Discurso No. 064

Palabras del secretario de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano, Jorge Carlos Ramírez Marín, durante la reunión con integrantes de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación

Mérida, Yucatán, 27 de agosto de 2013.

Muchas gracias, estimados amigos. En primer lugar quiero agradecer a Rodrigo Alpizar esta extraordinaria oportunidad de poder conversar con dirigentes empresariales de todo el país, este sector tan importante, tan presente todo el tiempo en la economía nacional. Agradezco, sobre todo, que me den la oportunidad de presentarle a este sector tan importante qué es la SEDATU, qué es esta Secretaria creada por el Presidente de la República desde que propuso al Congreso en septiembre del año pasado; a través de los diputados se presentó la iniciativa de reformas a la Ley Orgánica de la Administración Pública, y luego se concretó ya entrado el 2013 y finalmente tuvimos secretaria en abril del 2013, así que éste es en realidad un nuevo instrumento que quiero presentarles a todos ustedes.

Como ustedes pueden ver, hay un antes y un después. El antes, conocido de ustedes, era la Secretaria de la Reforma Agraria. La Secretaria tenía dos actividades fundamentales. La primera era el ordenamiento de la propiedad rural, y esto la vinculaba directamente con el Registro Agrario Nacional y con la Procuraduría Agraria; también con el FIFONAFE, que es la más económica de las instituciones que tenemos en el sector.

Esta era prácticamente la estructura, la Subsecretaria del Ordenamiento a la Propiedad Rural se encargaba de las expropiaciones, de los conflictos agrarios, de realizar los deslindes de tierra en nuestro país, ya fueran por petición de algún órgano jurisdiccional -un juzgado o un tribunal agrario- o bien por tratarse de alguna petición expresa de algún Gobierno estatal, queremos saber de quién es este predio. A lo largo de los años, la Subsecretaria se fue especializando en el tema de las expropiaciones y de los Terrenos Nacionales, que es una figura muy interesante, la vamos a ver más adelante; y de administrar el Registro Agrario Nacional. ¿Qué es lo que hay en el RAN? En el RAN está escriturada la propiedad rural, y eso me lleva a explicarles cómo está dividida la propiedad en México.

Tenemos 196 millones de hectáreas aproximadamente, un poquito más de hecho, de las cuales 100 millones son propiedad social. Ese es un fenómeno que solamente se da en México. Cuando platicaba con mi homólogo chino y le decía “nosotros tenemos una figura que denominamos propiedad social” él me decía: “¿pero de quién es la tierra?” le decía “es de los ejidatarios” que son la figura que encarga la propiedad social. “¿Pero la pueden vender libremente?”; “No, tienen que seguir una serie de trámites y de condiciones”. “Pero entonces ¿no que es de ellos, de quién es, es el Gobierno o de ellos?” Decía yo “no es propiedad privada, tampoco es propiedad comunal en una gran parte”; le trate de explicar que se divide en parcelas, que esas son individuales, y que se registran, y luego la parte en común se puede nuevamente dividir. “Sabe que, está muy complicado, nosotros no tenemos eso, todo es del Estado”

Efectivamente es una figura única en el mundo, tienen parecidas, pero es el único lugar del mundo donde existe este intermedio, entre la propiedad privada y la propiedad estatal, y es que la propiedad es de un grupo, el ejido, o es de un grupo, la comunidad indígena de la que se trate. Eso es lo que está anotado en el Registro Agrario Nacional.

¿Qué fue lo que pasó ahora, con esta reforma a la Ley? Pues que se creó una Secretaria nueva que reúne toda esta parte agraria, la PA, el RAN, el FIFONAFE; pero además, se le incorporaron todas estas partes que tienen que ver con vivienda: CORETT, FONHAPO, la Comisión Nacional de Vivienda. Y aunque no están sectorizadas, como es el caso de estas tres de en medio, estás coordinadas por la SEDATU el INFONAVIT, el FOVISSSTE, que no son sectorizadas porque cada una de ellas tiene una representación tripartita, o sea, ahí están ustedes, la iniciativa privada, el Gobierno y los trabajadores con sus fondos; y lo mismo ocurre en el FOVISSSTE, solo que los trabajadores son estatales; y la Sociedad Hipotecaria Federal, que es de la Secretaria de Hacienda.

¿Qué le encuentran ustedes en común a las de arriba, las de en medio y las de abajo? Solo una cosa las une, el suelo, la tierra; no hay forma de hacer vivienda si no es en un terreno; aunque en Tabasco me propusieron que hiciéramos “palafitos”, de todas maneras están sobre algún tipo de terreno. Esta estructura tiene un común denominador, el suelo. La SEDATU es la administradora del territorio del país, por esa misma razón es la reguladora del crecimiento urbano, y por esa misma razón es la encargada de las políticas de vivienda, porque solo puede hacerse vivienda sobre un suelo que debe tener una regulación urbana, y esa regulación urbana debe estar ligada al concepto total de administración del territorio.

¿Qué pasa el día de hoy? Si el Gobierno tiene el interés de desarrollar un proyecto industrial, tiene que comprar la tierra, no tiene reservas para eso; si el Gobierno quiere hacer un proyecto turístico tiene que comprar la tierra, no tiene reserva para hacer proyecto turístico. Y la vivienda, que es el caso más notorio, ni siquiera el caso más grande. La vivienda lo que ha significado es que mil 673 ejidos se han ido desintegrando convirtiéndose en ciudades, alimentando la extensión de las ciudades pero, sin ninguna clase de control.
Entonces la intención al crear la SEDATU es englobando todos estos aspectos que tienen que ver con el territorio y con la administración de él, podamos tener una planeación estratégica que vaya haciendo que la tierra rinda mejores frutos. Estamos englobados en el Plan Nacional de Desarrollo, en estos dos enunciados fundamentalmente promover el uso eficiente del territorio nacional a través, de programas que otorguen certidumbre jurídica a la tenencia de la tierra.

¿Cómo va este tema de la certidumbre jurídica de la tenencia de la tierra? Quizá el mayor dato nos lo pueda dar el número de juicios que tienen los tribunales agrarios, que es superior a los 60 mil en su conjunto, los que se desahogan del 2000 a la fecha son alrededor de 60 mil juicios por todo el país; más certeramente les doy el dato de la SEDATU, en Quintana Roo, tenemos alrededor de mil juicios, en Baja California Sur, alrededor de 2 mil juicios, en Baja California alrededor de 2 mil juicios, ese es el panorama de la certeza jurídica de manera muy ligera la explicación.

