DIRECCIÓN GENERAL DE COMUNICACIÓN SOCIAL

México, D.F., 30 de septiembre de 2013.

 

Primero, compartir con ustedes que estos 15 minutos los espero utilizar de una manera muy concreta en analizar tres elementos fundamentales, o sea, con una pequeña visión de dónde estamos; cuál es el primer reto que el Estado Mexicano toma en la coyuntura que presenta el país en este momento; analizar las acciones directas que en estos primeros nueve meses de gobierno está tomando el Gobierno de la República en el sector de mi responsabilidad, y fundamentalmente compartir con ustedes una prospectiva de cómo se complementa en una de las principales atribuciones del Senado de la República, que es la aprobación de tratados internacionales y en particular bajo la responsabilidad de Secretaría, los tratados comerciales.

Inicio con el primer apartado. Todos sabemos que hemos construido en México, con el apoyo de todas las fuerzas políticas, dos activos fundamentales que creo que debemos que debemos de saber reconocer y debemos de saber valorar.

El primero de ellos, y estamos hablando de instrumentos económicos fundamentales para el país. El primero de ellos no hubiera sido posible si no se hubiera consolidado un entendimiento entre todos los actores políticos para que en México ya no fuera motivo de debate la conducción estable de la economía mexicana.

Durante mucho tiempo, muchos actores aquí presentes recordarán que pasamos momentos de inestabilidad amplia donde la economía mexicana pasaba de inflaciones y devaluaciones recurrentes que imposibilitaban una planeación seria de este país. Gracias, justamente, a visiones fundamentales en materia de la autonomía del Banco de México que nos dio una política monetaria responsable, aprobada, obviamente por este Legislativo, y gracias a que todos los actores políticos de este país llegaron a consensos para que México no tuviera una recurrencia a una irresponsabilidad fiscal y déficits crónicos en las finanzas públicas, este país puede decir que hoy, finalmente, desde mediados de los noventas, de una estabilidad financiera adecuada, que ha sido punto de partida fundamental para el futuro de la nación.

Tenemos, y hemos podido consolidar esto al menos en los últimos 15 años, y fueron los elementos clave que nos ayudó a superar de manera rápida la crisis del 2008, gracias a que México tenía bases sólidas en el terreno macroeconómico.

Otro gran instrumento que, justamente es esta Cámara la que ha logrado consolidarlo, es la inserción de una manera inteligente de México a la globalidad. Es gracias a haber tenido una perspectiva de la dirección del mundo desde mediados de los ochentas, desde la creación de la OMC después del GATT, y de cómo México tomó decisiones importantes en materia de tratados internacionales, que finalmente todos transitaron por esta Cámara Alta, hemos logrado tener al día de hoy 12 tratados internacionales que nos conectan con 45 países del mundo, que componen las economías más importantes de este planeta.

Esos dos instrumentos, sin duda, han tenido una repercusión fundamental en la arquitectura de la economía mexicana. Hoy en día, el México de hoy puede estar orgulloso de que tiene un sector exportador que ha explicado, al menos en la última década, dos terceras partes del crecimiento de la economía mexicana, y que se refleja, sin duda, en la geografía económica del país.

Tenemos el Norte y el Centro-Occidente de México que ha cambiado radicalmente su fisonomía. Estados como Guanajuato, Aguascalientes, Querétaro, que no hace más de 25 años veíamos grandes paisajes -pero sólo eso, paisajes- hoy tienen clusters automotrices, clusters aeroespaciales, una cantidad importante de desarrollo industrial que se ha proliferado en regiones importantes del país.

Los salarios promedio de la economía exportadora son entre tres y cuatro veces superiores al salario promedio de la economía tradicional. La inversión extranjera directa, después del 94, después de la arquitectura del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, representa alrededor de 20 mil millones de dólares promedio anuales, mientras antes de habernos integrado representaba dos mil 500 millones de dólares.

Sin duda, esas son dos buenas noticias que se han podido consolidar, independientemente de los signos partidistas de quién encabeza el Gobierno de la República, y son elementos que se han consolidado en la historia económica de México.

Sin embargo, lo que sí tenemos que reconocer es que estos dos elementos no han sido suficientes para lograrle dar al país el crecimiento y la generación de empleos que el país requiere.

