Muy buenos días tengan todas y todos ustedes.

Para mí es motivo de una gran satisfacción poder acompañarles en la Inauguración de este Seminario en Salud que el día de hoy arranca, y antes de empezar, permítanme felicitar al Colegio Nacional de Actuarios por ese aniversario de 50 años de existencia, de trabajo, de dedicación.

50 años de un colegio que trata de agrupar los intereses de una profesión, de seguramente, a lo largo de estas cinco décadas tratar de incluir de diversas maneras, los aspectos normativos en la profesión de la actuaría. Tratar de ampliar el campo de acción de los profesionales egresados de esa licenciatura. Participar en el desarrollo de posgrado y por supuesto, una muy importante, contribuir con los sectores públicos, privado, y social para el desarrollo de políticas y fortalecimiento en los distintos puntos en los que tiene aplicación, la actuaría.

Por todo ello, muchas felicidades. Y yo no sabía que también se están cumpliendo en este año 70 años del arranque de la Comisión de Actuarios.

Y ahorita que lo escuchaba, me imaginaba que nuestro país hace setenta años y los cambios que México ha tenido y que los actuarios han presenciado. Por ejemplo, y nada más lo voy a utilizar de ejemplo. En 1946 el Instituto Mexicano del Seguro Social era una institución joven, tenía 3 años de existencia. La Secretaría que entonces era de Salubridad y Asistencia, quedó integrada en un departamento, en una Secretaría aparte, de Salubridad. La parte de asistencia también fue establecida como tal, en 1943.

México era un país con promedio de edad, era un país, con poco más. Si no me falla la memoria de aquellos años. De alrededor de 25 millones, un poco más. Fue el resultado del censo de 1950. Entonces, puedo asegurar que 25 millones de mexicanos vivían en 1946.

Les ha tocado presenciar un cambio fundamental en dos grandes estructuras que yo voy a tocar un poco más adelante. La parte demográfica, la transición que hemos vivido, de la que ya se comentó en parte. Una transición epidemiológica y de organización de los Servicios de Salud.

De tal manera que, lo que la profesión de la que había visto, ha sido la trasformación, la superación en muchos sentidos, porque quienes niegan que ha habido un avance, pues dejan de reconocer la historia.

Por supuesto, la estructura institucional del país es hoy, mucho, pero mucho más fuerte. Hemos vivido también una transición política, contamos con más y mejores instituciones para generar políticas sociales, para generar políticas de apoyo al desarrollo y al progreso económico de México.

De tal forma, que muchas, muchas felicidades al Colegio y a la profesión de los actuarios.

Voy a empezar por decir gracias. Muchísimas gracias al señor actuario Carlos Lozano, Presidente del Colegio Nacional de Actuarios y al actuario Alejandro Turner Hurtado, Presidente saliente de la Asociación Mexicana de Actuarios Consultores.

Muchas gracias a ustedes por haberme invitado. Para mí es como lo dije, un verdadero privilegio. En los próximos minutos y no me pasaré, espero del tiempo que se me concedió. Voy a ir tocando algunos aspectos sobre la evolución de la salud en México. Sobre el tema de la transición epidemiológica, la transición demográfica a la que hacia yo referencia y por su puesto.

Traté de poner de incluir algunas láminas, sobre el asunto concreto.

Decía. Pensé que sería interesante para ustedes, tocar algo que todos ustedes les guste. Algunas pequeñas notas sobre el tema de la vejez, para que sirva de motivos de discusión de análisis, de debate, aquí en este seminario.

Después tocaré algunas historias de éxito y algunos desafíos que tenemos en materia de salud. Seleccioné dos y dos, porque no me daría tiempo de hacer una revisión completa. Unas cuantas palabras sobre el Sistema de Salud propiamente dicho y finalmente, una lámina final, sobre los comentarios últimos que me parecen relevantes.

Empiezo, diciéndoles a ustedes o reiterando que durante las últimas décadas. Uno en este sentido pude tomar prácticamente las que quiera. Si tomamos dos, o tres, o cinco, o más décadas, uno lo que va a ver en los indicadores internacionalmente aceptados en materia de salud es que la población mexicana ha mejorado sustancialmente. Lo cual no quiere decir de ninguna manera, que no existen problemas.

Incluso, algunos que nos parecen mucho, ya deberíamos tener controlados. Me voy a referir más adelante, a algunos de ellos y por otra parte reconocer que se han incorporado nuevos problemas en materia de salud. Los riesgos derivados de los estilos de vida, veremos qué pasa con el tema de la obesidad y la diabetes, o algunas enfermedades transmisibles que de pronto han irrumpido en el escenario.