Hay una serie de inconvenientes en la aplicación de la Ley Agraria para delimitar el 52 por ciento de nuestro territorio que es la propiedad social. Obviamente estos conflictos no están en medio de la estepa, o en medio de la llanura de Nayarit o de Colima; éstos están concentrados en las playas y alrededor de las ciudades, los terrenos que son sujetos de una mayor especulación; en nuestro panorama de la certeza jurídica sigue siendo necesario todavía tener intervenciones importantes, y estamos hablamos de los conflictos entre particulares. El 26 por ciento de los asuntos que resuelven los tribunales está relacionado con problemas de definición de propiedad entre particulares, esto quiere decir que son gente que ya le compró a ejidatarios y no tiene todavía la certeza, porque cuando ya sentía que podía ser suya, porque así lo decía un título, se presentó un amparo de alguien, dado que el amparo es imprescriptible, se presentó el amparo de alguien y empezó otra vez un juicio.

Los juicios agrarios están tardando un promedio de entre 7 y 9 años, y hay algunos, tenemos algunos en la Secretaria que tienen 11 años. Evidentemente es un tema en el que es imprescindible tener una mayor intervención del Gobierno Federal, ya que el enfoque era desde la Reforma Agraria administrarlo. Hoy hay conflictos en los que no solamente hay que administrar el conflicto, es decir, presentarse a rendir los informes que pide la autoridad, sino francamente intervenir como parte, para o bien recuperar tierra para la Federación, o bien para evitar un conflicto social.

Esos son los más conocidos de este 26 por ciento, pero no están en los tribunales más de mil casos que implican conflictos agrarios de importantes proporciones; les voy a poner el ejemplo de los Montes Azules, el de los Chimalapas; el de los Lacandones, que están haciendo reclamos de tierra en áreas naturales protegidas, o están exigiendo, en el caso de un terreno que se encuentra sobre la carretera a Toluca, el cumplimiento de una resolución presidencial de los años 40’s que les otorgaba esas tierras, pero son tierras ya ocupadas, desarrolladas incluso con planta industrial. Esos son los temas de certeza jurídica en los que interviene la SEDATU.

Por supuesto, para sostener, para hacer viable nuestra participación, nuestro trabajo consiste en desarrollar la organización del sector agrario; si algo podría ayudar a la certeza de la tierra es que el sector agrario estuviera mucho más profesionalizado. Es decir, si tuviéramos ejidos con una visión empresarial, su tierra tendría más valor; si tuviéramos ejidos con una visión de futuro donde no solamente se hiciera la transacción de la tierra sino se le pusiera un valor agregado a través de una empresa, de un proyecto, tendríamos muchísima mayor participación de este sector, más empleo en el campo, pero para eso es indispensable organizar al sector.

¿Cómo lo podemos organizar? En primer lugar hay que capacitar al sector, hay que pensar en el sector desde una visión empresarial. Y a mucha gente no le gusta; decía Fernando que venía yo de otro lugar, sí, vengo justamente del Congreso Nacional de la CNC, la Confederación Nacional Campesina. Y nos sorprendemos de cómo no les gustaba escuchar esos conceptos antes, pero ahora ya se dieron cuenta que si no encontramos la manera de resolver esta situación, lo que pasa es que se engrosan las ciudades con masas sobre todo del sector rural, donde ya solamente vive casi el 20 por ciento de la población, el 78 por ciento de la población radica en ciudades, las ciudades apenas son dos millones de hectáreas, poquito más; en solo dos millones de hectáreas viven el 78 % de la población. ¿Pero es una población próspera, productiva? No, en una importante medida solamente se ha ocupado esa superficie aun no teniendo fuentes de empleo, aun no teniendo servicios, ese es el panorama que vemos en todos el país. Justamente es parte de lo que resolvería el dotar a los ejidos de organización porque arraigaría a la gente en la zona rural, la haría productiva, crearía fuentes de empleos en la propia zona rural.

Este es el esquema y la misión de SEDATU, proporcionar certeza jurídica en la tenencia de la tierra, impulsar el ordenamiento territorial, diseñar políticas públicas que den acceso al desarrollo agrario y aquí empezamos a entrar a los otros temas. ¿Qué va a pasar si ustedes resuelven el tema agrario, lo pueden hacer aisladamente? No, tenemos que resolverlo transversalmente, el tema agrario, el tema de desarrollo urbano y el tema de la producción de vivienda, si empezamos desde el último porque representa el 4 por ciento del PIB. La vivienda -y lo estamos viendo ahora- es fundamental para el desarrollo económico. Por cierto, desde que nosotros entramos al Gobierno, nos hemos ocupado del tema de la vivienda y hemos procurado hacer la disociación entre la situación de las tres grandes vivienderas públicas del país, públicas me refiero que cotizan en el bolsa, del resto del sector.

En México hay casi mil desarrolladores de vivienda, hasta hace cuatro años eran mil 200 pero pasaron dos cosas: cuando el modelo del Gobierno empezó a cambiar; para darles un ejemplo de esto, cada año se construye un 4 por ciento menos de viviendas desde 2008, de hecho entre 2008 y 2009 fue un gran descenso en el número de viviendas construidas en el país. Entonces el Gobierno lo atribuyó al cambio en el mercado, dijo es que hace años eran 16 millones de personas la que no tenían casa, hoy ya son solamente 6.5 millones de personas, las que no tienen casa. Sí pero eso es hablando de los afiliados al FOVISSSTE o al INFONAVIT, pero no afiliados al FOVISSSTE o al INFONAVIT hay más de 9.7 millones de personas que no tienen casa. Nada más que no estamos atendiendo al mercado de la misma manera, o con la misma intensidad aplicando políticas para los afiliados y los no afiliados.

Pero ese descenso se empezó a registrar desde el 2007, esto afecto sobre todo a las empresas que cotizan en la bolsa, y cuando entra este Gobierno suceden dos cosas: la expectativa era que hubiera un rescate público y en esa situación el Gobierno no podía encontrar ningún acceso, primero por nuestras limitaciones presupuestales y segundo sobre todo, porque hubiera creado condiciones de inequidad absolutas con el resto del sector.

