En México, cerca de 220 mil personas fallecieron por enfermedades cardiovasculares en 2021, de las cuales 177 mil fueron por infarto al miocardio, que puede ser prevenible al evitar o controlar los factores de riesgo como el tabaquismo, presión arterial alta, colesterol elevado y diabetes no controlada.

Con motivo del Día Mundial del Corazón este 29 de septiembre, el jefe del Departamento de Rehabilitación Cardíaca y Medicina Física del Instituto Nacional de Cardiología “Ignacio Chávez”, Hermes Ilarraza Lomelí, señaló que la atención y tratamiento oportunos, así como la rehabilitación plena permiten a quienes sufrieron un infarto recuperar la función cardiovascular y retomar sus actividades cotidianas.

Detalló que en 2021 ocurrieron cerca de un millón 100 mil defunciones por diferentes causas, de las cuales 220 mil fueron por enfermedades del corazón; de éstas, 78 por ciento correspondió a infartos del corazón o cardiopatía isquémica. Además, fallecieron alrededor de 30 mil personas por hipertensión arterial. “Las enfermedades coronarias isquémicas afectan por igual a hombres y mujeres”.

Ilarraza Lomelí sostuvo que algunas alteraciones del corazón pueden detectarse desde la infancia, como padecimientos congénitos y malformaciones cardiacas. Otros como el infarto al miocardio y las enfermedades isquémicas aparecen después de los 65 años y afectan a tres cuartas partes del total de personas adultas mayores, aunque también se han encontrado casos entre los 30 y 35 años.

Las enfermedades cardiovasculares más comunes son en arterias coronarias y en arterias cerebrales, mejor conocidas como apoplejía, embolia o derrame cerebral, con alta prevalencia en mujeres. Otro problema es la estenosis aórtica, una afectación en válvulas que ocurre por degeneración.

“Son muchas las enfermedades del corazón. Las hay derivadas de algún tipo de infección e inflamación, como la endocarditis o valvulitis romática; insuficiencia cardíaca, con un origen no muy claro, y las arritmias. Pero las de mayor prevalencia y mortalidad son las isquémicas, donde está considerado el infarto al miocardio”.

Explicó que los padecimientos del corazón están determinados genéticamente y tienen una progresión muy lenta, por lo que es importante controlar el colesterol acumulado en las placas de las arterias, la presión arterial y la diabetes, así como eliminar o evitar el tabaquismo, que ocasiona complicaciones coronarias a cualquier edad y desenlaces fatales.

Ilarraza Lomelí insistió en la prevención a través del tratamiento para dejar de fumar, realizar de actividad física, procurar la alimentación equilibrada y estricto apego a los medicamentos para el control de enfermedades crónicas.

Afirmó que un factor fundamental para la salud cardiovascular es la actividad física, ya que las personas físicamente activas están más sanas, tienen menos placas de colesterol -un factor que puede condicionar los infartos al miocardio-, y por lo tanto viven mucho más en buenas condiciones de salud.

Además, se deben promover conductas saludables para generar un círculo virtuoso del buen comer, sin carencias o abusos en calorías, grasas y proteínas, y consumo suficiente de agua natural, como parte del vivir bien.

El especialista aclaró que quienes tienen enfermedades cardiovasculares pueden llevar una vida plena, “nuestro trabajo desde el instituto es brindar atención integral para que retomen sus actividades, que vuelvan a trabajar, a tener vida en pareja, comer con libertad dentro de la normalidad de una dieta; incluso, hasta tomarse una copita de vino, porque eso es parte también de la alimentación”, señaló.

Twitter: @SSalud_mx  

Facebook: facebook.com/SecretariadeSaludMX 

Instagram: ssalud_mx

YouTube: Secretaría de Salud México