Durante la pandemia de COVID-19, la línea telefónica Línea de la Vida 800 911 2000 ha constituido un mecanismo para brindar apoyo emocional a las personas que lo requieren y recibir un tratamiento adecuado, específicamente para quienes padecen depresión.

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En un tema de depresión, es recomendable realizar tareas programadas, establecer horarios para dormir y despertar, así como de alimentación. Además, actividades lúdicas, ejercicio y mantener el contacto con amigos y familiares a través de diferentes tecnologías.

La Secretaría de Salud, a través de los Servicios de Atención Psiquiátrica (SAP), la Comisión Nacional contra las Adicciones (Conadic) y la secretaria técnica del Consejo Nacional de Salud Mental (STConsame) realizan esfuerzos conjuntos para que se impulse un cambio de enfoque para atender la salud emocional y la depresión, con acciones para fomentar la autoestima y la autovaloración, con base en cuatro ejes estratégicos: educación, bienestar, cultura y comunicación. En el eje de salud hay componentes de prevención, atención y rehabilitación especializados en materia de salud mental y adicciones.

La depresión se reconoce como una “condición médica o cerebral y un trastorno, más que una cuestión de voluntad”. Los focos de alarma para sospechar que alguien padece depresión es que por lo menos durante dos semanas la persona presente tristeza y anhedonia, es decir, que pierde el interés en realizar actividades que anteriormente eran placenteras o llamaban su atención.

Otros síntomas cognitivos se asocian a la percepción que se tiene de uno mismo, de las personas que se encuentran alrededor, del mundo o del futuro, ya que solo se consideran cosas y experiencias negativas y se tiene un panorama de desesperanza.

También se pueden presentar síntomas físicos como menor energía, falta de concentración, alteraciones de sueño y del apetito que se puede ver reflejado en la variación del peso corporal durante el último mes.

Las personas adultas mayores manifiestan irritabilidad y cambios súbitos de ánimo, y las y los niños menores de ocho años presentan dolores de estómago o cabeza, mareos y nauseas. El síntoma más grave, es la existencia de ideas suicidas.

El trastorno depresivo mayor se caracteriza porque la persona no se levanta, no se baña, no quiere socializar, se aísla y empieza a tener ideas de muerte o hasta alucinaciones. Si es recurrente, de difícil tratamiento o resistente a éste se puede convertir en una enfermedad discapacitante.

En algunos casos, la depresión se puede remitir o curar como tal y en otros solo se controla, por lo que es fundamental la valoración adecuada, y que el tratamiento depende del nivel de gravedad.

Las personas con comorbilidades son más proclives a padecer depresión, pues el estado proinflamatorio de enfermedades como diabetes o hipertensión, combinado con estrés alteran las características circulatorias, endócrinas o metabólicas que hacen que la sangre, lípidos, glucosa u hormonas se liberen de manera diferente. Asimismo, la depresión también incrementa la posibilidad de desarrollar diabetes o problemas circulatorios.

Las personas que se sientan estresadas, tristes o con alguna alteración emocional, no deben esperar a que el problema avance, pueden recibir apoyo emocional u orientación en la Línea de la Vida al 800 911 2000 o consultar el sitio web de coronavirus en https://coronavirus.gob.mx/salud-mental/, donde encontrarán información sobre salud mental y otras líneas de atención.

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Comisión Nacional contra las Adicciones

Centros de Integración Juvenil

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