Forzosamente, yo creo que, si fuera desarrollador, preguntaría por qué a unos un trato especial, pero sin embargo, no hay que dejar de destacar lo que representan estas importantísimas empresas, estas tres empresas representan el 17 por ciento de todas las casas que vía desarrollo se construyen en el país.
Entonces había que tomar medidas que las atendieran, sin embargo no podíamos de ninguna manera comprometer recursos. Ha sido muy interesante ver la respuesta de los otros, si tomáramos en cuenta que son 875, de los otros 872 que forman parte del sector, porque hoy tenemos en el Registro Único de Vivienda un aumento de casi el 40 por ciento, registrado solo en el mes de julio, después de que el Gobierno anunció las medidas que va a aplicar en materia de vivienda.

¿Cuáles son estas medidas? Lo que hay que definir primero es nuestro objetivo, nosotros no construimos casas, algún tiempo el Gobierno construyó casas; hoy el Gobierno no construye casas, nuestro propósito es que el desarrollo de la vivienda sea la punta de lanza del desarrollo urbano. ¿Por qué el desarrollo urbano? Porque la mancha urbana, la plancha de concreto creció 8 veces en los últimos 30 años, mientras la sociedad solamente duplicó su número, es decir que mientras la población se duplicó, el espacio que ocupó fue 8 veces mayor. Esto es absolutamente visible y sus consecuencias creo que son absolutamente conocidas
Por eso era imprescindible ligar una estrategia en la política de vivienda y eso es lo que estamos haciendo. ¿Qué le plantea la política de vivienda a los desarrolladores? En primer lugar ratificarles que para el Gobierno lo más importante es que puedan tener certeza en el desarrollo de sus empresas. ¿Y de qué manera pueden tener esa certeza? Que no les estemos cambiando la “pichada” a cada rato, que no les estemos cambiando las reglas y las señales a cada rato. Por eso, por primera vez, con seis meses de anticipación a enero de 2014, se dieron a conocer las reglas que van a ser aplicadas durante todo el 2014.

¿Qué traen de importante estas reglas? Sobre todo dos cosas, la primera, es la primera vez que ligamos el tema, cuántos subsidios, el subsidio es un apoyo que ahora describo, cuántos subsidios te otorgo y qué tanta calidad me ofreces. Con las reglas anteriores el puntaje mínimo para tener acceso a los subsidios eran 200 puntos, ¿cómo se hace esto? pues es un “checklist” que dice ubicación tantos puntos, nuevas tecnologías tantos puntos, metros de la casa tantos puntos y así te va a signando un puntaje hasta que llegas a 200 y entonces dices, ya tengo derecho a un subsidio completo. Un subsidio completo equivale hoy a 64 mil pesos.

Eso es lo que hace la SEDATU a través de la Conavi y entonces ahora no, a partir de enero del 2014, para empezar el puntaje se corre, necesitas 350 puntos y 300 puntos son ubicación. ¿Por qué ubicación? Todas las encuestas que hemos hecho nos dicen que hay una estrecha relación entre el abandono de las viviendas y el lugar donde se encuentran, entre el tiempo que tarda la gente en trasladarse para desarrollar sus actividades, el tiempo que puede estar en su casa y el lugar donde está la casa.

Hemos seguido una lógica un tanto equivocada o un tanto equivocada, tenemos desarrollos donde permitimos que se construyeran esos desarrollos pero no nos aseguramos de que primero llegaran los servicios. Hay lugares hoy donde el INFONAVIT manda pipas de agua, donde el INFONAVIT tiene plantas de energía eléctrica y le estamos causando un gran perjuicio a la gente por la manera equívoca con que fuimos unas veces aplicando unas reglas, otras veces otras; yo creo que, cuando se tratan de buscar soluciones, no se trata de buscar culpables sino de efectivamente buscar los esquemas que ofrezcan estas soluciones.

Aquí no es el tema si son los desarrolladores, o son los presidentes municipales que dan los permisos, o es el Gobierno que dio el financiamiento; lo que sabemos es que hay miles de personas que prefieren regresar a vivir al hogar materno, paterno o empezar una casita sobre el terreno de la cuñada, a seguir viviendo a dos horas de su centro de trabajo. Los mexicanos en promedio cambian 19 veces de trabajo, entre los 18 y los 40 años, eso dicen las encuestas, y entonces nuestros esquemas donde nosotros les damos subsidios para que compre una casa posiblemente están incompletos, tenemos que incorporar nuevos productos al mercado que le permitan a la gente esa movilidad.

Uno de esos productos nuevos está en la Reforma Financiera, “oye, si me cambio de Mérida a Aguascalientes me llevo mi crédito, no tengo que seguir pagando una casa en un lugar donde ya no la voy a necesitar”. Pero el mecanismo de desincorporación de la casa tiene que ser muy rápido. O los esquemas de renta también vienen incluidos en la Reforma Financiera. Ustedes saben perfectamente que difícil es hoy desocupar una vivienda cuando el inquilino no quiere, por distintas razones, desocuparla. Son los temas que la SEDATU atiende desde la Conavi, el INFONAVIT, desde el FOVISSSTE o desde el FONHAPO.

El FONHAPO surgió como una institución que otorgaba créditos; le quitamos esa facultad y ahora el FONHAPO regala casas, las regala a través de las organizaciones campesinas. Pero lo que es peor en el esquema es que no necesariamente es una casa, a lo mejor es el techo nada más, o el piso, o el baño o una pared -yo les he preguntado mil veces por qué damos una pared-. Y la respuesta la tenemos en nuestras auditorías, es imposible checar, necesitarías una estructura gigantesca para checar cuantos pisos diste, son miles; entonces tendrías que gastar muchísimo dinero para tener un ejército cuantificando en cada estado cuantos pisos diste; cuando lo haces aleatoriamente de repente encuentras que el piso no está, que a la señora que se le dijo que iban a hacérsele dos paredes y un techo, las ventanas de su casa, no están.

