La Semana Mundial de la Lactancia Materna, se celebra todos los años del 1 al 7 de agosto para fomentar la lactancia materna y mejorar la salud de los lactantes en todo el mundo, en conmemoración a la Declaración de Innocenti, firmada en agosto de 1990 por gobiernos, la OMS, la UNICEF y otras organizaciones.

La leche materna es el mejor alimento y la opción más segura para garantizar una buena salud y crecimiento de las y los niños pequeños. La evidencia es amplia al reconocer sus múltiples beneficios, tanto para la madre, como para el niño y para la sociedad en su conjunto.

La leche materna es el alimento perfecto para los recién nacidos, contiene todas las vitaminas, minerales, proteínas, carbohidratos y grasas de fácil digestión que necesita. Pero no sólo eso, también proporciona al lactante factores de crecimiento, anticuerpos y otras sustancias que le favorecen. Aunado lo anterior, es considerada la primera vacuna de un recién nacido, al ofrecer anticuerpos vitales y estimular la inmunidad.

Por su parte, la práctica de la lactancia materna también tiene beneficios en la salud de las mujeres, pues ayuda a que el útero regrese más rápido a su tamaño original, auxiliando en la prevención de hemorragias posparto; ayuda a perder el peso que se ganó durante el embarazo; es un factor protector ante la osteoporosis, el cáncer de seno y de ovario; y es un método anticonceptivo natural que ofrece, en promedio, efectividad en los primeros seis meses posteriores al parto.

En México, la Ley General de Salud, en su artículo 64, contempla acciones en favor de la lactancia; en su fracción II Bis, donde señala lo siguiente:

 

Artículo 64.- En la organización y operación de los servicios de salud destinados a la atención materno-infantil, las autoridades sanitarias competentes establecerán:

 

II.         Acciones de orientación y vigilancia institucional, capacitación y fomento para la lactancia materna y amamantamiento, incentivando a que la leche materna sea alimento exclusivo durante seis meses y complementario hasta avanzado el segundo año de vida y, en su caso, la ayuda alimentaria directa tendiente a mejorar el estado nutricional del grupo materno infantil, además de impulsar, la instalación de lactarios en los centros de trabajo de los sectores público y privado.

Es así que todo recién nacido tiene derecho a recibir una alimentación nutritiva que les asegure un desarrollo integral y saludable.

De igual manera, a ninguna mujer se le puede impedir el ejercicio de su derecho a amamantar, por ninguna causa. Por ello, el Estado debe promover la eliminación de los obstáculos sociales, laborales y culturales que limitan o desincentivan su práctica, así como generar condiciones que la favorezcan.

 

 

Fuentes.

OMS

UNICEF

INEGI

Secretaría de Salud

Instituto Nacional de Salud Pública.

CNDH

Cámara de Diputados