Tenemos 30 años de estar creciendo por debajo del dos por ciento. En la última década ese crecimiento fue del 1.9, y lamentablemente esto no es suficiente para propiciar el desarrollo nacional.

A partir de ahí entra la primera reflexión fundamental: ¿qué es lo que no hicimos en estos 20 años que estamos, y ustedes están en el momento adecuado para poder hacerlo? Había una serie de tareas que quedaron pendientes en la responsabilidad económica de México en la inserción a la globalidad, que no se hicieron. Las reformas a la competencia económica, las reformas en materia de energía, las reformas en materia financiera, las reformas en materia educativa, esas reformas son fundamentales, porque si el problema de México es un problema de baja de productividad, y es un problema de bajo crecimiento, el impacto de estas reformas es transversal. ¿Por qué? Porque si bien lo que ha pasado en el país, que el beneficio del desarrollo no ha logrado llegar a todas las regiones de México, y no ha llegado a lograr a todos los tamaños de unidades económicas o de empresas en México, para darles un ejemplo, hoy las empresas grandes, 45 de las más grandes empresas de México son responsables del 50 por ciento de las exportaciones del país. Sin embargo, las pequeñas y micro empresas no están conectadas al éxito exportador de la economía mexicana.

¿Por qué es importante la responsabilidad que ustedes tienen en este momento frente a ustedes, en materia de reformas? Porque son justamente las que van a poder permitir –y utilizo el término que el Presidente ha utilizado permanentemente: democratizar la productividad- ¿qué quiere decir esto? Un ejemplo, en materia financiera, hasta hoy 85 por ciento de las empresas en México no tienen acceso a financiamiento. Sólo un 15 por ciento de estas empresas lo tienen. Sólo un 15 por ciento de esas empresas lo tienen. La reforma financiera que tienen ante ustedes para aprobación justamente tiene ese objetivo: poder lograr que una mayor cantidad de unidades económicas sean sujetas a un crédito competitivo que les permita realmente financiar su crecimiento.

La reforma energética, independientemente del enriquecimiento del debate que hará esta Cámara, contempla que el acceso a la energía que hoy una gran empresa, por ejemplo, pueda autogenerar energía, pueda abaratar los costos de producción. Sin embargo, una micro y pequeña empresa tiene que comprar la energía a CFE a precios que pueden ser hasta dos veces más caros que un competidor similar en los Estados Unidos.

Eso nos implica un reto fundamental. No puede ser que seamos un país rico en energía y que no la tengamos de manera eficiente y de manera accesible. Lo mismo es en materia de competencia económica. Los agentes económicos pequeños, medianos y micro tienen que pagar rentas monopólicas a grandes concentradores en mercados estratégicos, como el de las telecomunicaciones, como el del transporte, que le restan competitividad y le hacen más difícil a la pequeña y a la micro empresa poder ser parte de esta historia de éxito en el mercado de incorporación global, en el mercado internacional.

De esta manera, creo que el primer elemento de reto que tenemos frente a nosotros como Estado Mexicano, la responsabilidad de las transformaciones como país para poder lograr, justamente, que a través de las reformas logramos darle a las micro y medianas empresas de México el acceso al financiamiento, el acceso a la tecnología, el acceso a la innovación, el acceso a la energía, para poder entonces hacerlas parte de la historia de éxito que iniciamos a construir a medias hace 20 años.

La segunda parte de esta intervención, como les había comentado, quiero enfocarla, justamente, a que la Secretaría a mi responsabilidad ha diseñado un programa de cómo acompañar, justamente, y cómo influir en el mejor aprovechamiento de los cambios que México tiene que empezar a experimentar. Y ahí es lo primero que es el gran reto de definir una política industrial que nos ayude a incorporar valor agregado nacional dentro del contexto de las cadenas de valor global.

La política industrial tiene que ser diseñada en un contexto de integración a la globalidad y no en ausencia de ella. No podemos recurrir a prácticas proteccionistas tradicionales que lo único que hacen es restarle competitividad a la economía nacional.