Esto estaba ocasionando que un importante grupo de recursos se distrajera, o por lo menos no se pudiera confirmar que estaba sirviendo. A través de la SEDATU ahora el FONHAPO hizo tres cosas, primero redujo el número de estas acciones y el próximo año las vamos a reducir más. Este año las bajamos a menos del 40 por ciento, estamos como en el 34 por ciento, estas acciones de “mejoramiento”; aumentamos el número de casas completas, de unidades básicas de vivienda, lo estamos haciendo sobre todo en los municipios que están en la Cruzada Contra el Hambre; disminuyó el costo de estas casas; aumentó el número de metros que las casas ofrecían, y todas cumplen una condición que el Gobierno Federal exige desde la Política Nacional de Vivienda, que tengan cuando menos dos recámaras cada una de estas casas.

En el siguiente paso la participación de los beneficiarios debe ir más allá de simplemente participar en la construcción que es lo que aporta ahora, pone el terreno y la mano de obra, y debe irse direccionando hacia el retorno de un FONHAPO, que nuevamente acepte créditos, es decir acepte ahorro, y a través de ese ahorro vaya financiando la construcción de vivienda.

A mí me llamaba la atención el otro día, llegábamos a uno de los municipios de la Cruzada Contra el Hambre, y veía yo una pequeña colita, en un municipio grande, formada en el centro de la comunidad y pregunté ¿qué están haciendo, vinieron a ver al Secretario de la SEDATU? Dijeron no, lamentamos decepcionarlo, están esperando pagar el cable. La gente paga, la gente quiere participar, la gente quiere ser tratada como igual, la gente quiere tener la oportunidad de ser tratada como igual y responde de la misma manera. Esto es lo que estamos tratando de hacer.

Ahora bien, una vez planteada la Política Nacional de Vivienda pasamos al tema indispensable, que es la alineación de los Gobiernos que intervenimos en el tema. No solamente el tema de la vivienda, sino sobre todo el tema principal, el desarrollo urbano que es el que debe de servir a la vivienda. Entonces, por instrucciones del Presidente de la República, las 90 ciudades más importantes del país, las 59 zonas metropolitanas y algunas ciudades más como Campeche o Colima que no son zonas metropolitanas o la Paz, pero que son ciudades fundamentales para el desarrollo regional, todas éstas están participando en un proceso a partir del cual vamos a obtener tres cosas: tener el mismo tipo de planeación, el mismo instrumento de planeación, no la misma planeación, porque no hay recetas de cocina para ello, Mérida no es Cancún y Cancún no es Tlajomulco y la zona conurbada de Mérida tiene unas características totalmente diferentes a la zona conurbada de Altamira. Entonces, lo que necesitamos es tener el mismo instrumento de planeación. Sí hay un plan, en algunos lados hoy se llama plan maestro, en otros plan estratégico, en otros plan de desarrollo, pero en una muy buena parte no hay ninguno de estos instrumentos, es un documento que elaboró la universidad o un documento que financió el sector privado y que hace las veces de plan de desarrollo.

Segundo punto, debemos tener la misma legislación que soporte esa planeación. Ahí si la misma, porque es fundamental que nos pongamos de acuerdo en dónde debe quedar, dónde se debe hacer rígido ese plan, si yo lo escribo simplemente nos puede pasar, como sucede por ejemplo aquí en mi tierra, está el plan de desarrollo pero cada tres años, tienen la obligación de revisarlo y actualizarlo. Preguntaba un arquitecto el otro día, ¿bueno es plan o no es plan? Si es plan cómo vamos a cambiarlo cada tres años, es justamente lo que necesitamos una misma base legislativa donde los ciudadanos sobre todo, puedan tener la certeza de que lo que se planeó ahí queda y así se va a cumplir.

Finalmente, un tercer punto es tener un horizonte, nada más que para arriba y para abajo, en normas muy específicas: cuáles son los requisitos que debe cubrir un ayuntamiento para otorgar un permiso de construcción; cuáles son los mínimos y cuáles son los máximos que puede exigir para otorgar un permiso de desarrollo de vivienda, para desarrollos de vivienda; cuáles son los metros mínimos que debe tener una vivienda para ser considerada sujeta de subsidio por parte de la Federación o financiada por un organismo del propio estado.

Esas tres cosas tenemos que convenirlas con los Gobiernos. El Gobierno federal no quiere conculcar las facultades de los ayuntamientos, creemos en una política municipal eficiente, efectiva, es la autoridad más cercana a la gente, y son los que tienen la responsabilidad de convocar a los ciudadanos para hablar de sus cosas y definir sus cosas, las que le afectan todos los días, pero debe haber un umbral de mínimos, de máximos, un piso a partir del cual efectivamente, podamos tener una Política Nacional de Desarrollo Urbano.
Hace 11 años se propuso a la sociedad el último Programa Nacional de Desarrollo Urbano, se suprimió y en lo consecutivo fue la Política Nacional de Vivienda, pero apostarle todo a la vivienda significa, efectivamente, pensar que el mercado solito va a regular el desarrollo urbano. Si el mercado solito no alcanza ni siquiera a regular la economía, el desarrollo urbano no va a formar parte de sus preocupaciones.

Pero hay un factor adicional, la construcción que podemos regular, a la que le podemos poner reglas, es apenas el 32 por ciento de toda la construcción que se hace en el país. Cuando empieza el consistente ataque a los desarrolladores, yo siempre saco esta cifra, porque los desarrolladores pueden tener, y han aceptado -y de hecho en alguna medida esto ha propiciado estas irregularidades en el mercado- un cierto grupo de reglas; a los que no les ponemos reglas es al otro 68 por ciento o 67 por ciento que es del que estamos hablando. Los señores que venden en Tepito, ¿todos viven en Tepito?; los señores que venden o que trabajan, las muchachas que trabajan como dependientes que no tienen una regulación o más bien una filiación, ¿no viven en ninguna parte? Por supuesto que si este es el panorama que vemos por todas partes en nuestro país, construyes donde puedes, como puedes y en la medida que puedes.

Alguien me decía “bueno, a eso se le debe llamar vivienda progresiva”; no, esa no es vivienda progresiva esa es la vivienda de cómo se puede y no es resultado de ninguna planeación. No hay ninguna clase de oferta para ese sector, esa es la función que tiene que llenar el FONHAPO y que tiene que llenar la Comisión Nacional de Vivienda. Es a ese sector al que tienen que dirigirse subsidios, apoyos y reglas, para que entonces sí podamos pensar en una planeación urbana.

