• El Tren Maya será financiado mediante un esquema de inversión mixta (público-privado).
  • Establecerá como eje rector del proyecto el respeto al medio ambiente y a las comunidades de los pueblos originarios, conforme a la ley.
  • Continuará como un factor determinante en el ordenamiento territorial y en la creación de nuevos desarrollos turísticos.

Entre lo acordado destaca lo siguiente:

  • El proyecto será financiado mediante un esquema de inversión mixta.
    • Una parte de la inversión (aproximadamente el 10%) quedará a cargo del Gobierno y el resto quedará a cargo de las empresas privadas que resulten adjudicatarias de esos contratos de inversión mixta en los concursos correspondientes.
    • Las empresas adjudicatarias de los contratos de inversión mixta serán responsables de la ingeniería de detalle y de la construcción de las vías férreas, o del diseño y fabricación de los trenes, según sea el caso, y de su puesta en operación.
    • Además, serán responsable de su mantenimiento óptimo por un plazo de 30 años contando a partir del inicio de operaciones.
  • Las bases de las licitaciones serán abiertas, con el fin de propiciar el mayor número de participantes.
  • Existirá interconectividad con el resto del país a partir de la coordinación entre el Tren Maya y el Corredor Transístmico.
  • El apego a la ley será un eje rector del proyecto, tanto en lo que respecta al medio ambiente, como a las comunidades en la zona de influencia del Tren Maya.
    • Esto incluye la elaboración de las Manifestaciones de Impacto Ambiental (MIA). Una vez que se obtengan los resultados de los estudios, se aplicarán las medidas de contención y mitigación correspondientes.
    • Asimismo, el Tren Maya realizará las consultas a los pueblos originarios con apego a la ley y en completa observancia del Convenio Número 169 de la Organización Internacional del Trabajo sobre pueblos indígenas.