Colima, Col., 01  de abril 2014

Muy buenos días a todas y a todos ustedes. 

Saludo con especial afecto, a mi amigo el señor Gobernador del estado de Colima, a don Mario Anguiano Moreno; a su señora esposa, a la licenciada Alma Delia Riola de Anguiano, Presidenta de los Patronatos DIF y Voluntariado Estatal;

Saludo con reconocimiento muy especial, a la señora esposa de Don Miguel De la Madrid Hurtado, a doña Paloma Cordero, viuda de De la Madrid, quien fuera compañera de toda la vida, de nuestro homenajeado;

Al señor diputado José Antonio Orozco Sandoval, Presidente del Honorable Congreso del Estado;

Al Magistrado Rafael García Rincón, Presidente del Tribunal de Justicia del estado;

A los hijos de nuestro homenajeado, Don Miguel De la Madrid;

Al licenciado Enrique De la Madrid Cordero, al licenciado Federico De la Madrid Cordero, al licenciado Gerardo De la Madrid Cordero, a la señora Margarita De la Madrid Cordero y desde aquí, de lejos, a Miguel De la Madrid Cordero. 

Saludo también con afecto a doña Alicia De la Madrid, hermana de nuestro homenajeado, querida Alicia. 

A don Ricardo Rafael, a los familiares desde luego todos, amigos de Don Miguel De la Madrid, a los señores presidentes municipales, servidores públicos; al señor Representante del Secretario de la Defensa, señor Representante del Secretario de la Marina, y saludo con especial afecto también a legisladores, a todas las familias y amigos que estimamos a Miguel De la Madrid, a sus paisanos y desde luego a los medios de comunicación. 

Hoy nos congregamos en torno a la memoria de un colimense y mexicano de excepción. Un Presidente de México que habitó esta casa, que seguramente caminó y corrió por este parque, por estos pasillos siendo aún muy pequeño.

A dos años de su fallecimiento, familiares, colaboradores, amigos y paisanos le hacemos un merecido homenaje al estadista, al abogado, al padre de familia y al hijo, que desde una edad muy temprana y en medio de una situación familiar adversa, demostró arrojo y valentía para ayudar a su familia a salir adelante. 

Es muy honroso para su servidor en este día acudir con la representación del señor Presidente de la República, el licenciado Enrique Peña Nieto a este acto de homenaje. Me ha pedido el señor Presidente, expresamente transmitir a la familia, amigos y al pueblo y gobierno de Colima, su elevada consideración por la vida y obra del Presidente De la Madrid como un gran artífice del México de nuestros días.

Su labor transformadora comenzó desde el primer día de gestión. Fue un Presidente que gobernó a nuestro querido México en momentos de grandes retos y desafíos.

Don Miguel De la Madrid fue un hombre honesto en lo profesional y un hombre honesto lo intelectual. Congruente y consistente en todo momento, siempre sereno, siempre ecuánime entregó toda su vida profesional para servir a México.

Fue un hombre de familia, como aquí se acredita, y con ella convivió hasta el último día de su existencia. Paloma, aquí con nosotros, el gusto de verla aquí con nosotros, su fiel y amorosa compañera; Margarita, Miguel, Federico, Enrique y Gerardo; hijos siempre unidos en un hogar del que salió para ser Presidente de la República y al que regresó después de dejar el más alto cargo al que puede aspirar un mexicano, a reencontrarse como padre de familia con la satisfacción de una misión y un trascendente deber cumplido.

Don Miguel De la Madrid, siempre con los pies en la tierra. 

Ocupa la primer magistratura enfrentando una gravísima crisis económica, la que asume con aplomo, talento y capacidad rodeado de un experimentado gabinete presidencial. 

De manera contundente devolvió la tranquilidad a los mercados nacionales e internacionales reprivatizando la banca mexicana que se había nacionalizado, y con una gran visión de Estado creó el Sistema de Planeación Democrática del que se derivan el Plan Global de Desarrollo, los Programas Sectoriales y la rendición de cuentas, hasta entonces no considerada para la vida pública del país.

Debido a su profunda preocupación por el manejo transparente de los asuntos públicos y el combate a la corrupción, con un gran amor a México promovió la renovación moral de la sociedad, frase que utilizó como lema de campaña y sistema de gobierno, tal vez visualizando un posible deterioro de valores y principios de la sociedad, y anticipando la necesidad de dotar con mayor transparencia al manejo y cuidado de los asuntos y el patrimonio público. 

