Comunicación Social

Ciudad de México, 1 de julio de 2019.

ALFONSO GUATI ROJO SÁNCHEZ, DIRECTOR GENERAL DE LA DIRECCIÓN GENERAL DE NORMAS:

Muchísimas gracias. Muy buenas tardes tengas todos ustedes. En lo personal y en nombre de la Secretaria Graciela Márquez Colín, y del Subsecretario Ernesto Acevedo, les doy la más cordial bienvenida a estas instalaciones de la Secretaría de Economía. Doy las gracias a todos y cada uno de los miembros del presídium; en especial, un saludo afectuoso al Excelentísimo Señor Embajador de la Unión Europea en México, Klaus Rudischhauser. Bienvenido, señor, aquí a su casa.

También agradezco la presencia en las instalaciones de la Doctora Dolores Barrientos Alemán, representante para México del Programa de Medio Ambiente para la ONU y al Maestro Ignacio Sánchez Díaz, quienes nos han ayudado financiera y técnicamente a que este proyecto evolucione, por lo cual, a nombre de la Secretaría de Economía, les extiendo mi más sincero agradecimiento. Muchísimas gracias por todo su apoyo.

Quisiera comenzar por platicarles que este proyecto juega un papel de gran relevancia en la profundización de la integración económica y cultural de América Latina y abona a la consecución de los compromisos internacionales que ha adquirido México como una de las quince principales economías del mundo.

Lo primero, debido a que armoniza prioridades, requisitos y estándares con Latinoamérica, especialmente con Costa Rica y Colombia. Y lo segundo, porque reafirma el empeño del Gobierno mexicano en dar cumplimiento a los objetivos de Desarrollo Sostenible en Naciones Unidas.

Nuestro Plan Nacional de Desarrollo 2019 - 2024 lo contempla dentro del eje transversal 3 “Territorio y desarrollo sostenible”. La incorporación del tema en el Plan Nacional de Desarrollo reconoce la construcción territorial plasmada en los artículos 42 al 48 de la Constitución Federal, así como la relevancia de un medio ambiente sano previsto en el artículo 4° de la Constitución.

En la Dirección General de Normas elaboramos Normas Oficiales Mexicanas, las cuales forman la estrategia de creación de políticas públicas a nivel nacional. El reto es grande. El día de hoy, tenemos registradas en el catálogo mexicano de normas 791 normas oficiales mexicanas. Esto es un reto importante porque si comparamos con países de Europa como Alemania, que registra más de 250 mil normas y con Estados Unidos que registra más de 100 mil normas, pues el reto es claramente identificable, y por lo que hace al consumo sostenible, necesitamos identificar esas buenas prácticas a nivel nacional. Hoy más que nunca seguir formulando propuestas de normas y políticas públicas para que el consumo sostenible no sea una coyuntura, sino un proceso constante y duradero, que impacte positivamente a generaciones futuras.

Se estima que la población mundial alcanzará los 9 mil millones de personas en 2050 y bajo el actual modelo de crecimiento económico y las actuales tendencias de consumo, se requieren modelos innovadores de producción y de consumo para poder lograr un futuro sustentable. De lo contrario, si efectivamente la población mundial llegara a alcanzar esta cifra, se necesitaría el equivalente de casi tres planetas para proporcionar los recursos naturales precisados para mantener el estilo de vida actual.

La energía que se consume actualmente para uso residencial es del 29% del total de energía en el mundo, lo cual genera una gran emisión de contaminantes ya que los hogares no tienen una cultura de consumo sustentable, ya que, si todas las personas del mundo utilizaran focos en sus casas de bajo consumo, el mundo se ahorraría 120,000 millones de dólares al año.

El papel que juegan las normas en estos procesos es vital. A través de la normalización podemos lograr esquemas de producción y consumo sostenible para todos los sectores y las industrias, en eficiencia energética, en el sector de la construcción, en el uso eficiente del agua, en el sector de la alimentación, entre muchos otros.

Independientemente de la sustentabilidad y los mandatos que tenemos afianzados en todo nuestro marco de gobierno vigente, dentro de la Secretaría de Economía también atendemos la instrucción presidencial sobre resguardar la integridad al consumidor, donde podamos generar para la población riqueza, competitividad y empleos a la par de la preservación de nuestro patrimonio natural.

Precisamente, la semana pasada publicamos en el Diario Oficial de la Federación un estándar sobre consumo informado y sostenible, la NMX-SECOFI-2019 sobre el uso de etiqueta ambiental en los productos, con la cual pretendemos promover el diseño, producción, comercialización y la utilización de productos que tengan repercusiones reducidas en el medio ambiente durante todo su ciclo de vida, y así proporcionar a los consumidores información certera sobre los productos que se encuentran en el mercado.

A pesar del camino recorrido, aún quedan muchos retos por delante: como, por ejemplo, lograr un mayor nivel de armonización con nuestros socios comerciales en Latinoamérica sobre etiquetado ambiental y fortalecer nuestro catálogo de normas sobre producción y consumo sostenible. Por esto, sin duda, tendremos que trabajar con los otros reguladores en el sector SEMARNAT y los demás actores protagónicos como el caso de PROFECO y CENAM, entre mucho otros.

Sin embargo, se debe entender que la sustentabilidad no solo la promueve el gobierno, sino también todo el marco corporativo de un país. En México, tenemos más de cinco millones de empresas registradas: 0.2% son grandes corporativos, 0.7% son medianas empresas y 99.1% se distribuye entre las pequeñas y micro empresas. Ahí precisamente, es donde se encuentra el desafío para implementar estrategias sostenibles, donde se entiende que hay que producir más con menos y generar una cultura de consumo informado y responsable. Esa es precisamente la base de nuestro Proyecto: ayudarlos desde el sector público a encontrar ese camino.

Desde la Secretaría de Economía, desde la Dirección General de Normas, asumimos este compromiso. Sean ustedes bienvenidos. Tenemos por delante una gran jornada por desarrollar.

Muchísimas gracias.