El año pasado, el Órgano de Apelación de la Organización Mundial del Comercio (OMC) dictaminó que los requisitos de etiquetado del país de origen (COOL, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos discriminan en contra de México, desalentando las compras de ganado nacido en territorio nacional. El día de ayer venció el plazo prudencial otorgado a Estados Unidos, para modificar los requisitos COOL, de acuerdo a las recomendaciones emitidas por la OMC, el pasado 23 de julio de 2012.

Para cumplir con las recomendaciones de la OMC, el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA), ha publicado una nueva regla de COOL. México considera que esta nueva regla es aún más estricta que la primera, ya que exige que los productos cárnicos elaborados en dicho país, especifiquen en su etiquetado el lugar donde nació, creció y se sacrificó el ganado del cual fueron elaborados, lo cual elimina las flexibilidades que permitían mezclar ganado de Estados Unidos y de México bajo una sola etiqueta.

México está convencido que la nueva regla de COOL no cumple con los requisitos de la OMC y generará un daño aún mayor a las exportaciones de ganado mexicano. El programa de etiquetado de Estados Unidos crea graves distorsiones al comercio, ya que aumenta de manera innecesaria los costos para el sector ganadero.

México y Canadá se pronunciaron en contra de la regla durante la etapa de comentarios públicos. Además, mediante una comunicación conjunta, el Ministro de Comercio Internacional de Canadá, Ed Fast, y el Secretario de Economía de México, Ildefonso Guajardo, de fecha 12 de abril de 2013 dirigido a la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos en Funciones, Embajador Demetrios Marantis, expresaron su oposición a las pretensiones de los Estados Unidos, dado que iban en sentido opuesto a la decisión de la OMC y con un impacto económico negativo mayor aún al que COOL ha tenido.

El Gobierno de México seguirá defendiendo los intereses del sector ganadero nacional. México continuará ejerciendo sus derechos en el marco de la OMC, incluida la imposición de medidas de represalias, hasta que Estados Unidos cumpla con sus obligaciones internacionales.