Y en ese sentido, hemos definido dos líneas de acción muy claras con el sector industrial mexicano. La primera tiene que ver justamente con todas las acciones transversales que he comentado, y la segunda es la de construir una agenda-sector específica, con los sectores divididos en dos grandes grupos: los sectores tradicionales en la economía nacional: sector acero, sector textil, sector calzado, los que tradicionalmente han sido la base de la generación de empleos de esta economía; los sectores de avanzada, o ganadores, que son fundamentalmente los sectores que han tenido una gran y destacada participación: el automotriz, el aeroespacial, el electrónico, y todo el sector de tecnologías de la información, y construir de la mano con ellos agendas que nos permitan poder trabajar de la mano para integrar más valor de estas empresas dentro de los procesos de producción nacional.

Les doy un par de ejemplos en este sentido: dentro del sector tradicional, estamos trabajando de la mano con el sector textil mexicano. En ese sentido, hemos invertido con ellos en la creación de lo que le llamamos los centros de valor para poder potencializar mercados estratégicos para la economía nacional … de los elementos básicos de producción tradicional para incorporarle diseño, que es lo que está agregando valor en el mercado mundial, y poderlos conectar justamente a mercados estratégicos para poder desarrollar el potencial de su sector.

Trabajando con ellos estamos trabajando en la defensa contra prácticas ilegales y desleales en el comercio internacional, para fortalecer la planta productiva nacional.

En el sector acero, hoy, ustedes se debieron haber enterado, en el año 2013 se cerró una inversión de seis mil millones de dólares por parte de la industria acerera nacional, con generación de cinco mil empleos. Dos ejemplos son impresionantes de esta gran trascendencia en la industria acerera: la inauguración de Ternium en el estado de Nuevo León, y la inauguración de El Fénix en el estado de Coahuila, son plantas que están produciendo hoy, acero de calidades que no se producían en México, que vienen a surtir al sector automotriz y sectores especializados con aceros que antes se importaban.

Estamos hablando de que solamente en El Fénix fueron dos mil 500 millones de dólares de inversión, con la generación de más de mil empleos, concretamente, y el compromiso del sector acerero de invertir más de 11 mil millones de dólares en los próximos dos años.

En el sector acero, adicionalmente estamos utilizando los instrumentos con los que cuenta la Secretaría para proteger al sector de prácticas desleales de comercio, a través de la Unidad de Prácticas Internacionales, la UPCI, de Prácticas Internacionales de Comercio, en donde tenemos ya seis investigaciones totalmente desarrolladas para protegernos contra importaciones dumping de acero de otros países; un mecanismo de pre-evaluación y pre-análisis de importaciones, le llamamos pre-anuncio, para que no haya flujos sobre poder disfrazar importaciones a través de triangulación, y detectarlas antes de que ocasionen daño en la economía nacional.

En el sector de avanzada, un buen ejemplo es el sector automotriz, donde estamos ya integrados con la parte de la industria de autopartes y la industria terminal, y traemos un Programa que se llama el Programa ProAuto, donde estamos concentrando todos los instrumentos disponibles en el sector público de Conacyt, de Secretaría de Economía, de la banca de desarrollo, tanto en la parte de Banco de Comercio Exterior, para poder enfocar los recursos a desarrollar cadenas de valor en la integración del mercado global.

La industria automotriz sigue un auge impresionante. Ha sido la parte más importante del incremento de inversión extranjera directa en el país, que al primer semestre reporta 23 mil 800 millones de inversión, comparados con nueve mil 400 millones de inversión extranjera en el primer semestre del año pasado.

En términos específicos, para apalancar el desarrollo del sector micro, mediano y pequeño en México, el Presidente de la República determinó la creación del INADEM, transformando lo que era la Subsecretaría PyME en el Instituto Nacional del Emprendedor, estableciendo el uso del Fondo PyME, de aproximadamente siete mil 400 millones de pesos, para poder constituir el Programa de Apoyo a Emprendedores, pequeñas y medianas empresas. Este Programa tuvo que ser sujeto a una reingeniería integral. Traíamos evaluaciones muy negativas de ejercicios pasados, prácticamente Coneval y otros organismos de evaluación ponían en los últimos lugares, de 80 fondos evaluados, a los programas que se ejecutaban en este Fondo.

