La industria refresquera mexicana tiene su origen hacia fines del S. XIX. Una de las primeras empresas del ramo fue La Montañesa, fundada en 1886. Desde entonces esta industria ha evolucionado y se ha adaptado para satisfacer los gustos y necesidades de hidratación de los mexicanos.
De acuerdo con información publicada por la Asociación Nacional de Productores de Refrescos y Aguas Carbonatadas (ANPRAC) la industria refresquera aporta a la economía el 0.5% del Producto Interno Bruto (PIB) nacional y representa el 2.8% del PIB manufacturero.
Actualmente la Industria refresquera cuenta con una amplia y diversificada oferta de productos acordes con un estilo de vida cada día más activo y saludable
Datos de la Industria:
- El valor de producción de la industria refresquera y otras bebidas no alcohólicas, en 2014, fue de 11,756 millones de dólares (mdd)
- En 2014 se registró un valor de exportación de 317.2 mdd, un nivel 12.5% mayor respecto al año previo
- En cuanto a inversión extranjera directa (IED), la clase industrial “elaboración de refrescos y otras bebidas no alcohólicas” canalizó 877 mdd.
- En 2014 la industria de elaboración de refrescos y otras bebidas no alcohólicas empleó a 51,504 personas
- La cadena de valor de esta industria demanda materias primas por:
- 1 millón de toneladas de azúcar
- 900 mil toneladas de fructuosa
- 450,000 toneladas de resina PET
- 33,000 toneladas de aluminio
En los últimos años, la evolución del mercado de refrescos y
bebidas embotelladas en el país hacia el segmento de productos saludables y con
menos contenido de azúcar representa una oportunidad de crecimiento para las
empresas del sector.
Fuente:
Subsecretaría de Industria y Comercio, de la Secretaría de Economía
Asociación Nacional de Productores de Refrescos y Aguas Carbonatadas (ANPRAC)