La mujer que fuma durante la gestación aumenta la probabilidad de sufrir complicaciones, tales

como: placenta previa, embarazo ectópico, ruptura prematura de membranas, hipertrofia placentaria

compensatoria, hipoxia (falta de oxigenación) y vasoconstricción uterina (estrechamiento

de los vasos sanguíneos en el útero) y parto pre-término.

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De acuerdo con el Dr. Armando Córdova Barrios, Investigador en Ciencias Médicas del Instituto

Nacional de Perinatología “Isidro Espinosa de los Reyes” (INPer), la mayoría de las fumadoras

dejan de inhalar tabaco poco después de confirmar la noticia de su embarazo, lo cual tiene consecuencias

para el desarrollo perinatal.

Explicó que la combustión del tabaco tiene una gran cantidad de sustancias en forma de gases

y alquitrán. Son cerca de 4 mil, de las cuales 50 son cancerígenas. La nicotina es la sustancia que

provoca los efectos adictivos en el cerebro de las consumidoras, por lo que la dependencia que

provoca es similar al de la cocaína.

“La nicotina y otras sustancias como: monóxido de carbono, benceno, cadmio, mercurio, plomo,

tolueno, amoniaco, arsénico y otras más, son capaces de pasar por las membranas placentarias,

en la corriente sanguínea de la madre hacia su bebé en formación, afectando su desarrollo”.

En un estudio realizado en el INPer, se encontró que existen hogares donde la pareja de la gestante

fuma dentro del dormitorio; lo cual permite que el humo de tabaco permanezca en el

ambiente y se inhale por largo tiempo, aumentando el daño (Córdova-Barrios, Lartigue, &

Vázquez-Monroy, 2011).

Algunas de las consecuencias del tabaquismo materno para el bebé son: bajo peso al nacer, lo

cual le deja en desventaja para el inicio en su vida; afectaciones en el sistema respiratorio y facilitando

infecciones durante la infancia, aumento de las infecciones en los oídos.

También representa un factor de riesgo para limitar aspectos de su desarrollo intelectual y

desempeño escolar, puede generar intranquilidad y que el bebé sea difícil de consolar, contribuye

a la probabilidad del Síndrome de Muerte Súbita del Lactante, ya que disminuye su sensibilidad

ventilatoria (no despierta al faltarle el aire) y altera la formación de ciertos centros neurológicos

en su cerebro.

La sensibilización a las mujeres embarazadas y a la sociedad en general respecto a las afectaciones

que el tabaco tiene en el organismo y en el desarrollo del bebé es de suma importancia,

por lo que el especialista recomendó planear el embarazo, para que así, la futura madre tenga

la oportunidad de dejar de fumar por lo menos dos meses de la gestación.