DIRECCIÓN GENERAL DE COMUNICACIÓN SOCIAL

México, D.F., 08 de octubre de 2015.

 

El día de ayer tuvimos un evento con la Comisión de Competencia Económica de México para celebrar las Jornadas por la Competencia. Se honraron y se premiaron ocho estudiantes de México por su contribución y estudios para mejorar la competencia en México, desde cómo combatir las prácticas monopólicas en los servicios de farmacia y medicinas hasta cómo mejorar los sistemas de transporte público colectivo.

¿Por qué empiezo a hablar de la competencia cuando voy a hablar de la relación que tiene el comercio exterior con los innovadores? Porque la base de la competencia en México es poder cambiar una cultura del privilegio por una cultura del esfuerzo, poder erradicar las rentas monopólicas extraídas por empresas que de alguna manera tuvieron durante muchos años concentración de mercado, por liberar los productos, bienes e insumos que son fundamentales para que funcione una economía y para quien independientemente dónde nazca, que tenga la capacidad y la inteligencia de tener una buena idea, esa buena idea pueda prosperar sin burocracia, sin acatamientos de mercado e intereses específicos que impiden el desarrollo de las naciones.

Por eso todos, independientemente de la responsabilidad que tengamos, empresarios, funcionarios públicos de cualquier nivel de gobierno, tenemos un compromiso con la competencia que es la base de la innovación, de la generación del talento y de la igualdad de oportunidades.

Es por ello que creo que la Semana del Emprendedor es una Semana para celebrar que tenemos un gran compromiso para igualar las condiciones de un país.

A través de la historia económica de México hemos luchado contra esa condición de concentración de mercados y de rentas monopólicas. La historia del comercio exterior en México inicia justamente con la entrada al GATT en el 86 y se consolida con el Tratado de Libre Comercio de América del Norte.

No es casualidad que justamente en el 94, cuando iniciamos el Tratado de Libre Comercio, acababa de surgir por primera vez en la historia económica de México una institución que protegiera los derechos de los consumidores y que garantizara condiciones justas en los mercados.

Lamentablemente cuando nace como respuesta al retraso que teníamos con los socios de América del Norte, cien años después de que en Estados Unidos el chairman act había garantizado condiciones de competencia, nace sin dientes y nace sin herramientas de fondo para fortalecer el mejor comportamiento de los mercados y fue hasta 20 años después cuando parte del paquete de reformas económicas logradas en este país hicimos la reforma a fondo en materia de competencia económica, creamos una COFECE autónoma e independiente con instrumentos reales para combatir las indebidas concentraciones de mercado.

Y parece que en el paralelo de esa historia volvemos a coincidir una vez más con un tema trascendente en materia de integración global. Dimos el primer paso hace más de 20 años cuando por primera vez lanzamos al mundo una plataforma de comercio internacional como la de América del Norte que fue en su momento la primera que rompió con los paradigmas que países de diferente nivel de desarrollo pudieran integrarse, la primera que tenía una zona real de libre comercio y que empezó a crear cadenas productivas para cambiar la estructura económica de un país.

A veinte años podemos afirmar que estas cadenas de valor han transformado la vida de mexicanos en el norte, en el centro, en el área del bajío, en el occidente, sí, esa es la parte de México que se ha logrado incorporar a la economía mundial, pero hay una parte que sus condiciones de despegue o de desarrollo no le dieron para poder engancharse al tren del desarrollo. Y es justamente el sur de México el que en ese contexto ha quedado rezagado en el proceso.

Por eso a veinte años de haber integrado esta zona tenemos un nuevo reto: poder volver a estar a la vanguardia a nivel mundial. Y fue justamente en esa historia de veinte años que hoy, el lunes a las cinco de la mañana en la ciudad de Atlanta concluimos la negociación del Tratado del Pacífico, por sus siglas en inglés el TPP, donde 12 naciones de tres continentes distintos estarán integradas en una zona amplia de libre comercio, obviamente en donde afortunadamente las diferentes vocaciones productivas se pueden complementar y pueden por primera vez presentarse como la mejor y la más alta plataforma con los más altos estándares en la integración del comercio global.

