En el contexto de la atención, el Observatorio Mexicano de Drogas registró en 2018, 144,931 usuarios que solicitaron tratamiento por consumo de alcohol, tabaco y drogas, de los cuales el 2.4% (3,434 usuarios) eran consumidores de opiáceos y fármacos opioides. Aun que se observan prevalencias no significativas y la demanda de atención es baja, se debe advertir que los consumidores de este tipo de sustancias no vive habitualmente en un hogar formalmente establecido y no necesariamente acude o recibe tratamiento. Por lo que el presente estudio tuvo como objetivo realizar la caracterización de los servicios de atención para usuarios de heroína, fentanilo y otros opioides en tres estados de la frontera norte de México: Baja California, Chihuahua y Sonora. Se trató de un estudio no experimental, de observación directa a través de grupos focales , entrevistas, encuestas y visitas a centros de atención.
La muestra estuvo conformada por 254 participantes (61.4% hombres y 38.6% mujeres). Participaron 59 unidades de atención (de tipo ambulatorio y residencial), 11 clínicas de sustitución con metadona y 4 Organizaciones de la Sociedad Civil. Dentro de los resultados más destacados, se logró evidenciar la grave situación de precariedad en que se encuentran las personas que consumen heroína y otros opioides, así como la carencia de servicios de salud y de binestar social. La demanda de atención en cuanto al número de usuarios de estas sustancias ha disminuido. Dentro de la atención a estos usuarios existe la necesidad de tratar el síndrome de abstiencia con una perspectiva médica que ayuda al apego y mantenimiento en el tratamiento. Repecto al consumo de fentanilo, una tercera parte de los participantes consideró que el ingreso a tratamiento residencial de usuarios de fentanilo es nulo. Por último existe la necesidad de implementar programas de reducción de daños como acceso a los servicios de salud y este tipo de programas actualmente los llevan las organizaciones de la sociedad civil.