La violencia contra las mujeres constituye un grave problema de salud pública y una violación a sus derechos humanos. Los distintos tipos y manifestaciones de la violencia de género, ocasionan graves problemas de salud física, mental, sexual y reproductiva a corto, mediano y largo plazo para las personas y particularmente a las mujeres que lo enfrentan. En ese sentido, las violencias no solo afectan la salud de las mujeres, sino que, también tienen un elevado costo social y económico para los sistemas de salud y la sociedad en general.

El sector salud tiene un papel relevante en el abordaje de la violencia de género, y son necesarias realizar acciones que fortalezcan los protocolos, rutas y equipos de salud para la prevención y atención; así como la disponibilidad de servicios adecuados y de calidad y el acceso a los insumos correspondientes.

El Componente Violencia de género y violencia sexual del Programa de Acción Específico Salud Sexual y Reproductiva 2020-2024, se enfoca en contribuir a la prevención, atención oportuna de la violencia de género y violencia sexual, para limitar los daños ocasionados por ésta. Para ello, las acciones puntuales están dirigidas a la promoción del derecho a una vida libre de violencia, a fortalecer la capacidad de respuesta del sector salud para atender a la población y reforzar mecanismos institucionales y de vinculación.