Este Tratado corrige una deficiencia del Tratado de América del Norte: incluye un capítulo para la promoción de las pequeñas y medianas empresas, reconoce que para poder validar el impulso al libre comercio en el mundo, este libre comercio tiene que tener beneficios para todos; reconoce que tenemos que cuidar los derechos laborales, que tenemos que cuidar los derechos ambientales; que tenemos que garantizar que los beneficios no sólo son para las grandes empresas sino también para las pequeñas y medianas.

En esa historia, justamente, a veinte años de haber lanzado una iniciativa revolucionaria al cierre del siglo XXI, hoy México se pone a la vanguardia, al cierre del siglo XX hoy México se pone a la vanguardia en el siglo XXI para la siguiente plataforma de desarrollo global en materia de comercio internacional.

Y en ese proceso es interesante que lo hacemos partiendo de una plataforma distinta de hace veinte años. Hace veinte años necesitábamos reformas estructurales que combatieran los monopolios públicos y los monopolios privados. Y hoy a veinte años, gracias al esfuerzo que todas las fuerzas políticas hicieron, podemos contar con esa plataforma que impiden las concentraciones públicas y privadas, generan eficiencias y abren la posibilidad de que los insumos puedan ser lo suficientemente competitivos para permitirle a las pequeñas y medianas formar parte de esta cadena de progreso.

En la presentación que les preparé el día de hoy pienso abordar dos temas: el primero es justamente la historia, cómo hemos ido ampliando la plataforma de México en el mundo desde el punto de vista comercial.

El segundo, compartir con ustedes la iniciativa que fue compromiso del Gobierno de la República para poder crear zonas económicas especiales en el sur de México para poder compensar el rezago en el desarrollo.

Empecemos con la primera lámina. Hacía yo referencia que en 1994 iniciamos esta gran, gran, gran trayectoria hacia una zona de libre comercio de América del Norte. A partir de ahí cada uno de los años marca, en diferentes colores, los tratados que México ha ido integrando en este proceso a través del tiempo.

En el 99 integramos a Chile; en el 95 a Colombia, vino después Israel en el 2000, el Tratado con la Unión Europea en el 2000, después nos integramos con zona de Islandia, de los países nórdicos; Suiza en el 2001 y en el 2004 con Uruguay; en el 2005 con Japón, que hoy cumple 10 años ese Tratado, después Perú, después el Tratado Integral con Centroamérica y en el 2015 con Panamá.

Hoy tenemos dos tratados concluidos en materia de negociaciones, el de la Alianza del Pacífico con Chile, Colombia y Perú, que nos permite aprovechar la integración con los países más dinámicos de América Latina con tasas de crecimiento por encima del promedio latinoamericano y que están dando una gran expansión a las exportaciones de México a ese continente.

El lunes concluimos el TPP. Ambos estarán sometidos a la autorización del Senado de la República y sin duda estamos en proceso de una integración con la parte de Medio Oriente que México se había ausentado en ese mercado con Turquía y Jordania que son puntos de tránsito y puente a las exportaciones a esos países.

En conjunto tenemos libre comercio con 46 países que representan el 60 por ciento de la capacidad productiva mundial y el 53 por ciento del comercio que se hace en el mundo. Conjuntamente somos mil 150 millones de consumidores. Sin duda, ahora que estamos a punto de procesar la aprobación del TPP ahí estaremos ampliando los procesos de integración con 12 naciones.

La siguiente lámina nos muestra la importancia que ha tenido el comercio exterior en la economía mexicana.

