nosotros tenemos registrados 1,300 ejidos a los que les ha costado el crecimiento de 7 a 59 metrópolis que tenemos hoy.

Era imprescindible unir los dos fenómenos. Era imprescindible, nos parece a nosotros, resolver el tema agrario desde la óptica de quienes lo están utilizando, cómo se están beneficiando y de qué manera la autoridad, sin sacrificar ninguna de las facultades de la Reforma Agraria, al contrario ampliándole algunas como de la expropiación, por ejemplo, que ahora es exclusiva de la Reforma Agraria, ampliando estas facultades podamos, al mismo tiempo que defender o conservar esta esencia nacional que tenemos sobre el tema rural, esta visión nacional que tenemos sobre el tema rural, pero no desatender el problema que se ha creado a partir del avance de las ciudades. El crecimiento de las ciudades implica hoy que casi el 80 por ciento de la población viva solamente en 300 de estas ciudades, mientras que el 20 por ciento de la población que sigue viviendo en el campo, no representa, no ha representado para ellos, ningún beneficio el crecimiento de estas ciudades.

Revalorizar la tierra, reorientar la visión del Gobierno con respecto a la organización social rural, dotar de más capacidades a esta organización, hacer mucho más modernos y suficientes los temas relacionados con la disposición de la tierra, del suelo rural.

Voy a poner un ejemplo, nosotros tenemos en estos momentos, algo así como 20 mil solicitudes de dotación de terrenos nacionales, o sea, pareciera que estamos todavía en la época de la colonización agraria, salgan a comprar y la ley no se ha modificado. Hoy el terreno nacional se convierte en terreno nacional cuando lo entregamos, cuando lo separamos y se lo entregamos en propiedad a alguien, después de un proceso bastante sencillo que no establece límites a la solicitud, pone una serie de condiciones, -todas ellas bastante subjetivas- y ahí pueden ustedes checar cuales son los precios a los que hemos enajenado parte del territorio nacional, algunos van desde los 2 centavos, hasta el peso, y yo me pregunto si un metro de territorio nacional puede efectivamente costar 2 centavos. Hacer un nuevo trabajo de revalorización, hacer una revisión completa de la legislación sobre la disposición del suelo en el país, es una de las tareas indispensables de la SEDATU.

¿Y qué pasa en esto? Y entonces, voy a ponerles un ejemplo muy práctico que nos sucedió hace muy poco tiempo. Viene alguien y nos dice: no, es que esas 5 mil hectáreas yo las ocupo; bueno usted las ocupa y ya son parte de la ciudad, ya son una reserva de la ciudad; le digo “no, usted no ocupa 5 mil hectáreas, usted apenas ocupa 10 hectáreas”; no es verdad aquí está mi solicitud; sí aquí está su solicitud pero aquí está la fotografía aérea del RAN.

¿Qué pasaba antes? Pues antes los avioncitos del RAN peinaban el territorio, y cuando llegaban a la ciudad se daban la vuelta, no era su tema. Hoy sí es nuestro tema, entonces le pudimos mostrar la fotografía de que apenas tiene ocupadas 10 hectáreas y es todo lo que nos puede reclamar. Entonces era muy importante cubrir estos dos extremos, encontrar la manera de que se dieran la mano.

Veámoslo ahora desde la óptica del mundo urbano. Es evidente que necesitamos constituir reservas de tierra. Pero la pregunta es ¿por qué tienen que constituirlas solamente los particulares? ¿Por qué antes el trabajo que hacía el CORETT podía tener una visión social, y hoy el trabajo que están haciendo empresas privadas lo convierte estrictamente en un negocio?, ¿Por qué el tema de expropiación es visto satánicamente desde el punto de vista del Estado –el estado va a expropiar la tierra, aun tratándose de la tierra ejidal-, y en cambio es aplaudido si se trata de una compra hecha bajo presión, -aquí está el señor Procurador Agrario que no me dejará mentir-, bajo presión, sacando del padrón a los ejidatarios que no quieren aceptar la compra, ingresando al padrón a gente que no son ejidatarios pero si están dispuestos a autorizar la compra?
Este tipo de problemas, son un problema agrario, hoy son también un problema urbano. Esos son los que están constituyendo reservas, muchas veces fraudulentas; no tendríamos que tener esta tensión entre el mundo agrario y el mundo urbano, no tendría quizá tantos como 700 mil asuntos, es un dato impresionante que nos da cuenta no solo de la eficiencia del Tribunal, sino de la volatilidad del mundo agrario, qué cantidad de conflictos hay.

Nosotros tenemos enlistados en la Secretaria más de mil, que representan no solamente un conflicto económico, o una discrepancia en cuanto a la pertenencia de la tierra, sino un verdadero conflicto social, donde hay personas que no aceptan el cumplimiento o la ejecución de sentencias del Tribunal, armadas, dispuestas y listas para no dejar que se cumplimente una sentencia.

Estos problemas, que pertenecen aparentemente al mundo agrario, cada vez están más cerca del mundo urbano; la definición es que si nosotros podemos hacer que haya orden en ambos mundos, efectivamente podremos generar prosperidad.

Para esto se requiere una agenda que incluye reformas legislativas, de allá la bienvenida que damos a este esfuerzo que hace el Poder Legislativo. Implica también un rediseño institucional que apenas empieza con la aprobación del Reglamento Interno de la Secretaria de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano, pero que es solamente el inicio, es para poner las bases de lo que tiene que ser un diseño completo que cumpla nuestros objetivos: revalorización de la tierra, reorganización de las organizaciones sociales del campo, ordenamiento territorial en el ámbito urbano, el financiamiento público sirviendo de regulador del desarrollo urbano. Lo más paradójico de todo esto es que este avance de la mancha urbana, sobre operaciones inclusive fraudulentas de tierra ejidal, es financiado con recursos del INFONAVIT, del FOVISSSTE, del FONHAPO; esta es una definición clave del gobierno, el financiamiento público servirá para dirigir el desarrollo urbano y no al revés; entonces se trata de tomar una serie de medidas que impactan a nuestro principal motor del desarrollo urbano, que sin duda, es la construcción de viviendas.

He tratado con esto de explicar las razones de por qué el gobierno toma esta decisión. Lo siguiente es el juicio de cómo vamos nosotros a cumplir esos objetivos, para lo, sin lugar a dudas, cual esperamos contar con el apoyo de todos los que están aquí convocados, las organizaciones sociales, la Academia, la presta dirección del Poder Judicial, y por supuesto, el condicionamiento, la normativa que nos vaya dictando el Poder Legislativo, que siempre será un aliado de este trabajo.

Así es que para nosotros no cabe más que felicitar la realización de este Foro, desearles mucha suerte. Estaremos muy atentos a recoger los resultados, que como ha dicho aquí don Marco Vinicio y el doctor López Gámez, se han hecho muchos foros, esperemos que éste tenga, en la voluntad del Poder Ejecutivo, la oportunidad de ver llevado a resultados lo que ustedes propongan aquí.

Muchísimas Gracias.