Algunas que se reactivan y otras que aparecen por vez primera hasta donde tenemos noticia en nuestro país. Ahí está por ejemplo, el caso de la influenza o ahí está el caso más reciente del ZIKA, del que también haré algunos comentarios.

Y una transición, un cambio en la estructura de la morbo y mortalidad del país país que a juicio también de algunos. Yo soy uno de ellos, se ha prolongado de manera importante.

Datos. Pues resulta que la esperanza de vida ha evolucionado de manera muy importante. En la gráfica, en una de las gráficas que siguen más adelante vamos a ver, pero lo que se puede asegurar es que hoy los mexicanos tienen más años de vida, y que esos años se acompañan con más calidad en la misma.

Pero lo que se puede asegurar es que hoy los mexicanos tienen más años de vida y que esos años se acompañan con más calidad en la misma.

Ha habido un descenso realmente impresionante en la mortalidad infantil entre 1950 y 2015, 85 por ciento ha descendido la mortalidad infantil si comparamos esos periodos 1950 y el año 2015.

Enormes cambios en la estructura de la mortalidad por causas, a mediados del siglo pasado, lo que predominaban eran las enfermedades infectocontagiosas, las enfermedades trasmisibles, y lo que ahora nos afectan son las enfermedades crónico degenerativas o no trasmisibles.

Y sin duda alguna algo que ha sido y ha tenido un desarrollo realmente muy importante es la infraestructura en materia de salud. Tenemos también algunas cifras al respecto:

Ahí está el tema de la esperanza de vida. Aquí el año base es 1970, y ustedes pueden ver en rojo el caso de las mujeres; en verde, la línea de en medio, la población general, población total; y en azul, la línea de abajo, ustedes ven el caso de la esperanza de vida para los varones.

Pero miren ustedes que en 1970, esto hace un poco menos que medio siglo, la esperanza de vida del mexicano apenas se acercaba a 62 años, y en la actualidad ha rebasado los 75 años o se ubica ahí, alrededor de los 75 años.

El incremento ha sido tanto para mujeres como para varones. Y lo pueden ver en la gráfica tres distintas pendientes. La primera entre 1970 y 1990, la segunda entre 1990 y 2000.

La primera con un gradiente mucho más alto, la segunda que tienen a aplanarse del periodo 2000 y 2010, en donde hubo un incremento pero fue muy pequeño.

Nuevamente entre 2010 y 2015 un incremento que apuntaría a que podemos ir incrementando todavía, y que si lo podemos comparar con este mismo indicador de manera internacional, tenemos un larguísimo trecho por avanzar porque hay países como Japón, como Suecia, que tienen ya la esperanza de vida de 83 años o un poco más.

Esto es, todavía hay razones para trabajar intensamente, y para poder mejorar y por cierto, a pesar de la disminución de la mortalidad infantil, hay en uno de sus componentes, en la mortalidad perinatal, que es la que se registra en los primeros 28 días de vida, es dónde podemos tener un impacto, que sin duda mejoraría la mortalidad infantil, e impactaría en el tema de la esperanza de vida al nacimiento.

Ahí está una forma de representar la transición epidemiológica. Esta y un par de gráficas, debo decir que las he tomado y las he actualizado de un trabajo de la doctora Mercedes Juan, y que me parecen que representan de manera muy clara lo que nos ha sucedido.

Yo quiero llamar la atención fundamentalmente sobre dos de las líneas: la línea gris que ocupaba en 1980, el segundo lugar, y que se ha desplomado hasta hacer el último de estos grandes grupos que representa las enfermedades infecciosas y parasitarias.

En estos 34 años que da cuenta esta gráfica, la disminución ha sido cercana al 84 por ciento, y la segunda es la línea roja, la diabetes mellitus, era la cuarta causa de muerte por grandes grupos. La ven ustedes hasta abajo y se ha incrementado casi en un 260 por ciento. De hecho si las enfermedades cardiovasculares las dividiéramos en los grandes capítulos, que tiene el infarto, enfermedades hipertensivas y otras enfermedades cardiovasculares, en realidad como causa única, la diabetes mellitus sería o ocupa el primer lugar.

Las cardiovasculares se han incrementado más de 24 por ciento y los tumores malignos también han tenido un incremento sustancial cercano al 64 por ciento.

