El primer banco piel y tejidos del Instituto Nacional de Rehabilitación (INR) de la Secretaría de Salud representa un gran logro para la asistencia pública, ya que se almacenan tejidos de piel para atender a personas con quemaduras.

Francisco Martínez Flores, jefe del Banco de Piel y de Tejidos del INR, explicó que una de las funciones básicas del banco es el almacenamiento temporal de los tejidos pero en el caso específico de éste, se hace el proceso de procuración y procesamiento y, en el mismo Instituto Nacional de Rehabilitación, se emplea este tejido que se obtiene de los donadores para los pacientes quemados.

El trasplante de tejidos, afirmó, se hace con certificación microbiológica y molecular para identificar material genético de agentes infecto-contagioso que se puedan convertir en un riesgo sanitario, lo que representa que el  banco tenga un elevado índice de seguridad sanitario.

En México se reportan alrededor de 114 mil casos de quemaduras al año que requieren atención médica, el 10 por ciento ocurre en el Distrito Federal.

El especialista de la Secretaría de Salud agregó que en todo momento, el tejido se mantiene en soluciones que tienen nutrientes esenciales que evitan que las células mueran y después de un proceso de 36 horas se coloca el tejido en una solución para criopreservar y, posteriormente, se manda a congelación por debajo de los 80 grados centígrados.

Los tejidos, dijo, pueden estar congelados hasta por ocho años y cuando el paciente lo requiere solamente se toma el tejido, se descongela y  se hace nuevamente todo el proceso de control de calidad.

Para la donación se extraen láminas de piel que tienen un grosor de 0.5 milímetros y un ancho de 7.5 centímetros. Los donantes son cadavéricos, y la piel se extrae principalmente de espalda y muslos.

Martínez Flores señaló que la donación de piel y tejidos es muy importante, ya que en un paciente con grandes quemaduras, el injerto de piel ayuda a la proliferación de células vivas y, por lo tanto, acelera la cicatrización de las partes afectadas.

“La mayor parte de los injertos de piel se pueden utilizar en pacientes con quemaduras de tercer grado, es decir, con más de 30 por ciento de superficie corporal comprometida, que afectan la dermis, la epidermis y el tejido subyacente, y las zonas más frecuentes donde se realiza un injerto son abdomen, cara,  periné y espalda.

En lo que va del año, en el Banco de Piel y Tejidos del INR se han realizado 15 implantes quirúrgicos en pacientes quemados, lo que significa que se han utilizado alrededor de dos mil cm2 por cada uno de ellos. En 2012 se hicieron seis, mientras que en 2011, cuatro.

Por ello, recalcó, la importancia de la cultura de la donación de órganos y de tejidos.

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