Discurso No. 026

Palabras del secretario de desarrollo Agrario, Territorial y Urbano, Jorge Carlos Ramírez Marín, durante el evento de entrega de 226 casas en gira por Chetumal, Quintana Roo.

Chetumal, Quintana Roo, 24 de marzo de 2014.

Muchas Gracias, estimados amigos, estimadas amigas.

Estamos aquí por una razón, el gobierno del estado de Quintana Roo hace su tarea, el gobierno del estado de Quintana Roo no sólo pone su parte sino que pone “el extra”, y se ha tomado la responsabilidad de ir convirtiendo cada vez más espacios, en espacios para la gente, pero no solamente para que puedan salir a ponerse bajo la sombra de un árbol, sino para que puedan vivir.

Como decía don Armando Reza, hacer una casa es un proceso que lleva mucho tiempo; para la gente normal, para un desarrollador, para un constructor hacer una casa lleva entre 60 y 90 días, pero para una persona que gana el salario mínimo -o un poquito más que el salario mínimo- hacer una casa lleva años.

Y a lo largo de esos años ves que tienes un terreno que se va llenando de basura, que de repente llegan a sacarte, que están junto a otros que están, al igual que tú, luchando. Pero en ese proceso, mientras luchan, las circunstancias de la colonia van cambiando, y de repente te sientas y te preguntas si vale la pena seguir haciendo lo que estás haciendo.

En ese camino a lo mejor tu familia cambia, el que vivía contigo ya no vive contigo, son cosas que pasan todos los días. Por eso la acción del Gobierno, para que valga la pena, tiene que ser rápida, tiene que ser definitiva, tiene que ser completa.

Y eso solo lo podemos hacer cuando hay un gobierno que se preocupa por la respuesta. El Gobierno Federal aporta una muy importante cantidad de la casa, pero si no tuviéramos un gobierno estatal que pusiera el terreno, que pusiera la parte que le corresponda al beneficiario para que el beneficiario pague menos, no tendríamos estas casas y no tendríamos por qué estar aquí.

Y lo que pasa en Quintana Roo es que Quintana Roo tiene un gobernador preocupado por su gente y haciendo su trabajo, por eso le doy las gracias hoy a Roberto Borge, porque gracias a él estamos aquí en Chetumal entregando hoy 226 casas.

Les agradezco mucho a los señores magistrados del Tribunal Superior de Justicia de Quintana Roo y particularmente a mi amigo, Georg Silesky, magistrado del Tribunal Agrario, porque esos trabajan directamente con la SEDATU en litigar muchísimos juicios; Quintana Roo es el líder de juicios agrarios en el país, solamente después de Baja California, de las dos Baja Californias, pero la tarea de los tribunales agrarios es fundamental, y hemos logrado una extraordinaria coordinación tratando de hacer cada vez justicia a un mayor número de personas y con la mayor rapidez posible.

Le agradezco por supuesto a los señores diputados federales, a los representantes de los colonos.

Quisiera explicarles algo muy interesante, cómo se hicieron estas casas. Estas casas se hacen gracias a un instituto que se llama Fondo Nacional de Habitaciones Populares, el señor director les acaba de dirigir un mensaje, don Ángel Islava; el año pasado el FONHAPO hizo 24 mil casas, si fuéramos una empresa privada, el FONHAPO sería de las tres primeras productoras de vivienda del país.

¿Por qué regresamos a hacer casas? Les decía yo, porque la gente necesita una respuesta rápida, completa; si te doy tu terreno, tengo que esperar que vayas haciéndolo crecer; si te doy tu casa y solamente te doy para que pongas la sala, el comedor, la cocina, el baño -todo en el mismo espacio- a lo mejor lo que estoy haciendo es complicarte la situación. El 78% de la violencia familiar ocurre dentro del hogar, pero además ocurre precisamente por las condiciones de hacinamiento que hay en las viviendas.

La primera determinación que tomo el Presidente de la República fue que el FONHAPO iba nuevamente a hacer casas, pero nos dio dos instrucciones: señores las casas que haga el FONHAPO debe ser casas que puedan estar en cualquier otro fraccionamiento, el Gobierno no va a hacer casas de menor calidad porque sean casas que se adquieren con más felicidades, las casas deben ser como el nombre lo dice, un Programa de Vivienda Digna;

Y en segundo lugar nos dijo: todas las casas construidas por el FONHAPO tendrán por lo menos dos recamaras, o dejar preparadas las recamaras para ese efecto, esto es fundamental para el desarrollo, posteriormente nos dijeron –inclusive- que una de esas recamaras tenía que estar pintada de color rosa, y hoy estamos tomando una nueva dirección en 2014, todas las casas que nosotros hagamos tienen que estar tituladas a nombre de la jefa de familia, las mujeres deben saber que el Gobierno Federal confía en ellas.

Hoy entregamos 226 casas que, les decía, se hacen de una manera muy particular, porque nosotros ponemos, el gobierno del estado pone, y empresarios muy importantes del país -preocupados por cambiar la realidad, el ambiente de las colonias del país, el ambiente donde está viviendo hoy la gente- también le ponen.

Y por eso está aquí don Armando Reza, de la fundación PROVIVÁH, los representantes de Chedraui, los representantes de Santander, los representantes de Comex; porque son las empresas que completan el subsidio del Gobierno Federal, la aportación del gobierno del Estado, lo que ponen ustedes a través del Instituto de Vivienda y ellos ponen la diferencia para que la casa esté terminada en seguida, para que ustedes no tengan que esperar, para que no les estemos entregando un pie de casa o una casa a medias, para que les estemos entregando una casa donde puedan pasarse a vivir inmediatamente.