Aquí están las diez primeras causas de muertes en el país. Están el caso de las enfermedades del corazón, ustedes ven ahí 74 mil infartos, 22 mil muertes debidas a la hipertensión y cerca de 24 mil y un poco más debido a otras causas que se agrupan en las enfermedades del corazón.

La diabetes es hoy en día la causa de más de 94 mil muertes en el país y están aumentando todavía, van a seguir incrementándose porque mucho de los problemas que van a conducir a la muerte a la personas como la diabetes, descompesada, descongelada ya están generadas.

Y los tumores en tercer sitio, accidentes, enfermedades del hígado, cerebro vasculares, neumonía, como la enfermedad infecciosa trasmisible más importante, neumonía e influenza con 21 mil 500 muertes.

El tema de la violencia representado como las diez primeras causas por el caso de los homicidios. En el 2007, estábamos por debajo de 10 mil funciones por homicidio y ahora andamos rondado los 20 mil, ya se decrementó en estos últimos tres años de forma importante el número de muertes, pero llegamos a tener 27 mil y un poco más muertes por homicidio.

Cuando las agrupamos en grandes, grandes grupos, aquí están cuatro grandes grupos. Aquí están representados en tres momentos: 1980, 2000 y 2014, y ustedes pueden ver cómo el grupo uno en verde oscuro, es el de las enfermedades trasmisibles, maternas perinatales y nutricionales, tenían 32 por ciento, una de cada tres defunciones prácticamente.

En 2000 bajó más de un 50 por ciento, se ubicó en un 15 por ciento, y en 2014 representa afortunadamente sólo el 10 por ciento.

Ahí, todavía hay espacio, para la mejoría tanto para las enfermedades perinatales como en las enfermedades trasmisibles.

El grupo número dos es el que ha tenido un crecimiento más importante, de hecho es el que realmente se han incrementado y ese representa a las enfermedades no trasmisibles. Eran poco menos de la mitad en 1980 con 45 por ciento y ahora se están acercando al 80 por ciento de las causas de defunción.

Los grupos tres y cuatro, también han disminuido un poco y se refieren a las muertes violentas. Ahí están agrupados los homicidios, los accidentes, aquellas que se ignoran si fueron intencionalmente generadas o no y aquellas otras producto de una autoagresión, los suicidios.

Aquí está en los últimos 25 años la evolución de la mortalidad infantil, es la tasa, ya ha habido casi una disminución de dos terceras partes entre 1990 y 2014.

Esa tasa baja, la última, la más reciente de 12.5, es todavía a mi juicio una tasa muy alta, hay países que tienen una cuarta parte, hay países en nuestra región que tienen la mitad o incluso una tercera parte de esta mortalidad.

Ahí están los casos de Cuba, de Costa Rica y de Chile que cuentan con tasas mucho mejores que la nuestra, y decía yo, uno de impacto importante para poder disminuir la mortalidad infantil es la mortalidad perinatal.

Paso ahora a la transición demográfica, tema que ustedes conocen y conocen muy bien, ahí están tres líneas, la línea roja que al arranque de esta gráfica es las década de los años 30, 1930, representaba al grupo de población mayor, es el grupo de 15 a 59 años de edad.

La gris que al arranque de la gráfica era la que estaba en segundo lugar, tuvo un incremento y se cruzó con la de 15 a 59 años ahí por los años 70 y después ha venido consistentemente disminuyendo, de tal manera que por ahí de 2050, a mediados del siglo, se cruzará con la población de 60 años y más, para ese momento prácticamente 1 de cada 4 mexicanos tendrá 60 años o más.

Hoy todavía la demografía está a nuestro favor, aquí está representada de otra manera, esta distribución de población por grupo de edad, género, ustedes son expertos en esto, no necesito explicarlo en demasía, ahí está la comparación entre 1970, una pirámide con una base muy amplia y los cambios que se han tenido ya, esta pirámide a la manera de una campana, con un vértice que tiende a aumentar su presencia y con una base donde han disminuido los grupos de niños, de jóvenes y de adolescentes.

¿Qué pasa con el caso de la población de 60 años y más?, pues que tenemos como parte de esa transición, un cambio muy importante, ahorita cerca de 10 por ciento de la población es población de 60 años o más, hay más de 11 millones de mexicanos que están en esa condición de edad.

Y lo que traté aquí de mostrarles es como hay cambios realmente muy significativos en la distribución de la población de 60 años y más por entidad federativa, en la Ciudad de México casi 14 por ciento de la población tiene 60 años y más.

