Consolidar una red de laboratorios de bioseguridad, con personal capacitado y equipo en la región de las Américas, permite reaccionar  de manera oportuna ante la presencia de agentes biológicos externos, como el Ébola, así como de virus nativos de los países de Latinoamérica, que pueden representar una amenaza epidemiológica.

Coincidieron en señalar las investigadoras Anabel Negredo y Leticia Franco del Centro Nacional de Microbiología del Instituto de Salud Carlos III, de España, quienes asistieron a la Reunión de Consulta de Expertos en Diagnóstico por Laboratorio y Gestión de los Riesgos Biológicos, que se lleva a cabo en el Instituto de Diagnóstico y referencia Epidemiológicos “Manuel Martínez Báez (InDRE), de la Secretaría de Salud.

Indicaron que a partir de la aparición de la Influenza AH1N1 en 2009, las naciones empezaron a crear conciencia de la importancia de contar con laboratorios de vanguardia, “ahora la mayoría de las naciones tienen esa infraestructura, que les permite identificar y estudiar el Ébola, pero también sirve para analizar otros virus”, señalaron.

Por ejemplo, hay virus hemorrágicos nativos de las Américas como es el virus Junin en Argentina; Sabía, en Brasil; Guaranito, en Venezuela; y  Machupo, en Bolivia, que pueden representar una grave amenaza para la región.

Entonces, reuniones como estas nos brindan la oportunidad de mejorar los protocolos de preparación, definir los niveles de bioseguridad de los laboratorios de la región y revisar los procedimientos operativos.

Finalmente, resaltaron el papel estratégico que tiene México en el campo de la salud pública de la región, debido a que el InDre mantiene un estrecho vínculo con los Laboratorios Nacionales de Referencia de cada Estado integrante de la Organización Panamericana de la Salud, y constante intercambio de información con los organismos internacionales.