La mastitis es una inflamación de las glándulas mamarias que se manifiesta con dolor intenso, endurecimiento del seno, enrojecimiento de la piel y aumento de temperatura corporal. Se presenta principalmente en mujeres de 18 a 35 años de edad, durante y fuera del periodo de lactancia, explicó el jefe del Servicio de Gineco-Obstetricia del Hospital Juárez de México (HJM), Antonio Gutiérrez Ramírez.

En entrevista, indicó que el tipo más frecuente es la llamada mastitis puerperal, que se presenta en las primeras dos semanas de lactancia. Se caracteriza por provocar un estancamiento de la leche, debido a la inexperiencia en la técnica de amamantamiento.

En otros casos, se origina por bacterias que se encuentran sobre la piel del pecho, como el estafilococo áureo, que penetra la aureola o el pezón a través de las grietas en la epidermis. Estas grietas son causadas por la incorrecta o excesiva succión de los recién nacidos.

A las pacientes con esta patología se les prescriben antibióticos y antinflamatorios, pero lo más importante, dijo, es que no deben dejar de amamantar cuando no hay diagnóstico de infección.

Algunas de las medidas preventivas para no desarrollar mastitis son: ofrecer el pecho a demanda, no limitar la duración de la toma, evitar usar ropa ajustada, masajear y limpiar el pecho antes de amamantar, así como una adecuada higiene de manos.

Por otro lado, la mastitis no asociada a la lactancia es un proceso inflamatorio relacionado con tumores, traumatismos y otro tipo de patologías, como las llamadas autoinmunes o idiopáticas. Afecta a mujeres de 18 años de edad en adelante, pero predomina en la población de 30 a 35 años de edad.

Entre los síntomas más comunes están: el enrojecimiento de la piel, aumento de temperatura en la región del pecho y la presencia de tumores con bordes difusos que no se mueven ni segregan pus.

Por tener características similares a la inflamación que causa el cáncer mamario, recomendó acudir con un especialista para realizarse estudios como mastografía, ultrasonido y biopsias, a fin de descartar la presencia de carcinomas.

El doctor Gutiérrez Ramírez hizo énfasis en la autoexploración de las mamas a partir de los 18 años de edad en adelante. Este examen se debe realizar siete días después de que concluya la menstruación, y la intención es detectar nódulos, zonas de la piel enrojecidas o piel de naranja.

“Si hay sospecha de lesión maligna, sin importar la edad, se tiene que realizar una mastografía. En el caso de mujeres de 40 años en adelante, se debe efectuar la mastografía bilateral y un ultrasonido, para buscar nódulos que no se logran palpar”, finalizó.

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