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Seminario Internacional de perspectiva e género en salud en el marco de los derechos humanos: avances y retos para México

Perspectiva de Igualdad de Género en Salud en el marco de los Derechos Humanos: avances y retos para México, Tomo I con 11 ponencias presentadas en el Seminario internacional que ostentó el mismo nombre realizado la Ciudad de México, en septiembre de 2013

Centro Nacional de Equidad de Género y Salud Reproductiva | 17 de enero de 2018
Seminario Internacional de perspectiva e género en salud en el marco de los derechos humanos: avances y retos para México Seminario Internacional de perspectiva e género en salud en el marco de los derechos humanos: avances y retos para México

Quince años después de haber iniciado la política pública para alcanzar la igualdad de género en salud en México, el Centro Nacional de Equidad de Género y Salud Reproductiva (CNEGSR), de la Secretaría de Salud (SS), publica Perspectiva de Igualdad de Género en Salud en el marco de los Derechos Humanos: avances y retos para México, Tomo I, con once ponencias presentadas en el Seminario internacional que ostentó el mismo nombre, realizado la Ciudad de México, en septiembre de 2013. 

Este evento se realizó a 12 años del primer seminario Género y política en salud en marzo de 2001, organizado por el Fondo de Desarrollo de las Naciones Unidas para la Mujer (UNIFEM), el Foro Nacional de Mujeres y Políticas de Población, el Centro de Análisis e Investigación, A.C. (Fundar), la Organización Panamericana de la Salud (OPS), el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) y la SS.

El Seminario internacional Perspectiva de Igualdad de Género en Salud en el marco de los Derechos Humanos: avances y retos para México, tuvo el objetivo de identificar los avances en esta materia en México, compartir experiencias de otros países y reconocer los retos a atender en la agenda de gobierno para la transversalidad de la perspectiva de género en salud con propuestas para las políticas públicas y programas prioritarios en salud en nuestro país.

Desde aquel primer seminario, en el año 2001, no se había presentado la oportunidad de realizar un evento tan amplio e incluyente de las diversas temáticas de salud, abordadas desde la perspectiva de género. Como lo ha apuntado claramente Roberto Castro, desde la publicación del libro Género y política en salud en 2001: adoptar la perspectiva de género es simultáneamente dos cosas: por una parte, analizar los diversos problemas sociales –el de la salud en este caso– en su doble carácter de productos y de mecanismos de reproducción de la desigualdad entre hombres y mujeres, derivada ésta a su vez, de la simbolización de la diferencia sexual. Y por otra, es comprometerse en la lucha por la transformación de estas condiciones de desigualdad. La política y las políticas son la arena por excelencia para esta tarea.1

Con el fin de avanzar en el análisis, el intercambio y los debates de los temas de salud desde dicha perspectiva, el seminario internacional de 2013 se constituyó como un espacio de reflexión, conocimiento y comprensión sobre los principales avances y retos en diversos temas del género en la salud en México, así como el intercambio de propuestas para promover el derecho a la igualdad y la no discriminación por motivo de género en los diferentes programas de salud pública. En un trabajo colaborativo, el Instituto de Salud Pública de la Universidad Veracruzana dio el aval académico al evento y a los trabajos expuestos, mismos que formaron parte del marco
conceptual, epidemiológico y metodológico que dio sustento técnico científico al Programa de Acción Específico Igualdad de Género en Salud (ProIGS), el cual incluyó nuevos objetivos, estrategias y metas para el sexenio 2013-2018. Además, se dio soporte a los planteamientos con enfoque de género a poco más de 20 programas de acción específicos de prevención y promoción de la salud.

El conjunto de especialistas participantes en este evento fue variado y nutrido en formación, experiencia e institucionalidad. De esta manera, se contó con la presencia de personal académico, de instituciones de salud pública, de organizaciones civiles y de organismos internacionales. En suma, participaron tres conferencistas magistrales internacionales de la OPS –oficina Washington D.C. –, la Universidad de Alicante y el Ministerio de Salud de Brasil, quienes se centraron en temas como género, diversidad cultural y derechos humanos: hacia la transversalidad de estas perspectivas en salud; enfermedades crónicas no transmisibles: análisis de género en la atención sanitaria, y política nacional de atención integral a la salud de los hombres: avances y desafíos en Brasil.

Asimismo, se contó con la participación de 52 ponentes de diferentes instituciones nacionales de salud y académicas como los Institutos Nacionales de Nutrición, Psiquiatría y Salud Pública, la SS, la Universidad Nacional Autónoma de México, la Universidad Autónoma Metropolitana, la Universidad Veracruzana, la Universidad de Baja California, El Colegio de México, El Colegio de Sonora y El Colegio de la Frontera Sur. También fue importante la presencia de especialistas de organizaciones de la sociedad civil de México.

En el ámbito internacional, se contó con las ponencias de siete especialistas internacionales de instituciones académicas, sociales y públicas de España, Brasil, Perú, Argentina y Estados Unidos de Norteamérica. Aunado a lo anterior, la asistencia del público sumó aproximadamente 150 personas, entre quienes se encontraban profesionales de la salud, estudiantes, activistas, servidoras públicas, y quienes se interesan en los distintos temas planteados en las conferencias magistrales y las mesas temáticas presentadas a lo largo de tres días de intenso intercambio, reflexión y debate.