¿Y quién debe poner esas reglas? Sin lugar a dudas el que puede ir hasta el lugar y decirle “aquí usted no puede construir una casa porque es una zona industrial”; “aquí no se puede poner porque es el lecho de un rio”; “aquí no se puede usted poner porque está usted corriendo peligro, o poniendo en peligro tal desarrollo o a todos” cuando por ejemplo se trata de gasoductos o ductos de gasolina. Entonces es ahí donde debe darse la coordinación entre los tres niveles de autoridades, y eso es justamente lo que tratamos de hacer, promover el desarrollo urbano y regional, coordinar una política nacional de vivienda pero impulsar la planeación de los centros de población, ciudades y estas zonas metropolitanas.

A mí me da una sensación un poco rara cuando alguien viene y me dice “licenciado es que nosotros queremos que nos declaren zona metropolitana”; nosotros no queremos que haya más zonas metropolitanas, queremos que haya verdaderas ciudades, queremos que las ciudades estén planeadas. En México hay cerca de 300, si no me equivoco 393 ciudades de más de 15 mil habitantes. Esas son las ciudades grandes del país, las que tienen más de 15 mil habitantes, y son menos de 200 las que tienen más de 50 mil habitantes, pero esas ya están sufriendo un proceso de avance muy rápido y sin regulación de su crecimiento, es ahí y por eso el trabajo con los ayuntamientos donde tenemos que intervenir muy rápidamente.

Esto nos da una idea de la superficie de la propiedad social, todo lo que está en verde es ejido, todo lo que está en amarillo son comunidades, como ustedes pueden ver las comunidades están perfectamente marcadas en las zonas de mayor presencia étnica, Chiapas, Oaxaca, Guerrero, Nayarit, donde están todavía estos grandes grupos indígenas del país, que merecen y necesitan recibir un tratamiento específico, y apenas un 6 por ciento de la superficie de la tierra en México no tiene una certificación, es decir, no le han dicho usted es ejido, usted es una comunidad o es propiedad privada.

¿Qué pasa con esto? Este es el trabajo que hace todos los años lo que era la Reforma Agraria y ahora es la SEDATU, que es el trabajo de ir a medir, delimitar y entregar los respectivos títulos. Un trabajo fundamental que estamos haciendo ahora se llama “Cero Rezago”, y este programa consiste en entregar lo más rápidamente posible los certificados agrarios, porque necesitamos que la gente tenga esa certeza; un pueblo muy bonito Citlala en Guerrero, me trae muy buenos recuerdos por dos cosas, primero por razones de geografía había que llegar en helicóptero y el viaje tardaba muchísimo , la gente llegó desde temprano y yo pensé cuando llegamos finalmente, el gobernador por tierra que él hizo 5 horas y nosotros en el helicóptero hicimos más de hora y media, yo dije pues la gente va a estar molesta. No, estaban todos, fundamentalmente mujeres como casi siempre pasa, y no estaban molestos porque ellos estaban trabajando, mientras estaban hablando los distintos oradores, ellas estaban tejiendo su palma, por todas partes, en todas las sillas había mujeres tejiendo palma, haciendo el tejido que luego serían los sombreros.

Y lo que pasó es que además el evento se retrasó y eso fue lo segundo que me llamó la atención, porque la gente no quería que les diéramos sus certificados, no quería por una razón, decía nos van a quitar nuestra tierra, ahora que sepan que es de nosotros nos la van a quitar. Este es un fenómeno muy interesante que no se veía antes pero que ahora es una realidad, entonces ya no solamente es el asunto de dar la certeza jurídica, sino a demás asegurarnos lo más rápido posible, que ese papel se convierta en producción porque de lo contrario empieza a surgir muy rápidamente la especulación.

¿Cuál es el problema de la especulación? Que contribuye al desorden, ese es el problema. Porque por lo demás es una actividad económica perfectamente natural, compro hoy a un precio esperando que el precio suba; sí, nada más que en el “inter” -y esta es una de las propuestas más reiteradas que nos hemos encontrado- tú no puedes pagar lo mismo que el que tiene su tierra produciendo. Entonces ahí hay una serie de propuestas que dicen hay que estimular al que pone a trabajar su tierra, hay que estimular para que efectivamente la tierra lo antes posible se convierta en una tierra productiva, incluso convirtiéndose en un desarrollo de vivienda.

Yo me opuse firmemente a un proyecto que constituía en la conversión de un ejido a un campo de golf; me opuse por una sola razón, porque no costaba absolutamente nada incorporar a los dueños de la tierra al proyecto. Hoy existen todos los esquemas, y en el futuro todavía existirán con mucha más amplitud, pero además con más definición la certeza de la coinversión con los ejidatarios. ¿Qué pasa? Si no tenemos ejidos suficientemente preparados, tanto para traducirle al resto del ejido -que es una figura social, es decir, es la decisión de una comunidad- si no tenemos un ejido preparado para interpretar esos proyectos o incluso para plantearlos, lo que va a pasar siempre es que, a la menor inconformidad, el proyecto empieza a resquebrajarse, y a eso es a lo que le tienen miedo, justificadamente, los empresarios al buscar asociaciones con ejidos.

Pero hay ya casos sumamente exitosos, me llama la atención uno particularmente donde el ejido al principio mostraba resistencia para asociarse, los convencieron, el gobierno del estado les ofreció garantías y se asociaron; el otro ejido no se quiso asociar, y de repente nos fueron a ver los ejidatarios, yo pensé que posiblemente hubiera algún problema en la integración de la empresa o algo así, no, el ejido uno ya quería comprar al ejido dos para hacerlo participar en la empresa. ¿Por qué? Les había quedado claro, habían encontrado un sistema en el que se sentían seguros, satisfechos, hoy es una extraordinaria inversión en el estado de Hidalgo, muy segura y muy rentable.

