El riesgo de que los menores sufran accidentes es mayor en las vacaciones. Esto se debe a que pasan más tiempo en la casa y a la falta de supervisión de un adulto.
Los padres de familia deben tener precaución y estar atentos a las actividades de sus hijos para evitar que los momentos de relajamiento y diversión se conviertan en una mala experiencia.
Es importante prestar mayor atención al cuidado de niños de entre tres y siete años, los más propensos a lesionarse con la introducción de objetos en el cuerpo, ingesta de sustancias de productos de limpieza, medicamentos y solventes.
Los menores pueden lesionarse con juegos pirotécnicos, fuegos artificiales o bengalas, los cuales pueden provocar quemaduras que dejan marcas de por vida.
Las personas que cuidan a los niños deben extremar las medidas de protección para evitar fracturas, caídas e intoxicaciones.
Deben resguardar medicamentos y productos de limpieza y corrosivos, evitando usar envases de jugos o refrescos, ya que los menores pueden confundir el contenido con una bebida e ingerirla.
Poner protectores en los enchufes de corriente de luz eléctrica para evitar una descarga; poniendo especial atención en el uso de cables y no dejarlos conectados a la corriente eléctrica.
Otro de los accidentes que se presentan con frecuencia son las quemaduras y lesiones con objetos punzocortantes, por ello se recomienda mantenerlos fuera del alcance de los infantes, evitando así un percance grave.
482. Aumentan accidentes en menores de siete años durante vacaciones
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