Es de reconocerse al Poder Legislativo por la aprobación histórica de las leyes reglamentarias de la reforma constitucional en materia de telecomunicaciones, con las que podremos dotar a la gran mayoría de los mexicanos de una herramienta de progreso e inclusión. 

Este es el sentido social de la legislación que el día de hoy promulga el Presidente Enrique Peña Nieto. Esta es una más de las reformas estructurales que ha impulsado el Presidente y que los mexicanos esperaban desde hace más de 20 años.

Las nuevas leyes marcan un rumbo claro, preciso y actualizado a las telecomunicaciones. Su objetivo fundamental es beneficiar a los usuarios con una mayor competencia, así como una cobertura más amplia, mayor calidad y precios accesibles. La certeza jurídica que ofrece esta ley abre la puerta a la participación de nuevos capitales en los servicios de telecomunicaciones: internet, telefonía celular, radiocomunicación, televisión abierta y televisión de paga, vía satélite o por cable. 

Ni la reforma constitucional ni las leyes secundarias se aprobaron para favorecer o beneficiar a empresa alguna en perjuicio de otra. Se aprobaron para beneficiar a los usuarios de los servicios. Se pretende con ellas superar los fuertes rezagos que todavía tiene el país en penetración de banda ancha y en la mejora sustancial de los servicios.

Hoy tan sólo el 30% de los hogares en México tienen acceso a servicios de internet, lo cual nos ubica entre los últimos lugares de los países de la OCDE.

El internet representa el acceso al conocimiento universal. Le permite a la población comunicarse de un lado a otro del planeta en cuestión de segundos; a los estudiantes adentrarse en todos los campos de la educación, incluso a distancia; a los médicos conocer las últimas prácticas quirúrgicas; a los científicos ver las últimas innovaciones. Le permite también a la sociedad recibir alertas y solicitar auxilio con oportunidad en caso de contingencias naturales.

Son diez los beneficios más importantes para los usuarios: se elimina el cobro nacional por servicio de larga distancia; habrá internet disponible de manera gratuita en 250 mil sitios públicos; la conexión telefónica móvil en todo el territorio nacional será sin cargos adicionales; se tendrá la posibilidad de continuar con el mismo número y teléfono celular aun cuando se cambie de empresa; se establece la posibilidad de resarcir al usuario por fallas en el servicio; los saldos en teléfonos móviles de prepago se podrán consultar sin costo y su vigencia se extiende de dos meses a un año; se otorgan beneficios específicos a usuarios con discapacidad; se eliminó cualquier posibilidad de bloqueo al internet o a las redes sociales; en la transición a la televisión digital se garantiza a familias de escasos recursos el derecho de acceder a ella.

Se mantiene íntegra la autonomía del Instituto Federal de Telecomunicaciones, el cual cuenta ya con las reglas para poder continuar la licitación de dos nuevas cadenas de televisión abierta.

La ley contempla otros grandes beneficios para los usuarios de las telecomunicaciones y la radiodifusión. Sin embargo en el presente artículo quise destacar de manera especial los beneficios más importantes para los usuarios.