Boletín No. 157

• Será un lugar donde cualquier mexicano desearía vivir. Es seguro y fortalecerá la unión familiar y social, dijo el titular de la SEDATU, Jorge Carlos Ramírez Marín

El Capricho fue una de las comunidades más afectadas por las lluvias de septiembre pasado en el estado de Guerrero. Se localiza en el municipio de Ometepec en la zona de Costa Chica. Los daños que sufrieron las viviendas y su ubicación en un lugar con riesgos latentes, llevó al Gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto a tomar la decisión de reubicarla en un lugar seguro.

Era un sitio con calles de terracería, sólo el acceso principal tenía cemento. Las casas de madera y adobe, con techos de lámina o teja eran reflejo de su fragilidad ante un fenómeno natural como el ocurrido en ese momento. Sólo unas cuantas tenían muros de block y sus habitantes carecían de agua potable, por lo que estaban acostumbrados a lavar y a bañarse en el río.

Sus modestos hogares tenían suelo de tierra y con las lluvias se convertía en lodo; pocas calles estaban iluminadas, y quienes realizaban alguna actividad comercial, como el carnicero, el panadero o el abarrotero, utilizaban sus propias casas como local.

Hoy, con los trabajos de construcción que realiza la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (SEDATU), estamos a unas semanas de que estas 136 familias sean trasladadas a El Nuevo Capricho, el cual estará a 4 mil 200 metros de distancia de sus anteriores viviendas. Hoy dejarán los pisos de tierra y las casas de madera cuya propiedad no podían demostrar por carecer de los documentos correspondientes.

Hoy serán reubicadas a hogares construidos con block y cemento, con pisos firmes, con servicio de agua potable y fosas sépticas que ayuden a cuidar su salud, con instalación eléctrica y, lo más importante, el Gobierno de la República les entregará también la escritura que los acredita como legítimos propietarios de sus viviendas.

En El Nuevo Capricho sus calles están pavimentadas y bien iluminadas, además de que contarán con banquetas, y el comercio tendrá su lugar: un mercado donde la gente podrá vender y comprar los productos que necesiten.

En unas semanas más, sus habitantes contarán con un territorio seguro y en paz, libre de inundaciones y deslaves, un entorno agradable y esperanzador, donde los niños y jóvenes crezcan y se desarrollen practicando su deporte favorito en algunas de las canchas que hoy se construyen.

La edificación de estas nuevas viviendas registra un 70% de avance y el proyecto incluye un centro de salud con el doble de la capacidad que tenía el anterior, y una escuela para los tres niveles básicos de educación.

Por todo ello, el titular de la SEDATU, Jorge Carlos Ramírez Marín dijo que El Nuevo Capricho será un lugar donde cualquier mexicano desearía vivir, ya que su entorno lucirá moderno, seguro y fortalecerá la unión familiar y social. Hoy las casas ya terminadas lucen firmes, sólidas y vestidas con colores alegres para recibir a sus moradores.

Es así como los habitantes de esta comunidad dispondrán de los elementos sustanciales para levantarse de la adversidad y seguir adelante, para resurgir en un lugar agradable y seguro para todos.

Para ello se trabaja en forma ininterrumpida, la maquinaria no se detiene, las palas mantienen el ritmo y el cemento no deja de fluir, porque es así como el Gobierno de la República, a través de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano, Mueve a México.