DIRECCIÓN GENERAL DE COMUNICACIÓN SOCIAL

México, D.F., 17 de marzo de 2015.

 

Primero, felicitar a la familia Profeco por este sin duda, esta gran celebración del Día Mundial de los Derechos del Consumidor.

Cuando hablamos de los derechos, sobre todo aquellos que están reflejados constitucionalmente, a veces es difícil entender por qué toma tanto tiempo y esfuerzo pasar del precepto constitucional al impacto, al beneficio y a la implementación misma de las acciones y políticas públicas que tienen que llevar adelante la realización de ese precepto constitucional. Eso sin duda los mexicanos lo hemos aprendido, y sin ser abogado lo comparto con ustedes, en todas las áreas del ámbito nacional.

Los derechos, sin duda, se salvaguardan, pero sin una sociedad participativa, sin una sociedad que nos obliga, que nos empuja todos los días a hacer y materializar esos derechos, los objetivos planteados tardan en llegar y tardan en aterrizar.

Para mí estar aquí este día sobre todo acompañando a mi amiga, la Procuradora Lorena Martínez, a quien felicito por este gran año de logros y de esfuerzos. Saludar también la presencia de nuestro Subsecretario de Salud, doctor Pablo Kuri, mandándole un fuerte abrazo a la doctora de Mercedes Juan, quien no nos pudo acompañar, por tener en este día un compromiso con representación presidencial. Saludando a todos los subprocuradores de la Profeco que están colaborando en este gran esfuerzo, pero sobre todo reconociendo la presencia de los miembros del Consejo Consultivo de la Profeco, de la doctora Luna que nos acompaña el día de hoy y dándole también con mucho gusto la bienvenida a los nuevos consejeros, a los nuevos consejeros que se acaban de incorporar no hace mucho, según me dicen, hace unos cuantos días tenemos cuatro nuevos consejeros entre quienes nos honra mucho que Roy Campos represente a esta nueva camada de consejeros que se incorporan para fortalecer, sin duda, el análisis y la opinión sobre las políticas públicas en favor de los consumidores.

El simbolizar este año, en el 2015, el Día Mundial de los Derechos del Consumidor, con esta alianza, Derecho a la Alimentación Saludable, sin duda es un gran compromiso con uno de los temas más delicados en la definición de la política de salud nacional.

Muchos de ustedes están conscientes, por las estadísticas nacionales que observamos; otros nos ha tocado palparlo en la realidad. Un servidor ha tenido el privilegio de hacer un par de campañas a nivel de diputado federal y en ese sentido visitar a electores, saludar a la gente en sus barrios, en sus colonias, tocar en una casa, saludar a la madre de familia y encontrarse que en esa casa el padre de familia está pensionado por una incapacidad: un señor que no rebasa los 55 años de edad, que por amputación quedó incapacitado y que está asociado a la diabetes y a la obesidad.

Cuando vemos la pérdida de capital humano que este país enfrenta por la falta de un diseño de políticas públicas que nos ayuden realmente a comprometernos a reducir uno de los graves nacionales más importantes en materia de salud pública, nos damos cuenta que en esto de los derechos que mencionaba la Procuradora, no sólo es importante el informar. La información es algo que es fundamental para poder lograr un objetivo en ese sentido. No es sólo suficiente informar, sino también tenemos que educar, porque a través de la educación podemos cambiar patrones y conductas de consumo que a veces son heredados en procesos familiares donde los patrones del padre se heredan a los hijos y donde hay que cambiar las cosas de un tajo.

No sólo está el derecho de elegir dentro de estos siete derechos que menciona la Procuradora, pero hay un elemento fundamental, que no está marcado como derecho, y es la responsabilidad del sector público de facilitar la elección de opciones. En esa misma experiencia personal, anecdótica, les comparto que en los veranos, pasaba los veranos ayudándole en la tienda de abarrotes a mi padre, en el centro de Monterrey. Ver cómo llegaban los albañiles y los trabajadores a las ocho de la mañana o siete y media de la mañana, a comprar un refresco, una telera y un plátano, que era el alimento del día, es porque no es necesariamente que no hayan tenido información, no necesariamente no es que no conozcan los efectos de una alimentación saludable. En la base de la decisión y de la elección es que para que pueda elegir tenemos que ayudar a que tenga opciones para elegir.

La reducción del consumo de refrescos, la reducción de alimentos altamente calóricos, la única manera que vamos a lograrla no es exclusivamente a través de un sistema de precios, sino es a través de los esfuerzos que está haciendo la Profeco y otros organismos, sobre todo la Secretaría de Salud, para poder a través de la educación y la facilitación de opciones de consumo, poder realmente transformar una realidad. En ese sentido los felicito por haber escogido en este año justamente esta alianza por el derecho a una alimentación saludable para los mexicanos.

