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Revisa las condiciones físico mecánicas de tu vehículo, como son: presión de las llantas, nivel de aceite, agua, anticongelante, aceite para la transmisión y líquido de frenos. También recuerda verificar el funcionamiento adecuado de las luces delanteras y traseras, recuerda que las luces son vitales en condiciones nocturnas. Las condiciones anteriores las puedes realizar tú solo y con regularidad, sin embargo, se debe dar servicio de mantenimiento a tu vehículo periódicamente.
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Lleva contigo los documentos que te identifican como conductor responsable, licencia, tarjeta de circulación del vehículo que conduces y seguro del vehículo; verifica sus vigencias.
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Revisa la cantidad de gasolina que tienes en tu tanque: para no pasar imprevistos, asegúrate de tener más de un cuarto de gasolina.
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Planea tu viaje. Hay que considerar evitar las horas pico cuando se atraviesan las grandes ciudades puedes viajar muy temprano en la mañana o tarde en la noche. Puedes explorar rutas alternativas en caso de que los tiempos de tráfico no puedan evitarse. Considera que en los fines de semana y las vacaciones aumenta el tráfico a todas horas, por lo que planificar con anticipación puede ahorrar mucho tiempo.
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Revisa si tienes la llanta de refacción en buen estado, un chaleco reflejante, herramienta, señales de peligro o advertencia y extintor en buen estado, y botiquín de primeros auxilios
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Asegurar el equipaje, es importante no llevar cosas sueltas en el habitáculo, por tu seguridad y la de los demás pasajeros.
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Evita manejar cansado,con sueño o enfermo.
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Lleva contigo números para emergencias, asegúrate de tener tu celular con batería suficiente para poder hacer uso de él en caso de emergencias.
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A lo largo de tu viaje, identifica los números de emergencias señalizados por las diferentes autoridades responsables de la carretera.
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Si viajas con niños o personas menores de 1.35 m de estatura utiliza los sistemas de retención para que viajen seguros.