El Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), de la Secretaría de Salud, en coordinación con el Hospital de la Mujer en Morelos, pusieron en marcha un programa para detectar la transmisión congénita por Chagas, de la madre al hijo, enfermedad que afecta al 3 por ciento de la población, y en etapas graves provoca el agrandamiento del corazón, colón y esófago. 

El doctor Celso Ramos, especialista en enfermedades trasmitidas por vectores emergentes del INSP, indicó que la madre infectada con Chagas puede transmitir el parásito a su bebé, o provocar un aborto o que el infante sea prematuro. 

En las mujeres embarazadas, indicó, no se puede dar tratamiento porque es tóxico para el bebé. Pero, antes o después se les suministra para evitar complicaciones a su salud. 

El doctor Celso Ramos destacó la necesidad de detectar el parásito en etapas tempranas y ofrecer tratamiento, debido a que en ocasiones, su presencia en la sangre es asintomática, y en caso de no atenderse provoca agrandamiento de algunos órganos humanos. 

Esta enfermedad es trasmitida por el piquete de la chinche conocida como besucona, que permanece escondida durante el día, en grietas de las casas viejas o de zonas rurales, y de noche se alimentan de sangre humana. 

Indicó que los estudios del virus por Chagas se realizan en la Red Nacional de Laboratorios Estatales de Salud, que se encuentran establecidos en cada entidad federativa, y son los únicos que pueden dar la confirmación de esta enfermedad, y remitir a los pacientes a los centros de salud. 

La enfermedad por Chagas tiene dos fases: la aguda, cuando se pueden presentar o no síntomas, que puede haber parásitos en sangre, y se puede detectar con facilidad a través de los estudios de laboratorio. 

En el caso de la segunda, que es la grave, se presentan en un periodo de entre 10 a 20 años, cuando el parásito se anida en el corazón, en el esófago o en el colón, y provoca el crecimiento de esos órganos. 

Cuando se aloja en el corazón, provoca arritmias y la persona no puede hacer ningún tipo de trabajo, ni se puede mover con facilidad. Este tipo de pacientes requerirán un marcapasos o un trasplante de corazón. 

Para evitar esas complicaciones, se capacitó a los médicos para detectar la enfermedad, a través de estudios de laboratorio, y a dar seguimiento a los enfermos que están en tratamiento, ya que muchas veces lo abandonan. 

Entre los factores de riesgo, se encuentran vivir en regiones donde hay chinches, la aparición de piquetitos en la piel o tienen animales en su domicilio. 

En zonas de riesgo, la población puede no tener síntomas y estar infectados, y desconocerlo. Por lo que se está educando para que acuda a los centros de salud, y se les realice las pruebas confirmación del laboratorio.