Veracruz, Morelos, Oaxaca y Yucatán le siguen en orden de importancia y por el contrario, las poblaciones o las entidades federativas que tienen menor población, son las que están ahí señaladas o ubicadas: Querétaro con 8.6, Baja California 8.4, Chiapas con 8 por ciento, Baja Sur 7.9 y la entidad federativa con menor población de 60 años y más Quintana Roo con 6 por ciento, más del doble de diferencia con la ciudad de México.

Algunas notas sobre el tema de la vejez, hace algunos meses, el año pasado 2015, a mediados del año, se levantó una encuesta con representación nacional en distintos temas en la Universidad Nacional Autónoma de México, se hicieron cerca de 25 encuestas para poder ver, revisar cómo nos veíamos los mexicanos a nosotros mismos en distintos aspectos de la vida.

En educación, en empleo, en salud, en la parte política, juventud, en los asuntos de género; 25 grandes temas para responder esa pregunta y para reconocer la visión de los mexicanos sobre nosotros mismos.

Y lo que se vio en esa encuesta, es una encuesta muy extensa, seleccioné solo dos o tres láminas y las complementé con algunas otras del Instituto Nacional de Geriatría, pero lo que pasa es que entre los mexicanos entrevistados prevalece esta actitud ambivalente que muchos intuimos que muchos reconocemos.

Este paso de la sabiduría que se reconoce entre la población de más de 60 años y estos temas del deterioro desde lo físico, lo mental hasta lo socioeconómico y lo social y sin duda esa visión que tenemos en nuestra población, influye en muchísimos ámbitos como todos ustedes seguramente, en este seminario, lo van a identificar a reconocer y a documentar.

Solo para decirles algunos de los resultados de estas percepciones sobre la vejez, lo que sobresale es en la parte alta el hecho de que muchos adultos mayores tienen, desde el punto de vista de población encuestada, un deterioro de su memoria, casi tres cuartas partes así lo identifican.

O el tema de la salud de las personas mayores, que cerca del 60 por ciento de los entrevistados consideraron que era mala o la mayoría de los mexicanos entrevistados 53 por ciento, sostuvieron que la mayoría de las personas de edad avanzada son dependientes y así algunas otras notas al respecto.

Ese impacto de los estereotipos negativos sobre el caso de la vejez tiene influencia en muchas cosas, por ejemplo, el tema de discriminación laboral, social y en materia de salud a las personas mayores, maltrato y negligencia que ha sido repetidamente documentado, poco interés en la atención de las personas mayores.

Algo que nos tiene que preocupar porque este es un tema que a menos que tuviéramos una catástrofe demográfica vamos irremediablemente a vivir, y necesitamos infraestructura, recursos materiales, programas, servicios, recursos humanos para proveer a la población.

Siempre que hablo de este asunto, digo, hagámoslo aunque sea de manera egoísta por nosotros mismos, porque algunos ya estamos en esta condición y salvo las damas aquí del auditorio, de todos los varones van a llegar a esa situación, las mujeres no porque nunca envejecen.

Bueno, entonces hay problemas que tenemos ahí en nuestra estructura tenemos que ser capaces de anticiparlo, de lo que es ya ahora en día una necesidad, una demanda y va a hacer crecer.

Creo por fortuna que ha empezado a cambiar la concepción y la concepción fundamental es pasar del paradigma de que las personas de la edad avanzada son sujetos y casi objetos de asistencia para considerarlos como sujetos de derechos plenos, de derechos humanos, de derechos en materia de equidad de género, de derechos en cuanto a parte de la salud, pero también en cuanto a la cultura, la diversidad y de otros muchos campos de la vida cotidiana, en todos los campos de la vida social.

Para ello aquí hay cinco asuntos que tienen que ser considerados, lo primero es que hay que sensibilizar y educar a nuestra población sobre este tema. La importancia de envejecer activa y saludablemente por un lado, y la importancia de atender a los adultos mayores.

A ellos mismos hay necesidad de empoderarlos para que ejerzan a plenitud sus derechos y participen activamente dentro de la sociedad.

Hay que tener en este grupo uno más de los grupos a los que hay que incluir en todos los campos de la vida nacional, en lo social, laboral, en lo político, en lo académico. Un problema de nuestro país que tenemos que reconocer es la falta de inclusión de muchos mexicanos. Ahí están las personas que no saben leer ni escribir, son un poco menos de cinco millones. Ahí están nuestras poblaciones indígenas, estamos hablando dependiendo de cómo se juzgue está comisión de diversidad de más de ocho millones de mexicanos, un número muy importante de ellos están en la vida real y en muchos sentidos excluidos de nuestro desarrollo, lo han estado a lo largo de siempre.

