El mantener un peso adecuado, llevar una buena alimentación y practicar algún tipo de actividad física, por lo menos un año antes de embarazarse, son medidas que pueden diminuir el riesgo de desarrollar diabetes gestacional señaló Carlos Ortega González, jefe de la Coordinación de Endocrinología del Instituto Nacional de Perinatología (INPer) “Isidro Espinosa de los Reyes”.

 

Explicó que el desarrollo de diabetes gestacional se debe a  diferentes factores de riesgo como son: edad, antecedentes hereditarios de diabetes tipo II, obesidad o sobrepeso, inactividad física, aunado a ello, hay que recordar que la raza  hispana tiene mayor predisposición a presentarla.

 

Informó que una mujer embarazada registra una mayor resistencia a la insulina durante la semana 24 a la 28 de gestación debido a cambios hormonales, por lo que se recomienda efectuar un estudio denominado curva de tolerancia a la glucosa durante este periodo, con el fin de diagnosticar de forma oportuna la enfermedad.

 

Señaló que la única forma de diagnosticar la diabetes gestacional es a través de esta prueba debido a que la paciente no presenta ningún síntoma característico de la enfermedad como es la pérdida de peso, sed y continuas ganas de orinar.

 

El especialista mencionó que después del parto, el 90% de las mujeres restablecen sus niveles hormonales, por lo que desaparece la resistencia a la insulina, sin embargo a futuro tienen una mayor susceptibilidad a desarrollar diabetes mellitus tipo II.

 

 

Por ello, dijo, es necesario que éstas mujeres mantengan un constante monitoreo de su glucosa, desafortunadamente no lo hacen.

 

Si la madre no lleva un adecuado control la glucosa traspasa la placenta llegando a la sangre del feto y alterando su desarrollo, al nacer son bebés macrosómico (muy grandes) con serias complicaciones de salud.

 

“Una vez del nacimiento estos pequeños deben tener un seguimiento médico con el neonatólogo a consecuencia de la patología materna”, comentó.