Kuala Lumpur, Malasia, a jueves 08 de febrero de 2018

C. Secretaria: Muchas gracias, a ONU-Hábitat, muchas gracias al gobierno de Malasia. Yo quisiera hablar de las prácticas que ha instrumentado el gobierno mexicano comprometido con la Nueva Agenda Urbana, y empezaría por señalar que el primer planteamiento fue recuperar las políticas nacionales.

Entender que un desarrollo urbano, sostenible, un desarrollo urbano incluyente, un desarrollo urbano que convierta la ciudad en patrimonio público, es decir en donde los dueños sean quienes las habitamos, requiere políticas nacionales y no solamente políticas locales.

A partir de ahí se ha definido una nueva Política Nacional de Vivienda, que ha roto el paradigma de cómo se venían construyendo las viviendas en México, lejos de las fuentes de empleo, lejos de las ciudades originales de las personas, sin accesibilidad, sin transporte público, sin equipamiento, sin servicios, viviendas no dignas y a partir del gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, se instrumentó una nueva Política Nacional de Vivienda, entendida como vivienda para construir ciudad.

Viviendas que permitan no sólo tener estos servicios y estos equipamientos, sino convertirse en ciudades compactas en ciudades seguras, en ciudades incluyentes.

De la misma manera se ha creado una secretaria atendiendo al hecho de que México es un país eminentemente urbano, 8 de cada 10 mexicanos vivimos en las ciudades, 6 de cada 10 mexicanos vivimos en 59 Zonas Metropolitanas y no había una instancia gubernamental encargada de definir todos los aspectos relativos a la plantación urbana y al desarrollo metropolitano poniendo en el centro también este tema de la agenda y particularmente el de la gobernanza en las metrópolis que es uno de los grandes desafíos que tenemos en el país y por supuesto creo que en general.

Tercero, nuevas leyes que nos permitieron actualizar. Tenemos una nueva Ley General de Asentamientos Humanos, que incorpora aspectos tan novedosos como el Derecho a la Ciudad, la resiliencia, el tema relacionado con la movilidad, los rescates de los espacios públicos, aspectos fundamentales que permitan construir estas ciudades que queremos para todos.

Y el enfoque de género, el asunto relacionado con la accesibilidad y la idea muy clara de que las mujeres vivimos las ciudades de manera diferente, que somos excluidas todavía más de la ciudad por ser mujeres, que vivimos el espacio público de manera insegura y que requerimos políticas específicas que permitan que podamos disfrutar y ejercer el derecho a la ciudad sin violencia y con plenitud.

Es uno de los aspectos que hemos incorporado de manera importante en toda esta política.

Quiero concluir en decir que esta visión de inclusión, frente a ciudades que han crecido de manera desordenada de manera desigual con polos de riqueza y cinturones de miseria, implican un esfuerzo transformador de largo plazo de planeación de largo plazo, y también una visión transversal y una solidez financiera, no es posible asumir un enfoque urbano y un enfoque territorial solamente desde un ministerio es una política pública transversal que requiere toda la visión gubernamental y también los diversos niveles de gobierno para que podamos concretar esa coordinación, y hacer realidad este objetivo once de los objetivos de desarrollo sostenible y la Nueva Agenda  Urbana.