Buenos días tengan todas y todos ustedes.

Por muy distintas razones, me da mucho gusto estar aquí en este Hospital, saludar a quienes nos hacen el favor de acompañar el día de hoy, y además estar con quienes están presidiendo esta ceremonia.

Una ceremonia para conmemorar, para recordar, para hacer un recuento y también para ver hacia adelante.

Estar con personalidades como todas y todos ustedes es un privilegio, muchísimas gracias por su presencia. Muchas gracias al señor Director del Hospital por recibirnos.

De manera muy especial a dos personajes de esta historia, una historia que se debe contar como una de las historias exitosas, como una aventura científica, médica, que arranca más de medio siglo atrás y que nos ha permitido tener logros muy importantes.

Por eso, de verdad, es un privilegio estar con Carlos Gual, amenazó con mandarme cuatro tomos para que vea yo lo que le ha tocado ver y hacer en la historia, y compartir este espacio con Jorge Martínez Manatou, que tiene muchísimo que ver, es uno de los personajes que impulsaron en la década de los años setenta todas estas acciones. Para el doctor Gual, para el doctor Martínez Manatou, mi reconocimiento.

Muchas gracias, también a quienes desde el escenario internacional con su presencia, con su aporte, nos dan confianza y también nos impulsan a continuar el trabajo. Por eso, a una aliada permanente en materia de salud y a un personaje comprometido con la causa, gracias a ustedes dos por acompañarnos en esta oportunidad.

Gracias a la maestra Patricia Chémor Ruiz en su calidad de titular de responsable del Consejo Nacional de Población, hemos trabajado juntos, hemos hecho cosas juntos y disfrutamos de los resultados que se alcanzan cuando se tiene un trabajo sistemático, ordenado, cuando la única competencia que se acepta, se recibe, es la competencia de hacer bien las cosas, la de ser competente y no estar interfiriéndose. Muchas gracias a la licenciada Chémor Ruiz por acompañarnos.

Por supuesto a todos quienes en el sector de la salud, de las instituciones hacen posible los programas, el desarrollo de las acciones, las instituciones federales y en las instancias del Gobierno de la Ciudad.

Ahorita que estaba viendo al auditorio y veía a algunos colegas que empezaron, algún joven en aquellos años, que se fue a estudiar su posgrado a Houston y que regresó con muchas ideas porque su maestría en el campo de la salud pública la hizo con énfasis en temas de población y veía yo al doctor Urbina y al doctor Ruiz de Chávez y pensaba en aquella canción de cómo han pasado los años.

Pensé que no me iba a atrever a decirlo, porque me hubieran dicho, pues de ahí vienes, somos de la misma generación. Efectivamente, pertenezco a una generación que le ha tocado ver un gran cambio en el mundo, un gran cambio que tiene que ver con todo, que tiene que ver con el número de habitantes del mundo, pero que tiene que ver con el fortalecimiento de principios fundamentales como la libertad.

Pertenezco a una generación que cuando nacimos en aquellos años, casi al medio siglo, yo nací en 1948, siempre digo el año porque la gente empieza irse para atrás y atrás. Yo nací en 1948 y en México apenas teníamos por arribita de 25 millones de habitantes. Hoy esa cifra se ha multiplicado cinco veces.

Pertenezco a una generación en la que, por supuesto, no había salvo acciones que no son efectivas o que no tienen una efectividad alta, no había realmente métodos anticonceptivos, no se disponían. Soy de una generación que ha visto el desarrollo de la ciencia. Soy de una generación a la que le tocó todavía que había palabras que eran feas, que no debían decirse en familia.

En una mesa decente no se podía decir condón. Diga preservativo, muchacho. Soy de una generación que al final le tocó trabajar, conocer a quienes han hecho un gran servicio, en nuestro caso, a México, a nuestra sociedad. Una generación que dio un gran cambio cultural auténticamente para entender y aceptar cosas y acciones que hoy están en la Constitución de la república.

Que hoy se habla ahí de la capacidad de la pareja para decidir el número y el espaciamiento de los hijos. Para construir al final, políticas públicas mantenidas mayormente y que cuando se han debilitado queda la huella. Ahí están los datos.

Entonces, en realidad me puse como alguien, como un observador, pero en realidad lo que quiero, es decir: claro que el país ha cambiado y claro que el país ha mejorado enormemente.

Claro que se debe al trabajo de mucha gente, algunos de quienes están aquí y otros que no nos acompañan, a veces porque ya no están con nosotros, y en ocasiones porque no han tenido la posibilidad, pero a todas y todos ellos, lo que les queremos decir es muchas, muchas gracias.