De entrada, en los ochentas, digamos que el 38 por ciento de la economía mexicana estaba ligada al sector externo. Cuando medíamos comercio internacional sobre producto nacional no rebasaba el 38 por ciento. Hoy rebasa el 66 por ciento del producto generado en la economía.

La gráfica que ustedes están observando nos dice en azul y en verde cuando el crecimiento de un año está propiciado por exportaciones, es azul y cuando está propiciado por verde es demanda interna.

Ustedes podrán observar que a través del periodo de tiempo que estamos observando de los últimos veinte años es la franja del comercio internacional la que nos ha ayudado a veces a sacar a la economía de procesos recesivos o procesos lentos de crecimiento.

La siguiente lámina nos muestra justamente cuál es la importancia de la negociación que acabamos de concluir el lunes. Si ustedes observan en el mapa, están ilustrados los 12 países que lo conforman. En el año 2006 la negociación con el Grupo P4, donde estaban Chile, Australia, Singapur, después se extiende en el 2008 la negociación a incluir un total de ocho países donde entra Estados Unidos y en el 2011 entramos Canadá y México; finalmente Japón entra en la negociación en el 2012, la acabamos de concluir en el 2015 en México. Estuvo en el proceso lo suficiente para influir en los resultados de esta negociación.

La siguiente gráfica nos muestra cuáles han sido las tasas de crecimiento del comercio exterior de los diferentes países con los cuales tenemos relación comercial. La primera es la total. Nuestras exportaciones e importaciones en el periodo 2010-2014 han incrementado, se han incrementado por encima de 30 por ciento. Cuando observamos los diferentes bloques: América Latina es el primero; el Tratado de Libre Comercio con Canadá y Estados Unidos es el segundo; la Unión Europea es el cuarto, perdón; el TLCAN es el tercero; la Unión Europea es el cuarto, y el último es la relación económica con el Asia-Pacífico, ésta es la principal justificación de por qué México tenía que incluir un Tratado con el Pacífico para completar su mapa de integración.

TLC de América del Norte hacia arriba; Alianza Pacífico hacia el Sur; Unión Europea con un Tratado que hace 15 firmamos y que estamos por iniciar su modernización y era necesario emplear la relación comercial con Asia, que es el continente que más rápidamente está creciendo en el mundo.

¿Por qué nuestra integración se dio bajo una visión estratégica? Obviamente era lo que les comentaba, que fundamentalmente entramos al TPP, y ahí es la siguiente lámina, porque si México se hubiera quedado fuera hubiéramos perdido las ventajas de penetración en el mercado de consumo de Canadá y Estados Unidos. No hubiéramos cuidado la portería y no hubiéramos incluido la definición de los procesos de integración de los países de Asia en América del Norte y fundamentalmente para poder cuidar el contenido regional que México aporta a las cadenas productivas que van como exportaciones al resto del mundo desde América del Norte.

Pero desde el punto de vista de vinculación regional lo que estamos haciendo es fortalecer nuestros lazos establecidos ya con países de América Latina, pero adicionalmente lo que buscamos es la incorporación de seis nuevos mercados con los cuales México no tenía libre comercio: Australia, Brunei, Malasia, Nueva Zelanda, Singapur y Vietnam.

Obviamente, adicionalmente a eso consolidamos nuestra relación existente con América del Norte y con la zona de la Alianza del Pacífico. Los nuevos mercados representan una visión de 200 millones de consumidores a esta Alianza.

¿Cómo beneficia el TPP a los emprendedores y a las PyMEs? Primero, nos ayuda a mejorar la plataforma de exportación desde América del Norte y de América Latina; profundiza nuestra relación con Japón y abre nuevos mercados en la región de Asia-Pacífico. Pero lo más importante es que incluimos por primera vez un Capítulo de Servicios y de Comercio Electrónico que no estaba incluido en las negociaciones anteriores.

En ese sentido, poder incorporar la capacidad y el talento creativo en los temas de comercio electrónico que son la pauta en el nuevo siglo es fundamental para el talento y la creación de PyMEs y emprendedores mexicanos.

