Por más de dos mil años se pensó que el paludismo (o malaria) era un mal que provenía de los pantanos, como lo demuestra el origen de ambos nombres. Paludismo viene de la palabra “palude”, que en italiano significa “pantano”, mientras que malaria hace referencia al “mal aire” que emana de los pantanos y que suponían era el causante de la enfermedad.

Que los nombres de este padecimiento tengan origen italiano no es casual. En la Roma antigua el paludismo fue una enfermedad devastadora. Tanto así que además de realizar obras de canalización, los romanos rendían culto a una deidad que suponían los protegería de este mal: la Dea febris. Durante la Edad Media, los habitantes de la ciudad de Ninfa creían que un hada maligna robaba la belleza de las doncellas que iban al lago a mirarse a las aguas.

Hoy sabemos que el causante de la malaria no es ni mal aire de los pantanos ni un hada malévola, sino los mosquitos del género Anopheles, los cuales a su vez son los responsables de transmitir parásitos que producen el paludismo: los plasmodios.

Sin embargo, el descubrimiento de estos parásitos no ocurrió sino hasta 1880, gracias al trabajo de Charles Louis Alphonse Laveran. En 1886 Camillo Golgi describió el ciclo de desarrollo y multiplicación de los plasmodios en los glóbulos rojos y fue Ronald Ross quien, en 1895, demostró que los mosquitos estaban conectados con la transmisión de estos parásitos y por tanto del paludismo.

De las especies de Plasmodium que existen, cuatro causan paludismo en los humanos: Plasmodium falciparum, P. vivax, P. malariae y P. ovale. En México los casos que se presentan son causados por Plasmodium vivax.

Desde mediados del siglo XVII los misioneros jesuitas utilizaban la corteza de Cinchona officinalis, el árbol sudamericano quino (de donde se extrae la quinina), como un tratamiento realmente efectivo contra el paludismo, aunque su uso se generalizó hasta 1850. Actualmente se han desarrollado medicamentos antipalúdicos específicos para los diferentes momentos del desarrollo de los parásitos.

Fuentes e información relacionada:

  • Adolfo Martínez Palomo, De la amibiasis al zika, Ed. El Colegio Nacional
  • Richard Conniff, Cazadores de especies, Ed. FCE.
  • CDC, Malaria. “Ross and the Discovery that Mosquitoes Transmit Malaria Parasites”.
  • Blancarte Meléndez y Cabrera Palma, El programa de erradicación del paludismo en México, Salud Pública Mex, Vol. 1, Núm. 1 (1959).
  • Filiberto Malagón, Algunas consideraciones históricas sobre la malaria, Elementos, No. 8, Vol. 2, Julio - Septiembre, 1986.

Síguenos en Twitter: @SSalud_MX 
Facebook: @SecretariadeSaludMX 

You Tube: Secretaría de Salud México