Ahí están muchos otros grupos que tenemos a todos por su condición de seres humanos y de mexicanos para garantizar a plenitud sus derechos.

Yo sé que hay asuntos extraordinariamente sensibles, pero también tengo la convicción de que se trata de grupos, por ejemplo el de la comunidad LGBTI, que tiene que tener respetados la totalidad de sus derechos.

Tenemos que avanzar en la protección, tenemos que actuar y garantizar servicios a las personas mayores, y son servicios en muchos campos, y tenemos, por supuesto, que planear el desarrollo de programas y servicios para hoy y para un poco más adelante.

No se alcanza a ver porque el contraste no fue el deseado, pero ahí para el caso particular para el tema de salud hay una publicación que impulsó la Academia Nacional de Medicina recientemente hace poco se cumplieron, hace un par de años, 150 años de existencia de la Academia Nacional de Medicina y como parte de sus celebraciones, se hizo una gran obra editorial y uno de los asuntos realizados por expertos, por nuestros expertos en el área de la geriatría, pero también con la participación de expertos en el campo social en la atención de los adultos mayores, de los gerontólogos, y se hizo este libro envejecimiento y salud, donde se hacen una serie de propuestas importantes que sirven para seguir impulsando políticas públicas bien trazadas.

Ustedes lo van a discutir con distintos nombres, denominaciones en fin, pero también hay tres problemas que se afrontan, que algunos tienen un impacto financiero muy importante que es el caso de las pensiones, los gastos derivados de la pensión a la salud, nuestros adultos mayores son los usuarios más importantes de los servicios de salud y el gasto en cuidados en donde todavía tenemos muchísimo, muchísimo por invertir para atender a esta población.

Y una luz que sugiere el Instituto Nacional de Geriatría, el de trabajar en muchos campos y aspectos para conseguir realmente un envejecimiento saludable, lo que les decía vean ustedes se trata de dos gráficas la de arriba es la tasa de utilización de servicios ambulatorios de salud y la de abajo los temas de hospitalización por grupos de edad y sexo, empezamos de cero a cuatro y terminamos con los de 85 y más.

Los niños son usuarios importantes de los servicios de atención ambulatoria y lo son porque ahí es donde se hacen los programas de vacunación de control de crecimiento y desarrollo y de algunos programas todavía incipientes de estimulación temprana.

No son usuarios tan frecuentes de los servicios hospitalarios, que los jóvenes son poco usuarios, necesitan poco normalmente son sanos y si cuidamos bien a los niños estamos abonando en favor de una juventud y de adultos jóvenes sanos.

En la parte de abajo ustedes pueden distinguir como en la línea roja hay un punto alto, hay del grupo de los de 20 a los 24 años de edad, que se continúa relativamente con nosotros dos quinquenios y se trata de las mujeres, se trata de la atención obstétrica que en un alto porcentaje se resuelve en los hospitales de nuestro país, pero ustedes pueden ver que después de los 65 años empieza a incrementar de manera importante tanto la utilización de servicios de atención ambulatoria de primer nivel, consulta externa, como los servicios de hospitalización.

El cimiento es uno de los temas que impacta ya lo decía yo en otra de las gráficas del tema del costo de los servicios de salud, hay muchos otros. Ahí está el nivel de crecimiento económico, nuevas tecnologías, la organización misma de los sistemas de atención a la salud, el aumento de los costos en equipamiento, medicamentos, nuevos medicamentos, cuando arrancan se tiene una gran utilidad, pero tienen un costo muy pero muy alto, y por supuesto también las expectativas de la población.

Ahí en la gráfica de la derecha se compara no se ve con mucha claridad, el caso del ISSSTE, el caso del IMSS, el Seguro Popular y de la población que hace uso de otra manera los servicios públicos y privados.

Decía al describir el contenido de esta plática que había seleccionado dos historias de éxito y que había seleccionado dos de los grandes desafíos que tenemos en materia de salud en este momento, me voy a referir a la vacunación y al desarrollo de infraestructura como elementos de éxito, y a la diabetes y obesidad y sobrepeso y al caso del embarazo en niñas y adolescentes como dos de los grandes pendientes, no son los únicos, por supuesto que no lo son, como no son tampoco sólo dos historias de éxito, yo podría hablar de muchísimos casos en las dos direcciones, pero no es el objeto de esta plática y no tendría yo tampoco el tiempo para poder hacerlo.