Aquí estamos el Gobierno Federal, la fundación del Fideicomiso PROVIVÁH y, sobre todo amigos, aquí están estas casas que son el fruto del esfuerzo de todos ustedes. El Programa de Vivienda Digna repartió el año pasado 33 mil 290 subsidios, este año traemos un presupuesto de mil 652 millones de pesos para este Programa. Vamos a seguir haciendo casas para la gente, vamos a seguir haciendo que la gente tenga su vivienda completa y que la pueda pagar poquito a poquito, o que la pueda pagar en las condiciones más favorables.

Me da mucho gusto anunciarles aquí, y espero que el señor gobernador acepte nuestra convocatoria, pero el próximo año vamos a llevar a cabo un programa piloto destinado a madres de familia solas, es decir, a madres de familia que mantienen solas su hogar; les dicen genéricamente madres solteras, pero esto ya no es así, muchas son madres que se han quedado a cargo de la responsabilidad de todo el hogar y no eran solteras, alguna vez fueron casadas y hoy ellas son las que llevan el peso de la familia.

Estas casas van a ser cobradas, es decir, el FONHAPO regresa a su esquema de dar préstamos para construir la casa; préstamo para que la casa te sea entregada completa pero con pagos diseñados especialmente para que puedas, efectivamente, llevar a tu familia a vivir en alguna de estas viviendas.

No era así, el FONHAPO ya no hacía casas, hacía mejoramientos; las casas que hacía FONHAPO medían 33 metros y cada casa costaba aproximadamente 130 mil pesos. Nosotros estamos haciendo casas que tienen una tercera parte más de casa y cuestan una tercera parte menos en el costo de construcción y en lo que tiene que pagar la gente o lo que tienen que poner los que aportan. Con este programa dirigido a mujeres solas vamos a lograr regresar a nuestro esquema original de crédito, donde las mujeres puedan pagar con pagos muy sencillos, muy suaves, pero que le permitan ver ese ahorro.

Vamos hacer este año un programa piloto relativamente pequeño para las necesidades del país, pero lo importante es avanzar. Yo quisiera pedirle al señor gobernador que Quintana Roo fuera uno de estos lugares que albergaran nuestro programa piloto y que pudiéramos desarrollarlo aquí, en el municipio que el nos designara, para que pueda convertirse en realidad.

Por eso, estimados amigos, por supuesto venir a Chetumal siempre es muy grato, nos trae muchos recuerdos a los yucatecos sobre todo -y a los que nos gusta el queso de bola más- pero lo más importante es venir a dar fe de esta transformación en la que todo Quintana Roo está involucrado.

Cada vez encontramos más industria, cada vez más la agroindustria es una fuente creadora de empleos, cada vez más se comunican las regiones aparentemente distintas, pero cada vez más unidas hoy, como son el norte de Quintana Roo, la parte insular, y por supuesto ese enorme desarrollo que es Benito Juárez. Nos da mucho gusto que el propósito del gobierno sea justamente el que se haga justicia para todos, sin distinción de ninguna región y sin distinción de ninguna actividad.

Por eso amigos, en la SEDATU -que tengo el honor y el encargo del señor Presidente de presidir- vamos a realizar más de un millón de acciones en materia de vivienda, o sea, vamos a hacer muchas casas, muchos mejoramientos; pero lo más importante, vamos a ir probando, cada vez más, esquemas que nos permitan compartir la responsabilidad, para que sea mayor el número de beneficiarios y más rápido el que le pueda llegar un hogar, una vivienda, a cada uno de ustedes.

Eso es lo que nos proponemos, el año pasado ejercimos -en total en la SEDATU 309 mil millones de pesos- casi 10% más que el año anterior, dedicado exclusivamente al tema de la vivienda; yo me he enterado que en este fraccionamiento se va a llamar Fraccionamiento Bicentenario, y me da mucho gusto, porque el Bicentenario fue una especie de “corte de caja” en la historia del país. Cumplimos 200 años de ser independientes y nos pusimos a revisar qué habíamos hecho, y qué teníamos que hacer; y en 2012 tomaron la decisión de que el Presidente Enrique Peña Nieto fuera quien tuviera bajo su responsabilidad la conducción del país.

A nombre de él me permito hoy desearle a todos ustedes felicidades, decirles que tener una casa es, sin lugar a dudas, motivo de gran satisfacción; pero para nosotros está perfectamente claro que lo que más cuenta en la casa siempre es lo que está dentro, y allá les pedimos a ustedes que correspondan ese esfuerzo, que conviertan este Fraccionamiento Bicentenario en un ejemplo de convivencia; en un lugar donde sus hijos se sientan orgullos de decir en la escuela donde viven; en un lugar donde sus hijos se sientan orgullos, dentro de 15 o 20 años, de decir “yo crecí en el Bicentenario”.

Esa ya es responsabilidad de ustedes. El Gobierno Federal, el gobierno del estado, la iniciativa privada venimos hoy a entregarles lo que se ha estado aportando, y que ustedes merecen sin duda mucho más, pero que lo aquí está es nuestra responsabilidad; en lo que sigue, ojalá que vengamos muy pronto a ver todo lo que ustedes han hecho por esta zona de la ciudad y nos sintamos con ustedes muy orgullosos.

Muchas felicidades amigos, a nombre del Presidente de la República les deseamos lo mejor, que no sólo estemos entregando esas casas, sino que ustedes hagan de esas casas hogares felices.

Muchas gracias.