El turismo en nuestro país ha mostrado un dinamismo positivo y un repunte destacado en los últimos años. México se consolida como una potencia turística mundial, impulsado gracias a una gran riqueza natural, cultural y gastronómica; por contar con una ubicación geográfica privilegiada; una importante diversidad de destinos turísticos con infraestructura turística de calidad, así como por estar cimentada en una economía sólida y estable. Una de las principales fortalezas de México en materia Turística es la cercanía y conectividad que tiene con Estados Unidos de América y con Canadá, países de los cuales provienen la mayoría de los turistas extranjeros cada año.
El turismo constituye un importante motor de la economía de México. Este sector contribuye con el 8.7 por ciento del Producto Interno Bruto, le da empleo a casi 10 millones de trabajadores directos, indirectos e inducidos y representa al 77.2 por ciento de las exportaciones de servicios. Según la Organización Mundial del Turismo (OMT), en 2016, México alcanzó la novena posición mundial por el número de llegadas de turistas internacionales, con 35 millones de turistas extranjeros, lo que representó un ingreso de divisas de 19 mil 570 millones de dólares, ubicándose la actividad turística como la segunda fuente de divisas del país, solo después de las remesas. El consumo turístico doméstico, es decir, el que realizan los mexicanos cuando viajan dentro del país, representa el 88% del total del consumo turístico de México, según datos de la Cuenta Satélite del Turismo de México (INEGI 2015).
México enfrenta diversos retos que no permiten desplegar el potencial productivo de las actividades turísticas. Entre los principales retos se encuentran mantener la seguridad en los destinos turísticos, la insuficiencia en la infraestructura urbana y de servicios, percepción y ocurrencia de riesgos sanitarios, consolidación de productos turísticos, riesgos ambientales y de sustentabilidad y falta de conectividad, entre otros. Estos obstáculos al desarrollo turístico disminuyen la competitividad del sector y reducen su impacto positivo sobre el desarrollo regional y local, principalmente en los destinos incipientes o en proceso de consolidación.
En múltiples casos, México sigue enfrentándose al reto de transformar la riqueza turística en bienestar y mejores condiciones de vida para las familias que habitan las zonas turísticas. Una Política de Estado en materia Turística debe ser capaz de elevar los ingresos de los empleados y emprendedores locales, por lo que es fundamental mejorar la competitividad y la calidad de los servicios turísticos. Un destino turístico es más competitivo si logra atraer a más visitantes, retener los beneficios económicos y garantizar la sustentabilidad de sus recursos naturales, sociales y culturales.
Una perspectiva que es útil para describir las capacidades de un destino para atraer turistas es el análisis costo beneficio privado de emprender un viaje turístico. Un visitante potencial toma la decisión de viajar con base en la conectividad, es decir, los costos y tiempos de traslado; la calidad y costos de hospedaje y alimentación; la diversidad y accesibilidad a servicios y atractivos turísticos deseados, entre otros factores. Si bien pueden existir relaciones endógenas entre estas variables, podemos analizar su impacto parcial.
En este sentido, el crecimiento del número de turistas que llegan a México no podría explicarse sin una amplia red de infraestructura y servicios de transporte de pasajeros. Sin embargo, el sistema de transporte parece funcionar bien para los visitantes que acuden a los destinos costeros como Cancún, Puerto Vallarta o Los Cabos, se vuelve más complejo fuera de estas zonas turísticas (OCDE 2017).
Para mejorar esta red de infraestructura y servicios de transporte, se requiere de un esfuerzo institucional que articule políticas públicas que alineen los incentivos del mercado y generen las opciones de movilidad necesarias para diversificar al turismo en México. Se refiere a aquellas acciones esenciales para alcanzar una mayor conectividad del transporte a los mercados de origen turístico, opciones nacionales de transporte que satisfagan a turistas nacionales, internacionales y de movilidad reducida, y una integración y coordinación sin fisuras entre las redes y servicios de transporte (SECTUR 2016).
En general los turistas buscan desplazarse de un punto A a un punto B bajo criterios razonables de costo, tiempo de traslado y calidad en el servicio (comodidad). Entre más barato, cómodo o rápido sea el viaje, más atractivo el destino para el turista. Una persona preferirá realizar su viaje de manera directa y sin escalas. Sin embargo, las redes de transporte no siempre tienen la capacidad de establecer conexiones directas con todos los destinos. Entre los atributos con los que sugiere la OCDE (2017) que deben contar las redes de transporte son seguridad, facilidad de uso, compatible con el medio ambiente, eficiente, accesible y asequible. Además, las redes de transporte deben permitir la combinación de múltiples modos de transporte, contar con información confiable y guía a través de diversos dispositivos, soluciones e innovaciones (VTT 2014).
Las redes de transporte, particularmente la red aérea, se caracterizan por movilizar a los pasajeros a través de un sistema de nodos estratégicos que tienen conexión con nodos más pequeños. Tal es el caso de por ejemplo los aeropuertos de la Ciudad de México, Monterrey, Guadalajara y Cancún.
Si México quiere diversificar sus destinos turísticos e incluir a más comunidades con potencial turístico, que hoy no se han consolidado, entonces debe fortalecer su conectividad con los mercados del turismo mundial. Para ello se requiere inversión, mejor infraestructura, ofertas más atractivas de productos turísticos, entre otros factores.
En este sentido, la Secretaría de Turismo del Gobierno de la República trabaja, en conjunto con la conferencia Nacional de Gobernadores, la sociedad civil organizada, empresarios, expertos y académicos, para construir una Política de Estado en materia de Turismo que genere prosperidad y bienestar para las familias mexicanas.