En materia de vacunación de manera muy resumida permítanme decirles lo siguiente: Este país ha sido capaz de erradicar la poliomelitis, no tenemos un caso de polio salvaje como se llama virus de la polio en este país desde principios de la década de los años 90 en el siglo pasado. Son prácticamente 25 años que tenemos al país libre de poliomelitis y están eliminadas o controladas enfermedades que en el pasado, antes de 1970, causaban una enorme cantidad de muertes entre los niños mexicanos.

Es el caso de la difteria, es el caso del sarampión, de la rubeola, del síndrome de la rubeola congénita y de otras patologías.

Sólo recordar que se trata de enfermedades que incluso a finales de los años 80 generaron, por ejemplo el sarampión, la última gran epidemia que tuvimos en México, debe haber sido 89, 90 y que generó en esos dos años más de 7 mil 500 defunciones en nuestros niños.

Bueno, hoy está eliminado el sarampión, de cuando en cuando tenemos algunos casos importados. Recientemente en los Estados Unidos se generó un brote en California y algunos niños que estaban por allá regresaron con la enfermedad, pero son casos importados que no tienen nada que ver con el conjunto, y que la prueba es que no tuvimos ninguna consecuencia adicional.

El esquema de vacunación en el país es por otro lado uno de los más completos que existe en nuestra región, sin duda alguna, y donde tenemos coberturas muy satisfactorias, muy altas, que nos dan la tranquilidad de saber que los niños mexicanos están igualados, qué quiero decir con eso, que lo mismo un niño que vive en una zona de condiciones económicas difíciles, en el medio rural mexicano está protegido tanto como un niño que puede vivir en una zona urbana con todas las condiciones de comodidad y con tranquilidad en lo social y económico.

En estos tres años y medio de gobierno y ese es el tamaño, y a veces se nos olvida a nosotros.

A nosotros, a los servidores públicos nos toca comunicar correctamente. En estos tres años por ejemplo, se han aplicado más de 280 millones de vacunas en nuestro país. Todo tipo de vacunas, a todos los niveles de la población. Ahí están por ejemplo, los casi 33 millones que entre octubre del año pasado y abril de este año se aplicaron para tratar de proteger a la población en contra de la influenza.

El costo solo en los biológicos ha representado en estos tres años, 21 mil millones de pesos. Uno tiene que tomar decisiones cuando tiene la responsabilidad de administrar programas públicos. Y es el caso de las vacunas, uno podría haber optado por no vacunar y por ejemplo construir un hospital de 100 camas, que cuesta alrededor de mil millones de pesos.

Entonces uno podría haber construido 20 hospitales de mil camas o podría haber construido cerca de 3 mil 500 o un poco más centros de salud pequeños. Pero yo creo que la opción es la correcta, destinar estos 21 mil millones a la protección de la niñez mexicana de manera importante.

Hablando yo del tema de la infraestructura. Lo que este país ha incrementado su infraestructura es también muy importante. Y me refiero en este caso a la infraestructura pública

Ahí hay algunos números, algunos datos. Más de 22 mil 500 unidades públicas de atención pública Más de 21 mil de ellas, de primer nivel. Desde pequeños centros rurales, hasta grandes clínicas o unidades de medicina familiar del IMSS del ISSSTE, o de la propia Secretaría en los servicios estatales.

Mil 366 hospitales, algunos pequeños hospitales comunitarios, de 18, 24 o 30 camas. Pero algunos grandes hospitales de varios cientos de camas, como el Hospital General de México, como el Juárez, como algunos de grandes hospitales del Centro Médico la Raza, del Centro Médico Nacional, el Centro Hospitalario 20 de Noviembre, que es el centro médico más grande del ISSSTE.

Cerca de 90 mil camas de hospital censables y una población que atiende los problemas de salud de los mexicanos en el sector público, francamente muy impresionante. Solo entre médicos y enfermeras, más de medio millón de trabajadores de la Secretaría.

215 mil médicos y casi 300 mil enfermeras. Todo eso, porque a veces somos muy duros siento yo contra nosotros mismos. De pronto nos da por argumentar lo que no está bien y olvidarnos de lo que sí está bien. De pronto pasamos por alto que ha habido. Esto no se hizo de la noche a la mañana. Esto no es un periodo de gobierno. Estos son décadas de trabajo y de esfuerzo del conjunto de la sociedad mexicana. De esfuerzo y recursos que se han destinado al sector público y que han avivado al desarrollo y al progreso del país, que explican en parte muchas de las cosas favorables que tiene México. Estoy con gente en su mayoría con estudios universitarios, estoy seguro, y no podemos dejar de reconocer avances. Miren en 1950, yo ya había nacido, para que no lo calculen y se vayan a la década de los 30, Nací en 1948. En 1950 había en este país poco menos de 30 mil estudiantes de licenciatura y posgrado.