En la siguiente gráfica fundamentalmente establecemos las medidas que trae el nuevo Tratado. La creación del Comité de Pequeñas y Medianas Empresas para impulsar su integración en esta alianza comercial y productiva, el impulsar un modelo de crecimiento con la incorporación de las PyMEs en las cadenas de valor, el no discriminar para productos y medios digitales, tratarlos igual como los bienes físicos, el identificar áreas para el fomento de capacidades… y el aumentar la participación de las PyMEs en las cadenas de valor generadas en este proceso.

¿Qué nos falta para el TPP? Tenemos que concluir la revisión de los textos y hacer la traducción a los idiomas que están integrados entre todos los países que se incorporaron en la negociación. En ese momento los textos se harán públicos.

Esta negociación ha sido acusada de haber sido realizada en secrecía, fuera de la opinión pública. No hay nada más lejos de la verdad. El equipo negociador mexicano ha sostenido mil cien reuniones de consulta con sectores productivos mexicanos y con organizaciones de la sociedad civil.

Cada ronda de negociación se hace un reporte al Senado de la República, que será la Cámara indicada para autorizarlo y finalmente el debate será dado a partir de su inscripción en el Senado de la República.

El que los textos en sí mismos no hayan estado disponibles en plataformas informáticas tiene que ver simple y sencillamente que una negociación es un proceso continuo de cambio y de transformación a la hora que uno avanza el interés-país, y el ponerle en blanco y negro debilita la estrategia de negociación nacional.

No es hasta que no termina la negociación cuando se tiene que informar abierta y transparentemente en dónde concluyó la negociación y mandarla a análisis y ratificación de los senadores si consideran que, como nosotros creemos, es uno de los tratados que sin duda abrirán brecha en el siglo XXI en el comercio internacional.

Hay casos, los casos de éxito que hemos venido observando en el proceso de integración están ligados a sectores fundamentales y sectores importantes dentro de la integración de la cadena de valor, entre ellos aquí apunta a un par de ellos, pero déjenme compartirles que estuve invitado en la ciudad de Monterrey no hace más de dos meses a un evento anual que hace una empresa acerera, Ternium y Tamsa, que producen grandes, son grandes productores de acero para la industria automotriz y la industria de tubos de acero para los gasoductos, y ellos todos los años tienen un evento de premiación para todo el desarrollo de capacidades de empresas pequeñas que son proveedores de esta gran empresa.

Ve uno casos muy específicos de empresarios que inician en un taller básico de producción elemental, y cómo con el apoyo instrumental del INADEM y de la misma empresa logramos transformar con financiamiento y capacidades productivas, talleres con cinco empleados a llegar a tener 50 empleados, cien empleados, y transformarse en empresas de calidad global. Ese es el reto. ¿Cómo podemos alentar la participación de los pequeños y medianos en las cadenas de valor? ¿Cómo podemos aumentar ese 35 por ciento de contenido nacional que hoy tenemos en promedio, donde hay industrias con alto contenido como el automotriz, con más del 50 por ciento, pero hay industrias como las televisiones planas con menos del cinco por ciento. ¿Cómo podemos aumentar la generación de talento y valor en lo que México exporta al mundo? Y ese es el reto. Y ese es el reto común que tenemos en la Secretaría de Economía para poder alinear todos los instrumentos, no sólo los de la Secretaría sino los del gobierno federal. Con ProMéxico, para el fomento a las exportaciones de las PyMEs, con la Secretaría misma para el diseño de la política industrial y de la incorporación del valor y con el INADEM para que con sus recursos y sus acciones pueda impulsar esta incorporación de valor.

Así es que yo dejo en este momento mi comentario y con todo gusto le había pedido a los organizadores que circularan algunas tarjetas para recibir algunas preguntas del público, y muchísimas gracias por su atención.