Las cefaleas, mejor conocidas como dolor de cabeza, son sensaciones molestas, que se presentan de manera frecuente, tanto en adultos como en niños, pero pueden ser el síntoma principal de la enfermedad, secundario a alguna infección o incluso un tumor.

El neurólogo pediatra Juan Hernández Aguilar, encargado de la Clínica de Cefaleas del Hospital Infantil de México Federico Gómez (HIMFG), dio a conocer que el 75 por ciento de la población infantil menor de 15 años han reportado algún tipo de cefalea.

Agregó que hay cefaleas “primarias” que concentran a la migraña y a la cefalea de tipo tensional  las cuales son más frecuentes en niños.

Las migrañas predominan en pacientes de 7 a 8 años mientras que la cefalea tensional se presenta en los adolescentes. En la consulta de Neurología del HIMFG se atiende de 8 a 16 por ciento de pacientes con algún tipo de cefalea primaria.

La cefalea tensional se relaciona con situaciones emocionales. Son dolores continuos de baja intensidad, que ocasionan sensación de pesadez en la región posterior de la cabeza. “Incluso, los pacientes refieren este dolor de cabeza como si fuera normal, evidentemente no lo es, pero se acostumbran él”, agregó el especialista.

Recomendó una valoración neurológica y sicológica para establecer un buen diagnóstico.

Hernández Aguilar, jefe del Servicio de Neurología de este nosocomio, citó que el 90 por ciento de los pacientes con migraña cuentan con factores genéticos involucrados en la fisiopatología de esta cefalea, además de agentes externos que desencadenan el dolor.

La cefalea primaria tiene un origen vascular y neurogénico, mismas que comprenden cambios anatómicos y bioquímicos en los neurotransmisores del cerebro, lo cual genera un proceso inflamatorio estéril.

Aunado a ello, dice Hernández Aguilar, el paciente registra alteraciones auditivas y distorsiones visuales -conocidos como “aura”-, así como mareos, nauseas y vómito, que se presentan antes del episodio o durante la fase más intensa de dolor.

Por otro lado, existen factores desencadenantes que favorecen la aparición de migraña, tales como lácteos, conservadores, colorantes, sabores artificiales, algunas frituras y otros tipos de alimentos.

La migraña en el niño es de tipo intermitente, opresiva y frecuentemente bilateral. Sin embargo, el pronóstico es más benigno que en el adulto, porque representa una situación subjetiva, que se relaciona con la tolerancia al dolor por lo tanto, habrá menores que lo manejen mejor que otros.

De manera general, la migraña es la tercera causa de incapacidad en la población, los pacientes dejan de realizar sus actividades cotidianas. Es así como de las 6 mil a 7 mil consultas que otorga anualmente el departamento de Neurología del HIMFG, la tercera parte es por migraña.

El tratamiento para esta enfermedad consiste en identificar un factor desencadenante, para evitar la exposición, con lo cual el paciente puede mejorar considerablemente, indicó el titular de la Clínica de Cefaleas de dicho Instituto Nacional de Salud.

Cuando esto no es posible, añadió, el médico indicará analgésicos para evitar el dolor de cabeza, o bien tratamientos antimigrañosos. Si el dolor, en el niño, es más intenso -2 o más veces en una semana- se administran los llamados profilácticos, para espaciar la presencia de dolor.

El experto resaltó que la mayoría de los dolores de cabeza tienen solución y un tratamiento adecuado, “ningún paciente tiene que vivir con dolor de cabeza de manera continua” puntualizó.

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