Cada año, el 17 de octubre se celebra a todos los “camineros”, a los hombres y mujeres que con su esfuerzo y dedicación, a través de la historia, abren caminos que permiten conectar las regiones a lo largo y ancho de la República Mexicana, con el objetivo de agilizar el tránsito de personas, bienes y servicios para impulsar el desarrollo.

El origen de esta fecha se remonta al año de 1533, cuando la Reina de España emitió en Madrid la cédula real que ordenó la construcción de caminos en la Nueva España, que permitiera movilizar con mayor rapidez y seguridad el botín de la Conquista.

En nuestro país, Juan Bautista Antonelli, ingeniero militar italiano, trazó la primera vía transitable que iba de México a Veracruz, vía Orizaba, por mandato del Virrey Luis de Velasco (hijo), en 1590.

Fue hasta el gobierno del entonces Presidente Benito Juárez (1858-1872) cuando se creó la primera dependencia federal encargada de construir caminos; durante el gobierno del Presidente Porfirio Díaz, en 1891, se le nombró Secretaría de Comunicaciones.

En el sexenio de Adolfo López Mateos se transformó en Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT).

En 1976, José López Portillo la denominó Secretaría de Asentamientos Humanos y Obras Públicas (SAHOP); pero seis años más tarde, al inicio de la administración del Presidente Miguel de la Madrid, se renombra como Secretaría de Comunicaciones y Transportes.

Es así como a lo largo de la historia esta instancia gubernamental es la responsable de planear, programar, construir, modernizar, operar y dar mantenimiento a la red de carreteras federales.

Ayer como hoy, es en este tipo de obras en donde se plasma el talento y la pasión de millones de trabajadores y trabajadoras quienes -desde el proyecto hasta su ejecución- realizan la labor de aquellos “peones camineros” para abrir caminos y conservarlos en buen estado.

 

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