Ahora, tenemos 3.6 millones de estudiantes de licenciatura y posgrado. Sí, la población creció poco menos de cinco veces. Ese número se multiplicó 120 veces. Entonces ¿por qué no reconocer que ha habido un avance? Yo siempre contrasto las cosas, porque si ustedes me preguntan: A ver doctor Narro ¿usted está de acuerdo con que esa es la cifra correcta? No, necesitaríamos más, mucho más estudiantes en licenciatura. Pero negar que hay avances. Yo creo que es un error. Y yo se los digo: en materia de salud, se equivoca o miente el que ignore los avances en la materia. ¿Son lo que queremos? No, todavía hay mucho por avanzar para atender viejos problemas, problemas de siempre, problemas ligados a la pobreza, a la desigualdad, a la ignorancia, a la carencia de servicios básicos, sí, pero también problemas que se han originado por el propio e incluso el propio cambio, el propio desarrollo, por esa transición que tenemos.

Ahí está el caso de la diabetes, de obesidad y el sobrepeso, que representa un grave problema de salud en México y en el mundo entero.

En donde hay factores genéticos, pero donde lo más importante son los estilos de vida y en particular estos dos elementos: la dieta y la vida sedentaria. Y en donde lo vimos en una de las gráficas, hay un incremento muy importante, en la frecuencia de la diabetes, que nos hace reconocer que prácticamente, uno de cada diez mexicanos adultos padece la enfermedad. Y en donde un porcentaje muy importante de ellos no sabe que tiene la enfermedad y que se desarrolla paulatinamente y que afecta al individuo y que genera insuficiencia renal, falla circulatoria, problemas oftalmológicos que pueden llegar a la ceguera, o problemas que terminan con la amputación de alguno de los miembros inferiores.

Y junto a eso esta estadística que nos debe preocupar a todos: siete de cada diez adultos, el 70 por ciento de los mexicanos o tienen sobrepeso, o tienen claramente obesidad, y uno de cada tres de nuestros niños está en esa condición.

Ahí están algunas gráficas con dos de las encuestas de nutrición y salud que se han levantado últimamente, contrastan los datos del 2006 y el 2012, está divido por hombres y mujeres.

En rojo está el porcentaje de obesidad; en verde el de sobrepeso y la sumatoria de los dos en naranja.

En 2006, los hombres tenían 66.7 por ciento de obesidad y sobrepeso; en 2012, 69.4.

O las mujeres con 71.9 por ciento y 73 por ciento en los dos periodos, y pueden ver el crecimiento también en hombres en el caso de la obesidad: 24.2 a 26.8, y en el de las mujeres 34.5 a 37.5.

Sigue incrementándose y tenemos que desplegar un enorme esfuerzo que no puede ser nada más desde las estructuras del sector público, que reclamen y requieren de la participación de todos, y por cierto les digo que se ha establecido un observatorio con la participación de organizaciones no gubernamentales, con representantes de la Academia Nacional, como representantes del sector privado y en donde están participando expertos, que yo espero que logremos en relativamente poco tiempo, dar inicio a un largo camino que nos tiene que llevar a mediano plazo a controlar el problema y a cambiar el sentido de las cosas en esta materia: obesidad y sobrepeso.

Y aquí está el otro tema que escogí para ejemplificar nuestros desafíos, es algo que a mí en lo personal me duele muchísimo, el nacimiento de niños en niñas, el nacimiento de niñas de 14, 13, 12, 11 o 10 años.

Ustedes pueden ver ahí el número, ustedes pueden ver que hemos cambiado relativamente poco de 12 mil 175 en 2000 a 11 mil en 2014.

Si uno suma estos números, se trata de cerca de 165 mil niñas que se embarazaron, no se embarazaron, que las embarazaron, que las embarazaron y que dieron a luz a un pequeño.

Esto, señoras, señores es algo que nos tiene que doler, preocupar, interesar y es algo en lo que tenemos que trabajar.

El día de hoy en unas horas haremos conjuntamente, las estructuras de la Secretaría de Gobernación y la Secretaría de Salud, un nuevo planteamiento al respecto, porque es un problema que nos debe, insisto, preocupar al conjunto de la sociedad.

