La tarea del personal médico no es sencilla debido a que “actualmente vivimos una epidemia de alimentos altos en grasa y azúcar, aunado a que ha cambiado el tamaño de las porciones, además que el hábito de la colación entre comidas se ha desvirtuado”, alertó la Dra. Dra. Otilia Perichart Perera, Jefa del Departamento de Nutrición y Bioprogramación del Instituto Nacional de Perinatología “Isidro Espinosa de los Reyes” (INPer).

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Por ello “es necesario reflexionar como nutriólogos en la consulta para impulsar un cambio de conductas en la población mexicana y es nuestra responsabilidad sensibilizar a los tomadores de decisiones acerca de la importancia de la nutrición como una parte fundamental en la salud integral”, agregó.

Con motivo del Curso-Taller “Nutrición Perinatal: Embarazo de Alto Riesgo”, impartido el 25 y 26 de julio de 2019, en el INPer se expuso la importancia del aumento del conocimiento y el desarrollo de habilidades en la atención nutricia de mujeres embarazadas de alto riesgo. “En México tres de cada cuatro mujeres en edad fértil tienen sobrepeso y obesidad, lo cual es una problemática muy real que como médicos hemos subestimado”, advirtió el Dr. Jorge Arturo Cardona Pérez, Director General del INPer.

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Ante esta realidad, “la trascendencia que tiene el quehacer diario del equipo de Nutrición en el periodo perinatal es tan grande que si lo hubiéramos entendido hace un siglo, hoy nuestra realidad sería diferente”, expresó.

Al referirse a profesionales de la Nutrición, Dietistas y personal médico interesado en el tema, destacó que “son el futuro para resolver una problemática epidemiológica. Estamos en el momento correcto de tomar acciones de fondo”.

Por su parte, la profesora adjunta del Curso, Dra. Ameyalli Rodríguez Cano, externó la necesidad de que la terapia nutricia sea una práctica estandarizada que sirva de herramienta para establecer una comunicación eficaz entre los profesionales de la salud y con los pacientes.

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En ese sentido, dijo, la primera tarea para los profesionales de la salud será identificar la causa del problema nutricio, visibilizar la consecuencia y a través de acciones planificadas, diseñar una estrategia de intervención enfocada a cambiar comportamientos.

Las especialistas coincidieron en el riesgo de incluir azúcares desde el inicio de la vida y cuidar la alimentación infantil evitando el consumo de harinas, aceites y productos procesados.

Programación metabólica y su repercusión en la salud del adulto.