El Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México es la obra de infraestructura más relevante del país, que además de convertirse en un centro de operaciones de clase mundial, será el generador de empleos más importante de América Latina.

Además, será un detonante económico para el oriente de la Zona Metropolitana de la Ciudad de México y de todo el centro del país, ya que durante todo su proceso constructivo generará más de 120 mil empleos.

Es importante señalar que se desarrollan más de 17 obras de infraestructura en comunicaciones alrededor de la terminal aérea, que también fortalecen la conexión y la movilidad en el Valle de México.

La Torre de Control, contará con doce dispositivos aisladores sísmicos, que permitirán desplazarse hasta un metro cuarenta centímetros al edificio durante un temblor, sin que sufra afectaciones, por encima de lo que marcan los protocolos que es de un metro.

La Torre de Control contará con una altura de 90 metros y un diámetro de 65 metros. Está cimentada por 480 pilotes, llevados de 18 a 22 metros de profundidad, los cuales van conectados a una gran losa de cimentación de un metro de grosor, lo cual le dará rigidez al edificio y contará con todos los estándares de seguridad.

En el Edifico Terminal se han hincado 5 mil 400 pilotes, y se colocan 865 losas de 20 por 20 metros (m), de un espesor promedio de un metro y medio, en una superficie de 312 mil m cuadrados, con diez mil columnas que amarrarán la loza de construcción con el piso de la terminal. La obra tendrá una dimensión de mil 500 por 600 m.