Su complemento es el embarazo propiamente en las adolescentes de 15 a 19 que también es un problema muy importante, prácticamente uno de cada cinco, uno de cada cinco embarazos que se registran en el país se presentan en adolescentes y niñas, en mujeres de 19 años o menos.

Y tenemos que avanzar muchísimo porque un número importante de esos embarazos, son embarazos no planeados, no esperados y que vienen a irrumpir en la vida de la pareja en especial, hay que decirlo, de la mujer y que afectan a la familia y al conjunto de la sociedad.

Dos láminas sobre el tema del sistema de salud.

Bueno, nosotros en México hemos desarrollado, así se ha desarrollado un sistema mixto público y privado, la parte social, está la Cruz Roja, algunos dispensarios, algunas organizaciones que prestan servicios de salud, algunos hospitalarios, el Hospital del grupo Shriners de México que presta una labor muy importante, pero déjenme ejemplificarlo así, público y privado de acuerdo a su financiamiento, a sus programas y por supuesto con un predominio de las instituciones públicas.

Con un sistema de financiamiento público que ahora es un poco más equitativo que hubo momentos en los que había un enorme desbalance, todavía hay desequilibrio cuando uno toma el per cápita dedicado a la salud en el caso de Petróleos Mexicanos o comparado con el que se recibe en la población cubierta por el programa que originalmente se llamó IMSS Coplamar y ahora es IMSS prospera, hay un enorme diferencial entre eso, pero hay una tendencia a volverlo más equitativo y con modelos de atención que son distintos y que pueden y deben articularse y avanzar en una mejor coordinación para tener mejores resultados y es parte de lo que estamos intentando con el programa de universalización de los servicios de salud, que en esta primera fase lo que implica es tener una mucho mejor coordinación entre el Instituto Mexicano del Seguro Social, el ISSSTE y la Secretaría de Salud a nivel federal y los servicios estatales de salud.

El sistema se desarrolló así fragmentado y fragmentado por la condición laboral: “Ah, trabajas al servicio del Estado, tienes ISSSTE”, “Ah, trabajas en una empresa, tienes IMSS”, “Ah, eres petrolero, PEMEX”, “Estas en las fuerzas Armadas, el sistema de la Secretaría de la Defensa Nacional o de la Secretaría de Marina”, señaladamente eso, no tienes un empleo fijo, no tienes un patrón, tienes una auto producción, en fin, entonces tienes que buscar los servicios, ahora, del Seguro Popular o en su defecto hacer uso del gasto de bolsillo y acaso contratar un seguro de gastos médicos que seguramente lo van a discutir ustedes en este seminario.

¿Qué nos ha generado esto?, pues una fragmentación de instituciones, duplicaciones en la utilización, hay gente en nuestro país que tiene dos, tres o más sistemas o servicios de salud, esto pasa mucho en las familias grandes cuando hay gente que tiene que ver por los padres y que si yo tengo IMSS yo soy asegurado por el IMSS, puedo inscribir a mis padres, pero si un hermano mío está en el ISSSTE los puede inscribir ahí o al de Pemex, lo hacen ahí y nos hace no tan eficientes en el uso de la infraestructura disponible.

Finalmente la última, sólo algunos comentarios para decir: La salud es muy importante, lo es para la persona, para el individuo, solo con salud se pueden desarrollar a plenitud las potencialidades de la persona, lo es para la colectividad, hay una relación muy clara entre muchos elementos del desarrollo económico, de la productividad y los niveles de salud de una población.

Para el gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto, la salud, lo ha dicho él, lo ha comentado conmigo, lo ha señalado y ha dado muestras de distintas formas, de que la salud es una de las grandes prioridades en este gobierno.

Hay, como vimos, grandes avances, pero también hay muchos desafíos más allá de esos dos que yo señalé, con una asignatura muy importante que tenemos todos que ir cursando que es el tema de los adultos mayores y este no es sino el resultado de la salud en los niños, en los jóvenes y en los adultos jóvenes.

Estamos frente a la expectativa real de lograr la cobertura universal y de conseguirlo y avanzar de manera muy importante porque no se puede dejar de reconocer que hay heterogeneidad en la calidad de los servicios.

Hasta aquí llega la presentación y yo quiero de nueva cuenta agradecer cumplidamente la invitación que se me hizo, me dieron una hora, empezamos hace 56 minutos, de tal manera que he cumplido por lo menos con el tiempo de manera satisfactoria.

Por su atención, muchas gracias.

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