A quienes, desde la academia, de los laboratorios, de la investigación, a quienes, de los servicios, a las áreas médicas y de salud, a los demógrafos, a los actuarios, a todos quienes han ayudado a construir esas políticas públicas muchas, muchas gracias.

Y claro ya lo decía la titular de CONAPO, claro que ha tenido efecto y son efectos favorables, positivos. Si México no hubiera desarrollado una política libre, democrática, basada mucho en educación e información, seguramente tendríamos ahorita no sé o ya no me acuerdo, se hacían las estimaciones, más de 150 millones de habitantes, sin duda alguna y a lo mejor de 160 millones de mexicanos.

La magia de construir en poco menos de 70 años, cinco países como el que teníamos en 1950, es impresionante. Bueno, lo hubiéramos tenido que hacer por seis. Entonces realmente por eso es muy importante que estemos aquí para reconocer que hay problemas, pero también para reconocer cuando somos exitosos como país, cuando conseguimos lo que nos proponemos.

Normalmente cuando lo conseguimos, esto que trabajamos y lo hacemos en la misma dirección, que trabajamos todos juntos cada quien haciendo lo que le toca y le corresponde, porque tratamos de convencer con argumentos y no de enfrentar, de acordar y no de dividir, y hacerlo como solo se puede hacer en materia de salud con la gente.

Reconozco que hay problemas, reconozco que nos falta por hacer, reconozco que así como podemos dar buenas cuentas de lo que en muy poco tiempo en dos años de operación de una estrategia nacional de prevención del embarazo entre las niñas y las adolescentes.

Y que tenemos resultados, que ahí están y que en dos años de operación, estamos en el tercero no tenemos los datos todavía, pero en dos años hemos conseguido regresar, no solo de tener el incremento, sino regresar las cifras que teníamos en el número, como número absoluto, en los años ochenta. en el número de nacimientos en mujeres de 15 a 19 y en el número de nacimientos en niñas de 14,13,12,11 o 10 años, y claro que no estamos satisfechos, ¿quién con más de nueve mil 500 nacimientos en niñas puede estar tranquilo?

No vamos a estar tranquilos hasta que no tengamos un nacimiento en una niña, porque no hay razones que valgan, porque no se pueden argumentar usos y costumbres, porque no se vale condenar a criaturas, en plural, la madre y su hijo a que pierdan prácticamente su vida o a que esta se vea comprometida. Entonces claro que hay resultados, pero tenemos mucho que hacer.

Cuando revisamos las diferencias en el acceso y uso real de anticonceptivos en población indígena, tenemos un pendiente, la población en el medio rural, tenemos un pendiente, las diferencias entre entidades federativas del norte del país con las del sur-sureste, señaladamente Oaxaca y Chiapas, tenemos un pendiente.

Cuando vemos los datos de muerte materna con todo el éxito que se ha tenido de ir bajando la razón de muerte materna, pero tenemos un pendiente y todavía a pesar de que hemos mejorado nos preocupan muchas cosas, enfermedades de transmisión sexual, transmisión vertical del VIH Sida y son muchas, muchas las cosas que todavía tenemos que hacer.

Pero hoy también insisto, es un día para decir qué bueno que se construyó con el aporte de científicos, de académicos, de investigadores, de administradores de los servicios de salud, con la voluntad de los poderes del Estado mexicano el Ejecutivo, el Legislativo, con el apoyo del conjunto social, que bueno, hoy podemos decir cuatro décadas del primer Plan Nacional, más de 50 años de la primera clínica pública de anticoncepción de planificación familiar.

Y qué bueno que hoy podemos ver hacia adelante y comprometer, empeñar el trabajo de un gobierno, el gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto que en esta materia tiene una enorme claridad de que con el respeto que se necesita a la determinación de las personas, de las parejas, de hombres y mujeres, y por cierto, tenemos un pendiente y se dijo aquí muy bien a incorporar al varón en las estrategias.

Si uno revisa la historia, uno se da cuenta y ahí están los datos, de que hubo otros momentos en los que teníamos más énfasis en la incorporación del varón y que ha habido momentos en lo que eso también se aflojó y que no se puede aceptar, porque tiene que haber alguna responsabilidad y una participación donde varones y mujeres tengan la información y tengan la participación, el involucramiento particularmente cuando se actúa frente a una pareja.

Entonces gracias a quienes hicieron posible esto, gracias a quienes hoy nos acompañan a recorrer esta exitosa política de salud y de prevención, y muchas gracias a quienes estoy seguro seguirán haciendo que en el futuro entreguemos buenas cuentas a las siguientes generaciones, como muchos maestros, como muchos colegas lo han hecho para entregar al país buenos resultados.

Enhorabuena y felicidades.

458. Planificación familiar, resultado del fortalecimiento de políticas públicas

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