Porque el problema entre el campo y la ciudad se ha ido resolviendo de una manera muy negativa, ni el campo tiene lo que quisiera de la ciudad, ni la ciudad puede aportar esa tierra que absorbió del campo, o a esa gente que absorbió del campo de una manera productiva. O sea los que venden su tierra se vuelven más pobres, no ricos, su riqueza es extremadamente fugaz; y los que compran la tierra, son muy pocos o forman un grupo muy pequeño que obtiene un beneficio. Entonces es indispensable establecer este ordenamiento dentro de la ley, no se trata ni de establecer plazos forzosos ni mucho menos porque ahí lo primero que asumimos nosotros es la responsabilidad del Gobierno, el que ha permitido eso es el Gobierno, el que ha fomentado eso es el Gobierno.

Entonces este es un panorama de cómo está el territorio del país. Como ustedes pueden ver esas superficies blancas sino son ejido, no son comunidad ¿qué son? O son propiedad privada o son terrenos nacionales, una figura muy interesante. Si ustedes se fijan en la costa del Pacífico todavía una buena parte es ejido pero en la de Quintana Roo, no, en la de Quintana Roo la mayor parte es ya propiedad privada, no en balde es la zona más cara del país.

Igualmente sucede en Baja California Sur, como ustedes pueden ver, la mayor parte de las costas, los mejores lugares de las costas ya son propiedad privada, o en Sonora, ahí por donde está Puerto Peñasco, que son prácticamente lugares para desarrollo turístico, lo cual no es malo, si pudiéramos tener la certeza de que efectivamente van a ser desarrollos turísticos al ritmo que los necesita el país.

Estas son nuestras tareas, el ordenamiento territorial, el desarrollo ordenado de las zonas metropolitanas, procurar un desarrollo urbano sustentable ¿A qué nos referimos con sustentable? Pues a un desarrollo que permita extraer efectivamente riqueza del suelo pero, garantizar que ese suelo va a seguir sirviendo; cuando convertimos una zona de bosque en un desarrollo de vivienda, yo soy partidario de que el mejor sistema de conservación es la utilización.

Ustedes pueden ver hoy lo que está pasando con muchas áreas protegidas en el país, si ustedes sobrevuelan un poco más bajo esas áreas van a ver como todos los topes de los cerros están rasurados, allá no hay árboles, allá se está sembrando maíz, porque tiene un excelente precio el maíz, lo hacen lo más arriba posible para que solo sea detectado por vía aérea, pero estamos perdiendo una oportunidad, podríamos estar sembrando maíz y al mismo tiempo conservando zonas determinadas, lo cual es perfectamente posible como pasa en muchos países. El ejido más rico que conozco yo no es un ejido de playa, es un ejido forestal, y es un ejido donde cobran por entrar y donde usted no puede en el paseo arrancar ni una hoja del árbol porque está extremadamente vigilado. Los ejidatarios saben que esa es su riqueza.

O hay otros ejemplos de explotaciones mineras, esto muy ligados seguramente a ustedes, que hoy es una de las más importantes amenazas al orden -incluso al orden social- porque van escalando el tema de las minas y su relación con la violencia, la delincuencia, porque ofrece una alternativa de riqueza sin que le hayamos puesto suficientes regulaciones todavía. Esperaría yo que se pudieran aprobar las modificaciones propuestas que regulan estas aportaciones de los desarrollos mineros porque si no vamos a ver más casos como el de Aquila en Michoacán, que el tema fundamental era ese ¿cuánto paga Termiun al año? 100 millones de pesos; entonces hay alguien que quiere decir no, los 100 millones de pesos son para mí; y otros que dicen como finalmente resultó, no los 100 millones de pesos se dividen entre los ejidatarios y a cada uno le toca su aportación respectiva. Eso está provocando conflictos cuando debíamos tenerlo y esa es nuestra intención, absolutamente regulado.

Los terrenos baldíos ¿que son los terrenos baldíos? No es propiedad privada, no es propiedad social es propiedad de la nación y entonces puede ser que estos espacios blancos que están por aquí, que son muy grandes extensiones de tierra, sean de la Nación. La forma de pedir hoy esos terrenos es sumamente sencilla, es como si fuera el viejo oeste, esta idea de los terrenos nacionales se hizo en el Porfiriato, precisamente para propiciar la expansión del país, que vayan a ocupar el territorio, entonces llegabas y reclamabas una determinada superficie de hectáreas para ti, “conviértalo en terreno nacional” y si yo te doy un título, se convierte en un terreno nacional y deja de ser un terreno baldío.

El problema es que ha habido en esto, mientras el país tenía millones de hectáreas desocupadas no era problema, cuando se terminó el reparto agrario y esas hectáreas empezaron a sobreponerse a ejidos, empezaron grandes conflictos; y lo que es peor, empezaron a aparecer zonas del país, sobre todo en zonas de playa, reclamadas como terrenos nacionales y decir “en 1918 pague 2 mil pesos por estas cinco mil hectáreas que hoy son de mi propiedad y aquí está el título”.

Muchos de esos títulos, muchísimos no tienen el soporte legal, son fantasías, o más recientemente pues terrenos que se convirtieron en una industria, encontrar estos terrenos nacionales y hacer que la Reforma Agraria te los reconozca.

Es uno de nuestros mayores temas de conflictos legales. Tierras ejidales, tierras de uso común, tierras parceladas todo esto es el fenómeno de la propiedad que no es privada y aquí tenemos los temas que nos ocupan desde el punto de vista de la propiedad privada.

Estas son algunas de las tareas de la SEDATU, como les decía, lo que buscamos es incorporar toda esta variable territorial a un esquema planeado, que tenga como objetivos la productividad, la competitividad; que se ligue a un objetivo fundamental que es el bienestar de las personas, a través del uso efectivo del suelo.
Con un suelo ordenado ya podemos planear estratégicamente la infraestructura, porque muchos fraccionamientos hoy donde hay fenómeno de casas desocupadas, lo único que requieren es una vía de transporte, es un sistema de transporte o una infraestructura vial que permita llegar al transporte público.
Este tipo de infraestructura no debe de surgir como resultado de una presión social sino que debe estar planeada.

Esto que parece un obviedad, pues sí es una obviedad que no hemos puesto en marcha. Hace poco en este mismo auditorio, ponía yo el ejemplo, hace poco me tocó ir, porque estamos haciendo un convenio con Kellog de la Universidad del Northwestern de Chicago , para los programas sociales de la SEDATU y me tocó ir a Chicago. No la conocía, yo la conocía solo por dos referencias, las veletas en el estado de Yucatán que alimentaron de agua hasta muy entrada el último cuarto del siglo 20, hasta por ahí de los años 70 era todavía un paisaje común las veletas, una buena parte de ellas decía Chicago, era la empresa donde se compraban las veletas, pero lo chistoso es como se ligó con Yucatán.

