Agradezco muchísimo a Fernando Solís, Presidente de la Asociación Mexicana de Asociaciones de Seguros, la Invitación.

Al compartir este panel, me honra estar aquí con el Presidente del Consejo Mexicano de Hombres de Negocios, con Claudio. Con mi amigo, Gutiérrez Candiani, Presidente del Consejo Coordinador Empresarial.

Y rápidamente: ustedes entraron a ayer a la presentación con el Doctor Krugman, el debate que hoy refieren los medios de comunicación, la pregunta que se hace el Dr. Krugman: ¿Por qué México, teniendo todo lo que tiene y haciendo todo lo que ha hecho, no se ha convertido en un milagro?

De alguna manera, es una pregunta retadora, porque lo que está diciendo justamente es referirnos al diagnóstico que de alguna manera ya está bastante socializado y compartido entre los especialistas y los líderes empresariales de este país.

El país logró ya después de 30 años de sube y bajas, finalmente engendrar en la clase política la responsabilidad de que la estabilidad financiera es fundamental, es una condición sin qua non, que no debe estar sujeta a ningún debate político.

Habiendo sido diputado en dos legislaturas, en la LVIII y en la LXI, puedo decirles que realmente es reconfortante ver un presupuesto que se aprueba año con año, y la prueba fue que este último presupuesto que le tocó al presidente Peña Nieto, que se aprobara en la Cámara, déficit cero y obviamente con un manejo responsable de la deuda pública.

Eso lo aprendimos a través de lecciones muy duras en la historia económica de México, y lo aprendimos bien porque finalmente ese es un activo, al cual también el doctor Krugman hace referencia.

Y bueno, partimos de una base sólida de estabilidad y que ha sido de alguna manera un reconocimiento internacional, pero, por otra parte, también se nos reconoce que hemos sido un país con la congruencia absoluta de una incorporación inteligente a la globalidad.

A partir de mediados de los ochenta, la incorporación al GATT y el acceso a la integración que hizo referencia mi amigo Gutiérrez Candiani, al Tratado de Libre Comercio de América del Norte. A partir de ahí siguen 12 tratados internacionales que nos conectan con 44 países, y bueno, la pregunta de fondo es ¿hicimos la tarea en la estabilidad? Nos subimos a la ola de la globalidad de manera correcta, pero seguimos sin crecer. Ese es el cuestionamiento de fondo.

Y la respuesta la tenemos prácticamente digerida en esta sociedad y en este análisis crítico que hacemos de la economía nacional.

Habernos incorporado a la globalidad requería no sólo estabilidad financiera sino también requería haber hecho una tarea fundamental que quedó inconclusa. Y esa tarea implicaba haber avanzada en la competencia económica.  Creamos la Cofeco y creamos la ley pero nos llevó 17 años para sentarnos de nuevo para ponerle dientes a la Cofeco.

La tarea implicaba invertir en investigación y desarrollo, sobretodo innovación,  y nos quedamos con el .4 por ciento del PIB promedio a través de todos estos años cuando nuestros competidores mundiales estaban invirtiendo con tasas muy superiores.

Debimos haber reformado la ley de energía y nos quedamos con una gran potencia en el subsuelo que no hemos sabido explotar de una manera racional y responsable, con energía abundante y a precios competitivos.

En educación, nuestros competidores estaban muy avanzados en las calificaciones de las pruebas mundiales mientras que el sistema educativo nacional, en las últimas dos décadas, se nos ha deteriorado entre las manos.

Es muy difícil haberse subido al terreno global de la competencia internacional, teniendo a nuestros actores en el sector privados amarrados de un pie y una mano sin darle los instrumentos fundamentales justamente de competitividad, que es justamente a lo que se refiere este panel, en todos los aspectos de la economía nacional

¿En dónde estamos parados en este momento? En que, por fin, después de haber intentado desde 1997 la concertación política de todos los actores involucrados, se logra a través de un mecanismo innovador, el Pacto por México, procesar justamente la tarea que en dos décadas no hemos podido procesar.

Y a qué nos lleva el procesamiento de esta tarea, a conceptualizar algo que el Presidente está utilizando reiteradamente en sus discursos: democratización de la productividad.

¿Cómo lo debemos de entender? Tenemos actores que han sido exitosos en la integración global, pero lamentablemente cuando hablamos del número de empresas que concentran el gran éxito exportador son las menores. La gran cantidad de agentes económicos no del país están conectados al éxito de la globalidad.

Y a través de democratizar la productividad, quiere decir que todos los actores y todas las regiones se conecten en este tren de integración a las cadenas de exportación, a las cadenas productivas y sobretodo con un esfuerzo de fortalecimiento del mercado interno

En esa dirección va: democratizar la productividad quiere decir democratizar el crédito que hoy, el Pacto por México, se firmó oficialmente la iniciativa para enviársela al Legislativo  para hacer reformas de fondo en el sector financiero. En ese sentido va la Reforma Laboral, que ya se procesó, la Reforma a la competencia y a las telecomunicaciones y obviamente las reformas que están en proceso.

En resumen, y en complemento al análisis que ayer hacía el Doctor Krugman, no hemos sido un milagro porque todavía estamos en una tarea que, afortunadamente, se acaba de recomenzar a escribir y esperemos que exitosamente podamos concluir.

Gracias.