DIRECCIÓN GENERAL DE COMUNICACIÓN SOCIAL

 México, D.F., 12 de junio de 2014.

 

Licenciado Enrique Peña Nieto

Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos.

Señora Indra Nooyi

CEO y Directora del Consejo de Administración de PepsiCo.

Licenciado Rodrigo Medina

Gobernador Constitucional del Estado de Nuevo León.

Secretario de Agricultura

Enrique Martínez y Martínez

 

Presidente de la Comisión de Economía de la Cámara de Diputados, Mario Sánchez Ruiz, y a los Legisladores Federales de Nuevo León aquí presentes.

Contador Raymundo Flores Elizondo

Presidente Municipal de Apodaca, Nuevo León

Licenciado Pedro Padierna

Presidente de PepsiCo México.

 

Con más de 100 años en nuestro país, PepsiCo ha sabido ganarse el aprecio de generaciones de mexicanos.

Esta gran empresa ha sido un fiel acompañante de nuestra economía a través de sus grandes transformaciones, contribuyendo al desarrollo del sector agroalimentario nacional.

PepsiCo desempeña un papel destacado en la economía:

Es un importante consumidor del campo mexicano, al comprar el 17 por ciento de la producción nacional de papa y el 15 por ciento de la producción nacional de trigo; y

A través de sus casi 300 centros de distribución, 18 plantas de producción de alimentos, y 40 plantas de producción de bebidas, PepsiCo ha contribuido a que nuestro país sea hoy el octavo productor de alimentos procesados a nivel mundial.

En el crecimiento de PepsiCo, también podemos ver la enorme evolución que ha experimentado nuestro sector industrial en las últimas décadas:

En 1938 PepsiCo abría en la ciudad de Mexicali su primera planta embotelladora en nuestro país, y hoy, 76 años después, estamos inaugurando su primer Centro Global de Innovación en Horneado y Nutrición.

Esto es muestra que PepsiCo se ha adaptado a las transformaciones de México: en su inicio encontró un mercado interno cerrado al mundo y con mano de obra barata; hoy encuentra una economía abierta, que ofrece capital humano preparado, que aporta talento, creatividad y capacidad para innovar. 

Para competir en una economía internacional cada vez más basada en el conocimiento, los países necesitan de las 3 “i’s”, que son clave para fortalecer sus capacidades: inversión, innovación e integración.

En materia de inversión, la agenda de apertura que se inició hace 20 años y que el señor Presidente Enrique Peña nos ha dado el mandato para continuarla con fuerza, nos ha permitido hacer de México un país atractivo para la inversión extranjera directa, pasamos de un promedio anual de inversión extranjera de 2 mil 800 millones de dólares en la década de los ochentas, a un promedio después, en la década ya de los noventas y del inicio de este milenio,  de casi  20 mil millones de dólares.

Hoy, somos el segundo mayor receptor de Inversión Extranjera Directa en América Latina y, el año pasado, recibimos más de 38 mil millones de dólares, la cifra más alta desde que se reporta este indicador en México, esto acredita la creciente confianza que los inversionistas tienen en el futuro económico de nuestro país.

No obstante, lo más importante de la inversión no es sólo su monto, sino su impacto en la economía. En ese sentido, es importante destacar que la calidad de la inversión que recibe nuestro país es, cada vez mayor, ya que se tiene como destino sectores de mayor intensidad tecnológica.

Eso ha permitido que México destaque entre los países del G20 como el tercer exportador de manufacturas de media y alta tecnología como porcentaje del PIB, tan sólo detrás de Corea y Alemania.

Esto nos lleva a la segunda “i”, la “i” de Innovación. En los países desarrollados, entre la mitad y dos terceras partes de su producto, está sustentado justamente en la innovación y en la investigación. Es decir, ahora el apoyo a la ciencia y tecnología es también una herramienta central en las estrategias de desarrollo económico.

Un factor crítico para impulsar la innovación es incrementar la capacidad de absorción de … grandes empresas globales hacia las PYMES del país.

Para lograrlo, es imprescindible que los distintos actores del ecosistema innovador establezcan sinergias a través del modelo de cooperación de “triple hélice”, en donde convergen los esfuerzos del gobierno, la iniciativa privada y el sector académico.

Un reporte publicado recientemente por el IMCO, utilizando datos de la Secretaría de Educación Pública, nos dice que en el  2010 sólo 25 por ciento de las empresas mexicanas que realizó actividades de investigación y desarrollo, lo hizo en vinculación con algún centro de investigación.

Este dato nos muestra que tenemos mucho camino por recorrer en materia de colaboración entre el sector empresarial y el de ciencia, la tecnología y la investigación.

Por eso, hoy invitamos a nuestros a amigos de PepsiCo a:

A emplear al máximo la infraestructura y herramientas que proporcionan parques como el de Investigación e Innovación Tecnológica (PIIT) de Apodaca, Nuevo León, un gran acierto de la administración del licenciado Rodrigo Medina de la Cruz;

También los invitamos a aliarse con el sector académico de Nuevo León, y abrir su Centro Global de Innovación a los estudiantes por medio de prácticas profesionales;

Y también a establecer un esquema de vinculación con los principales centros de investigación no sólo de Nuevo León, sino de toda la región de noreste del país.

Una mayor aplicación científica, el uso de nuevas tecnologías, y la innovación, es el camino más efectivo y sustentable para incrementar constantemente el valor agregado de los bienes y servicios que se producen en el país.

De esta manera, podremos participar en procesos de mayor intensidad tecnológica en las cadenas globales de valor y así lograr la tercera “i”, la de Integración.

La especialización por procesos de producción para un mismo bien, en varios países, es el fenómeno que hoy está definiendo la economía internacional. Eso explica el que actualmente el comercio de productos intermedios representa el 40 por ciento del comercio mundial.

En este escenario, cada vez es más importante lo que hacemos y el valor que agregamos a las cadenas de valor global.

Por lo tanto, la lógica ya no es competir con otros países en bienes finales, sino integrarnos a las diferentes cadenas de valor y colaborar con el mayor valor agregado a la creación de un producto o servicio.

Para poder darle una ventaja competitiva a nuestro país bajo este esquema, es necesario involucrarnos en la fase inicial o final de la cadena productiva, estas son las que capturan mayor valor agregado.

Señoras y señores:

La importancia del Centro Global de Innovación en Horneado y Nutrición de PepsiCo es que cuenta con las 3 “i’s”:

·      Una inversión de 22 millones de dólares que representa el inicio del despliegue de un plan de inversión por 5 mil millones de dólares para los próximos 5 años (2014-2018);

·      Innovación, pues es un centro de investigación de alto nivel dedicado a la investigación y desarrollo de tecnologías de horneado para la creación de una nueva generación de productos más saludables, que hará de nuestro país un referente en la materia.

·      Y, finalmente, integración; ya que el Centro Global de Innovación de Apodaca representa la integración de México a la fase inicial de la cadena de productos horneados de PepsiCo.

 

Esta transferencia de conocimiento de México al mundo y del mundo a México, sin duda apoyará el desarrollo de las capacidades del capital humano nacional y fomentará el escalamiento productivo en otras cadenas de valor en las que participa nuestro país.

PepsiCo apuesta por México porque sabe que nuestro país ofrece las condiciones que le permitirán expandirse hacia otros países y continuar ganando mercado con productos innovadores que llevan orgullosamente la creatividad y el diseño mexicano.

Muchas gracias.