Dentro del contexto de los esfuerzos que como país estamos haciendo en favor de los consumidores, también tenemos que reconocer que debemos estar conscientes que parte importante de lo que estamos logrando se centra en cómo facilitar la consecución de esos derechos.

En las reformas estructurales que como mexicanos hemos sido capaces de procesar, encontramos en el fondo un común denominador al menos en cuatro de ellas: la reforma en competencia económica. La mejor manera de facilitar en una economía un mejor cumplimiento de los derechos del consumidor está cuando los mercados funcionan de una manera competitiva.

Cuando logramos que a través, justamente, de la oferta, los consumidores puedan elegir; cuando logramos a través de la oferta que haya calidad y competencia en precios estamos logrando un gran avance; cuando luchamos todos los días con el esfuerzo de la supervisión de las gasolineras que incumplen de manera explícita con litros de a litro, la mejor manera es a través de la apertura del sector con la participación de agentes a partir del 2017, con poder vender gasolinas que puedan ser compradas en cualquier parte del mundo y ofrecidas por cualquier tipo de compañía en territorio nacional.

Cuando el consumidor se dé cuenta que en su tanque se carga mejor en unas gasolineras que en otras, estaremos logrando la presión que no necesariamente se cumple todos los días a través de la verificación por el gran tamaño del universo a verificar en este proceso.

La misma reforma en competencia reflejada en los Derechos del Consumidor en materia de telecomunicaciones nos lleva al día de hoy a ver ya resultados específicos y concretos: la portabilidad, la posibilidad –no sólo la posibilidad- la realidad de la reducción de las tarifas, la eliminación de los cobros de larga distancia, la posibilidad de tener una Subprocuraduría especial para defender los derechos del consumidor, son elementos que ya están dando resultado a favor de los consumidores mexicanos.

Si lo vemos desde el punto de vista de la reforma financiera, también el derecho a que un consumidor pueda transportar su hipoteca entre instituciones financieras, le da el derecho que muchos consumidores tienen en el mundo para poder hacer más competitivas las tasas de hipotecas en nuestro país.

Ese tipo de acciones finalmente impactan en el ambiente de respeto a los derechos del consumidor. Y en ese común denominador es en el cual debemos de seguir concentrando estos esfuerzos. Pero la Profeco no se queda ahí, no se queda simplemente siendo beneficiaria para proyectar a los consumidores beneficios conceptuales de las reformas materializadas si no ha ido más allá.

A través de los convenios que me ha tocado ser testigo con la CFE, con el Infonavit, con Cofepris, con el IMPI, con la Secretaría de Turismo, estamos avanzando los derechos de los consumidores en muchos frentes. ¿Por cuánto tiempo tuvimos que soportar las quejas de los consumidores en cuanto a la calidad de las viviendas de interés social sin que nadie defendiera sus derechos en términos concretos, independientemente de las reformas que como legisladores hicimos en materia de las garantías de los inmuebles de interés social?

Ahora con el Convenio firmado con el Fovissste y con el Infonavit hay una instancia específica, hay un fondo concreto a través del cual poder construir estos derechos fundamentales en el patrimonio básico de los mexicanos que es su casa.

En el caso de CFE soy vecino en la colonia Condesa, de la Profeco. Días sí y otros también estaban tomados por consumidores del sector eléctrico, era imposible aceptar que para poder solucionar una queja la CFE era juez y parte en el proceso de solución. El haber generado Ombudsman para las quejas sin duda da una credibilidad a los procesos de resarcir justamente las quejas de los consumidores.

En materia de publicidad engañosa, el Convenio que acaba de firmar el IMPI con la Procuradora sin duda nos lleva a algo que acaba de reafirmar el Tribunal Superior en materia de publicidad engañosa y que nadie está exento del mismo. Desde compañías globales hasta compañías pequeñas abusan de esto que data desde los años mil ochocientos, con todos los que vendían ungüentos mágicos para la salud y que sin duda es algo que no se debe de permitir dentro de los procesos de posicionamiento mercadológico de un producto.

Yo simplemente compartiría con ustedes que el siguiente paso natural es conjuntamente con el… fortalecer los Derechos del Consumidor Mexicano como derechos fundamentales y derechos cotidianos como lo definió el Presidente de la República para poder armar la agenda hacia adelante.

No me resta más que felicitar a todos los actores involucrados, a los organismos no gubernamentales, a los organismos de consumidores, al consejo consultivo, a la Procuraduría y a sus aliados estratégicos, para este año, en el caso del sector salud, por un esfuerzo que día a día nos lleva a seguir garantizando de que en México los Derechos del Consumidor, no se queden en el papel sino a través de la acción ciudadana y de la política pública puedan ser una realidad en beneficio de la sociedad mexicana.

Muchas gracias y muchas felicidades.