Un día, los yucatecos, en medio de una sociedad muy próspera y de una ciudad que aspiraban a que representara esa prosperidad, hicieron dos cosas: crearon un impuesto especial para pavimentar todas las calles, y mandaron una comisión al extranjero para estudiar cual debería ser el mejor sistema de nomenclatura y lo encontraron en Chicago y lo importaron a Yucatán. Y este sistema que ustedes ven, de calles de pares y nones, corriendo hacia el norte o hacia el sur y siendo horizontales o verticales, pares o nones que es la forma más sencilla de encontrar una dirección, fue importado de ahí, con la aspiración de tener un desarrollo planeado y organizado y así encontramos esfuerzos con muchísimas ciudades de nuestro país.

Los españoles tenían una fijación con el trazo de las ciudades, finalmente herederos de los romanos, pero más rígidos en su concepción, más autoritarios, ellos simplemente apostaron por la cuadrícula, y esa cuadrícula funcionó, nada más que cuando la población empezó a crecer, empezó a requerir otros esquemas. Otros países si adoptaron esos esquemas y nosotros mantuvimos una idea tradicional del desarrollo, del crecimiento y de la planeación de la ciudad.

Creo que es perfectamente posible, creo que es el momento de hacerlo pues por qué, pues porque democráticamente, hemos crecido lo suficientemente, somos lo suficientemente maduros para tener discusiones y resolverlas. Éstas deben ocurrir en el seno de los cabildos y en las ciudades, tal y como se está haciendo ahora recogiendo el Programa Nacional de Desarrollo.

Pero lo que se busca además es que este, la base de todo esto sea un mapa donde puedan identificarse perfectamente, esto que vieron ustedes es tremendamente inexacto, tiene un gran porcentaje de inexactitud, esa área blanca por ejemplo, ha propiciados muchos conflictos agrarios, pero además tenemos, los registro públicos de cada entidad, los catastros en cada municipio y el Registro Agrario Nacional y unas muy importantes zonas grises por todas partes.

La idea -y esta es una de las tareas fundamentales en las que está ocupada la SEDATU- es la integración de un registro, un sistema de información nacional sobre la propiedad, que sume la información de los registros públicos, de los catastros y nos permita sobreponer la del Inegi y también, la específica de vivienda y desarrollo urbano.

¿Qué pasaba antes? La Reforma Agraria tenía “drones” para realizar sus mediciones y sus deslindes, pero estos drones apenas entraban al perímetro de la ciudad, daban la vuelta y se regresaban, era la encargada del suelo rural. Hoy la SEDATU es la encargada del suelo del país, de todo el territorio nacional. Entonces esos avioncitos siguen, ahora entran a la ciudad y nos permiten decir a los presidentes municipales, no presidente usted no está al 30 por ciento de la obra, está al 10, aquí están las fotos. O nos permite decirle, en algunos sonados casos, no es verdad que no lo tenga trabajado, ya lo desmontó por completo y ya tiene una serie de instalaciones sobre el suelo.

Muchas cuestiones que antes estaban totalmente desarticuladas hoy están en esta Secretaría precisamente buscando integrar un ordenamiento, una articulación. Eso nos va a permitir desarrollar ese sistema de información territorial, vamos a compartir compromisos con los desarrolladores sobre todo para mejorar la calidad de vida. Dos recámaras hacen la diferencia, nosotros esperamos ver pronto reflejado en los números de abuso de vivienda familiar, de suicidio, inclusive esta recámara que hace la diferencia.

Yo me acuerdo mucho, la brevísima discusión con el Presidente de la República al respecto, porque como es natural, una parte del equipo preguntaba quién va a pagar esa recámara y el Presidente fue tajante y dijo las cosas se hacen o se tienen para que cumplan un objetivo. ¿Cuál es el objetivo de la vivienda para el sector público? La satisfacción de la sociedad, una recámara no está satisfaciendo a la sociedad, aquí están las cifras, los porcentajes de abuso, los porcentajes de violencia, la mayor parte de ellos, cometidos en el al interior del hogar; entonces esto es equivalente a que insistamos en ponernos trajes con una sola manga, no caballeros tienen que tener dos recámaras.

Y ciertamente cuesta más pero también ha incentivado la tecnología, las casas que FONHAPO está haciendo hoy tienen un 20 por ciento más de metros, la que menos hace mide 45 metros, cuestan un 30 por ciento menos y todas tienen dos recámaras. A partir del 2015 todas las casas que financie el Gobierno Federal deben ser casas de cuando menos 2 recámaras. La respuesta de los desarrolladores ha sido extraordinaria, sí es posible conjuntar la política de vivienda con una verdadera política de inclusión y mejorar la calidad de vida donde, sobre todo, podamos armonizar el desarrollo urbano, la calidad de la vivienda y las políticas de desarrollo social que corresponden a otra secretaria.

Muy rápidamente les diré que todos estos programas están en la Secretaria, el FAPPA es un programa que le da recursos, casi 200 mil pesos a programas específicos de productores; el PROMUSAG hace lo mismo pero exclusivamente a mujeres, me da gusto decirles que solo nos falta un comité más de los cuatro que estamos obligados para hacer para seleccionar los proyectos y aunque Fappa es para todos, más del 50 por ciento está destinándose a mujeres.

FORMAR es este programa que les decía de formación de capacidades, lo que queremos es organizaciones, que ya las hay, que también sean intermediarios financieros, que ya también sean cajas solidarias o cajas populares que son cajas de ahorro a través de las cuales hay el servicio de ahorrar para tener una vivienda o y financiar la construcción de la vivienda.