Esto permitió darle una reestructuración, un cambio de reglas de operación para eliminar el intermediarismo en estos fondos, para eliminar la opacidad, y para poderlos orientar estrictamente a las bases fundamentales de apoyo al sector emprendedor de las pequeñas y medianas empresas.

En el proceso de creación se hizo un análisis a nivel nacional, un diálogo permanente con todos los sectores, y se encontraron que había que apoyar en cuatro pilares fundamentales: en el pilar del financiamiento; en el pilar de la capacitación, y en el pilar fundamental de tener información de inteligencia en mercados estratégica para el apoyo a los pequeños, medianos y pequeñas empresas de México.

En ese contexto, este Fondo se descompone en dos partes: un 40 por ciento para apoyar fondos de garantía y Nacional Financiera y crecer el financiamiento a las pequeñas y medianas empresas, y un 60 por ciento se queda para el apoyo directo al Instituto Nacional del Emprendedor.

Quiere decir que tres mil millones de pesos se pueden potenciar a través de crédito. El reporte al informe que ustedes recibieron, reporta crédito por 47 mil millones de pesos otorgado a 43 mil empresas pequeñas y medianas mexicanas, justamente para poder compensar esa ausencia en materia de financiamiento en territorio nacional.

Los instrumentos de la Secretaría también se comparten en la estrategia del fondo minero, dentro de la Coordinación General de Minería, que se encuentra dentro de la Secretaría. El fondo que cuenta con cinco mil millones de pesos para financiamiento también se ha reorientado fundamentalmente a cooperativas y a pequeños y medianos empresarios mineros tratando de quitar la concentración que tenía para grandes operaciones mineras previamente establecido.

En este contexto, complementaría yo con que hay un sector de la economía, que es el sector de la economía social –aquí me acompañan las cabezas del sector coordinado de la Secretaría de Economía, y específicamente el Ingeniero Rojas, en el Instituto Nacional de Economía Social- donde los dos mil millones autorizados por el Legislativo están concentrados fundamentalmente a proyectos productivos dentro de la economía social, y proyectos de cooperación en materia de fomento, que están dentro del área de atribución de la Comisión que encabeza el Senador Orihuela.

Concluiría, rápidamente, para no tomar más tiempo del que me asignaron, diciéndole que esta estrategia tiene que estar perfectamente alineada con nuestra responsabilidad en materia de buscar nuevos mercados para valor nacional en el mundo.

Y ahí simplemente dejaría puntualizado los tratados que debidamente hemos estado informando a esta Cámara que están en proceso de análisis y de negociación. Alianza Pacífico, en el último reporte que mandamos a esta Cámara, reportamos el cierre de la negociación comercial con excelente resultados para los productores mexicanos, con protección fundamental para los sectores vulnerables, y un tratado que tomó no más de dos años su negociación, y que va a ser, sin duda, un relanzamiento de la relación de México en América Latina.

El Tratado TransPacífico, el TPP, que está todavía en etapa de negociación, donde, sin duda, se ha avanzado, pero falta todavía un gran terreno por avanzar, y donde la última incorporación fue la de la economía japonesa a esta negociación, y estamos informando permanentemente a esta Cámara, conjuntamente con una Comisión especial que se conformó, y que varios senadores aquí presentes están pendientes de estas negociaciones.

Y reportar, fundamentalmente, la estrategia de intensificación de cooperación en el caso del Tratado de América del Norte para hacer más eficiente la parte de integración productiva en el área de América del Norte, y posicionar de una manera estratégica y eficiente en otras regiones del mundo, desde el punto de vista de competencia internacional.

Hay tratados bilaterales que se están desarrollando, de menor magnitud, pero importantes por el contexto en el que se desarrollan. El Tratado con Panamá, que está muy avanzado, y el día de hoy un equipo negociador de la Secretaría de Economía está en Cuba, dándole los cierres, los puntos finales a la negociación comercial, que estaremos comunicando a esta Cámara, tan pronto como tengamos resultados finales para terminar la negociación justamente en este caso con Cuba.

Hay en la perspectiva algunas solicitudes para iniciar otros proyectos, pero estaremos consultándolo con ustedes, justamente, en una estrategia integral.

Dejaré para el momento de preguntas cualquier otra aclaración más específica que ustedes tengan a bien tener alguna duda al respecto.

Muchas gracias.