Constituye la Contraloría General de la Federación a fin de evitar actos de deshonestidad que se convertían en un flagelo para los mexicanos, convencido de que ésta, la corrupción, no debía tolerarse en el ejercicio de la función pública.

A Don Miguel, como a otros mexicanos, nos tocó hacer frente a terribles desastres que lastimaron sensiblemente al pueblo de México. El huracán “Gilberto”, la explosión de San Juanico en Tlalnepantla, Estado de México y los terremotos que en 1985 privaron de la vida a miles de mexicanos dejando una estela de destrucción, dolor y tristeza.

La magnitud de estos desastres requirieron de toda la capacidad del gobierno mexicano para atender la emergencia. Si bien durante los terremotos la disponibilidad operativa del gobierno y sus fuerzas armadas fue superada por lo imprevisible y ciertos momentos, su servidor, quien en ese momento se desempeñaba como Subsecretario General del Gobierno del Estado de México, fue testigo, como muchos otros servidores públicos, del liderazgo y de la gran solvencia organizativa del Presidente De la Madrid para dirigir, desde las primeras horas del día del terremoto, los trabajos que permitieron en el término más breve posible: 

1.- Salvar vidas 

2.- Atender heridos 

3.- Rescatar personas sin vida 

4.- Establecer albergues para damnificados 

5.- Restablecer el orden y la conectividad de la ciudad de México 

6.- Limpiar escombros y preparar los predios afectados para una nueva etapa constructiva, como se dio, o para desarrollar nuevos jardines y espacios públicos.

A raíz de estos desastres, dentro de plazos mayores o menores, todos los lugares afectados recuperaron su condición habitual y en todos los casos hubo programas especiales para atender a la población como fueron FONHAPO, FIVIDESU, RENOVACIÓN HABITACIONAL POPULAR, entre otros muchos. 

Estas desgracias tan difíciles de superar llevaron al Presidente De la Madrid a crear el Sistema de Protección Civil Nacional del que hoy nos sentimos tan orgullosos.

El Presidente De la Madrid suscribió además con los sectores productivos del país el Pacto de Estabilidad y Crecimiento Económico como una medida contracíclica ante el alza desmedida de los precios y el desplome de la producción nacional.

Hoy tal vez nos parezca cotidiano que México sea un importante exportador de manufacturas y que sostenga relaciones comerciales con grandes economías y con numerosos países. Parecería habitual que los indicadores económicos se mantengan sanos y que tengamos franco acceso al financiamiento internacional. No siempre fue así. Don Miguel logró recuperar plenamente la confianza del sistema financiero internacional al suscribir en 1986, el Acuerdo General de Comercio y Aranceles (GATT), lo que permitió años más tarde firmar el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos, con Canadá  y con la Unión Europea.

La gestión honesta, eficiente, responsable y digna del Presidente De la Madrid le permitió caminar por las calles de México con plena tranquilidad y reconocimiento ciudadano. Recordamos con gusto diversas ocasiones en que aun habiendo pasado varios años de su gestión, Don Miguel era recibido con gusto y con aplausos en sitios públicos.

En palabras del Gobernador Mario Anguiano Moreno, señor Gobernador, honrar honra. Colima, decía el señor Gobernador, lo decía hace unos minutos, era una antes del Plan Colima, instituido desde la Presidencia de la República por el Presidente Miguel  De la Madrid, nuestro homenajeado y hoy mejor es otra.

Las obras ya se trazaron, muchas de ellas dirigidas de manera dirigente y eficaz por don Ricardo Rafael Escobillo. 

Por todo lo anterior, Señor Gobernador, que gusto nos da a los amigos y familiares de Don Miguel, pero sobre todo, aquí, a sus paisanos, que Miguel, así como regresó a su hogar, después de ocupar a la misma casa, después de ocupar la Presidencia de la República, hoy regrese aquí a su nicho que lo vio nacer, a esta casa que tenemos aquí, que le dio la vida y que hoy lo recoge con amor, con cariño a este gran hombre, a este gran mexicano que le sirvió toda su vida a nuestro querido país. 

Muchísimas gracias por su atención. 

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