Joven Emprendedor es uno de los programas donde tenemos más retos, yo sé que es un programa muy importante pero, lo tenemos un poco suelto, estos 4 programas son donde estamos desarrollando un convenio con esta importante Universidad norteamericana, que estamos rompiendo el esquema de la asesoría, normalmente nos decían no, vamos a ir a la India. Yo no sé, dije, ¿quiénes hacen dinero con esto? los americanos, pues hay que ir ahí, porque lo que necesitamos es que estos programas se conviertan en programas donde la gente efectivamente pueda, a partir de un capital semilla, mínimo hacer un negocio y que vaya teniendo una mentalidad empresarial, para eso el primero que la tiene que tener es el gestor del estado que se acerca a ella, ya sea para la supervisión o para autorizar su proyecto, hay que tener una mentalidad lo más igual posible.

Nosotros esperamos que a partir del próximo año el convenio esté listo, tenemos un “Boot Camp” en los próximos días, donde la idea es justamente poner en práctica esto, y ha sido un experimento sensacional, porque cuando vinieron a hacer la revisión del proyecto que planteábamos y a hacerle correcciones, no tenían ni idea de que en México hiciéramos muchas de las cosas que ellos encontraron que hacíamos, por ejemplo el tema de la vivienda o estos capitales semilla que se reparten.

Seguimos midiendo el país y deslindándolo, el programa que hace FANAR, ya les platique del programa de Catastro Rural, este PRAH es muy importante, trae un presupuesto pequeñito, pero este año solo pudimos hacerlo en tres comunidades, nos queda uno más en Lázaro Cárdenas. La idea es sacarlos de los lechos de los ríos barrancas susceptibles de derrumbe, de las zonas de riesgo volcánico, y ubicarlos en otros lugares a través de los recursos de este programa que pagan la infraestructura, y del FONHAPO que constituye las viviendas.

El PASPRAH es lo que le permite a la CORETT regularizar, pero ahí hay otro tema muy interesante, la CORETT regularizaba, la regularización implica una cosa, que está mal; o sea, yo regularizo lo que no es regular, entonces invado una colonia y empiezo a levantar la mano y a decir que vengan a regularizarme, “pero te asentaste sobre una tierra que no era tuya, o era del Gobierno o era de un ejido y entraste sin consentimiento” pero decían “regularícenme”, entonces, entraba CORETT y regularizaba. Las reglas son diferentes , una de ellas es que la posesión tiene que tener cualquier tipo de confirmación de su legalidad, y lo que pretendemos hacer ahora es no simplemente legalizar sino, ir estableciendo reservas urbanas, sobre todo intraurbanas, para ir ofreciendo tanto a los desarrolladores como al Gobierno opción de la tierra en la que se pueda ir construyendo vivienda, en zonas cercanas.

En materia de desarrollo urbano y vivienda a través de la Comisión Nacional de Vivienda tenemos el programa de Vivienda Digna, a través del FONHAPO tenemos el programa de Vivienda Rural, y en la subsecretaria de Desarrollo Urbano y Vivienda tenemos los programas de Hábitat y Rescate de Espacios Públicos, importantísimos para reforzar a los ayuntamientos principalmente en obras de dotación de servicios.

¿Hay un espacio específico para la cuestión empresarial en la SEDATU? Sí, primero está el tema de Joven Emprendedor Rural, que la idea es ir formando jóvenes empresarios a partir de agro-negocios, a partir de negocios relacionados con el campo; pero también están los programas de innovación, donde buscamos un indicador que sea el porcentaje de agro-empresas con innovación, y lo ponemos en todos los temas que apoya la secretaria, tanto en FAPPA, como PROMUSAG y Joven Emprendedor y lo que valoramos es empresas innovadoras del sector agropecuario.

El nivel es muy bajo por una razón, ahora que hicimos el estudio con esta Universidad nos lo decía, muy sencilla, no está vinculado con la iniciativa privada, entonces lo que tenemos nosotros es que empezamos negocios que no duran, empezamos un agro-negocio, por ejemplo explotación de la cochinilla. ¿Y qué pasa? Pues las señoras el apoyo que les damos les da para un año, pero a lo largo de ese año en cualquiera de los inconvenientes que surja, desde el pago de la energía eléctrica de su pequeño secador, o cualquier tema que surja entre el grupo de seis socias, hace que el proyecto vaya decayendo al año siguiente, a lo mejor se mantiene un año más, el 80 por ciento de los negocios que financiamos con estos programas que vimos antes, termina máximo en dos años, porque no está vinculado a una empresa que con un interés en el mercado pueda apoyarlos a resolver esos problemas mínimos, que pueda y orientarlos y acortarles esos procesos de capacitación.

Aquí esta lo que nosotros queremos de ustedes, que es establecer un vínculo permanente SEDATU- CANACINTRA, donde la experiencia de ustedes pueda ayudarnos tanto en los temas de ordenamiento territorial como y muy particularmente, en los temas de productividad.

El Presidente de la República nos ha dado instrucciones precisas a los secretarios para que vayamos sobre todo entendiendo una realidad en el país, el Gobierno es un facilitador, el Gobierno no es el dueño del país, el Gobierno se debe a los ciudadanos, los objetivos del Gobierno no están vinculados con el Gobierno sino que están vinculados con la satisfacción de los ciudadanos. Por lo tanto todas las organizaciones que tienen una representación ciudadana, las cámaras empresariales, muchas organizaciones no gubernamentales, son fundamentales para que se cumplan los objetivos del Gobierno, eso es lo que nosotros esperamos de la CANACINTRA.

Sé que estamos inaugurando con Rodrigo, una etapa para ustedes y esperamos que sea coincidente con esta etapa que la SEDATU inaugura para poner en orden el territorio, para lograr un desarrollo urbano sustentable y para hacer de la vivienda un real satisfactor de nuestros ciudadanos. Sé que podemos hacerlo, y sé que vamos a contar con ustedes para hacerlo, y lo que nos interesa dejar claro es que ustedes sepan que cuentan con nosotros, para los fines que ustedes se proponen que es impulsar a la industria, impulsar reglas claras.

En lo que corresponde a la SEDATU sé que vamos a trabajar juntos, se lo he ofrecido al señor presidente de esta importantísima organización y ahora me da mucho gusto reiterarlo a los socios y de verdad, espero que tengan una muy feliz estancia en Yucatán, ustedes que pueden y que no se van a regresar en seguida, y de verdad de verdad, sé que estamos inaugurando una nueva etapa de colaboración que va a dar frutos para ustedes pero sobre todo para nuestro país.

Muchísimas gracias