La perspectiva de género fue abordada en once mesas de discusión que se enfocaron en aspectos como la epidemiología; la cultura institucional, el hostigamiento y acoso sexual, la equidad e igualdad
en la educación médica, la carga de la enfermedad; el sobrepeso y obesidad; la diabetes; la discapacidad y la sexualidad, el VIH en mujeres, las enfermedades coronarias en mujeres; el suicidio; las/los cuidadoras/es de pacientes con padecimientos neurológicos; el embarazo adolescente; la salud materna; la violencia obstétrica; el marco legal para la igualdad de género en salud como derecho humano; la promoción de la salud; la interculturalidad y el género en la atención a la salud; el cáncer en la mujer, el cáncer de pene y testículo; las enfermedades transmitidas por vector; la salud mental y género; los accidentes; la rendición de cuentas en salud
reproductiva; las masculinidades y salud de los hombres; las políticas públicas de salud para la atención a la violencia familiar, entre otros. Respecto a la salud sexual y reproductiva, la atención se enfocó en la atención, la investigación social, los derechos humanos y la población adolescente y joven.

Durante la inauguración de este seminario participaron autoridades nacionales e internacionales, expertas en materia de perspectiva de género y salud como la doctora Ma. del Carmen Juárez Toledo, directora de Desarrollo Sustentable del Instituto Nacional de la Mujeres (INMUJERES); la doctora Maureen Birmingham, representante en México de la OPS; la doctora Ana Güezmes García, representante de ONU-MUJERES en México; el doctor Gabriel Riande Juárez, director del Instituto de Salud Pública de la Universidad Veracruzana y la doctora Raffaela Schiavon, directora de IPAS, México, A.C.

La presencia y los discursos de las autoridades en el acto inaugural destacaron la relevancia de un seminario que incluye una amplitud extensa de temas de salud analizados desde la perspectiva de género y enmarcados en el respeto al derecho a la igualdad en la salud de las mujeres y hombres, durante todo el ciclo de vida. Asimismo, se destacó que los contenidos incluyeron el análisis con respeto al derecho a la no discriminación por cualquier motivo o razón como el sexo, el género, la edad, la etnia, la raza, la orientación sexual, la clase social, el estado de salud, o cualquier otro.

De igual forma, se señaló la importancia de seguir avanzando en la transversalización de la perspectiva de género en programas de salud y la necesidad de cumplir con los pactos y convenciones internacionales de derechos humanos que nuestro país ha firmado y ratificado como la Convención para eliminar todas las formas de discriminación contra las Mujeres (CEDAW); el Pacto de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (PDESC); la Convención para la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial (CERD) y la Convención de los Derechos del Niño (CDN).

En general, la diversidad de temas y su planteamiento evidenciaron la importancia de transversalizar la perspectiva de género en los programas de salud y su institucionaización en las unidades operativas y administrativas
de salud, como lo mandata el Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018, y como se detalla en el Programa Sectorial de Salud y en el Programa Nacional de Igualdad de Oportunidades y No Discriminación. Lo anterior contribuirá a generar acciones de prevención y atención de los padecimientos que mujeres y hombres tienen de manera diferenciada, con base en la calidad, la eficacia y la eficiencia.

En este sentido, con el fin de apoyar a la transversalización de la perspectiva de género en los diversos programas prioritarios de salud, el CNEGSR colaboró las unidades de la Subsecretaría de Prevención y Promoción de la Salud a cargo de programas de acción especifico invitándoles al seminario y compartiendo las conferencias género. Con el fin de difundir el evento y divulgar sus contenidos, las presentaciones fueron publicadas en el sitio web del CNEGSR, de manera que cualquier persona interesada acceda a la información.

La riqueza de los temas expuestos motivó a las autoridades a impulsar la publicación de un libro que mostrara la amplitud y la profundidad del avance en el análisis de temas de salud con perspectiva de género, por lo que se invitó a las personas especialista a ser parte de este proyecto y se recibieron poco más de treinta ponencias escritas en formato de artículo.

Después de un intenso trabajo de revisión editorial se decidió incluir once trabajos en este primer tomo, cuyos contenidos son responsabilidad absoluta de cada persona.

Cabe destacar que otras personas especialistas se interesaron en enviar sus ponencias para su publicación, pero sus agendas saturadas, y en muchos casos rebasadas, obligaron a que sus artículos fueran recibidos en distintos tiempos, por lo cual se decidió conformar dos tomos, siendo el presente el primero en editarse.

De esta forma, en el presente tomo se incluyen dos conferencias magistrales y nueve ponencias que se concentran en cuatro ejes acordes con los temas abordados: salud de atención impostergable desde la perspectiva de género, información en salud y enfermedades crónicas no transmisibles: pendientes y retos; VIH, violencia obstétrica y violencia sexual desde el género y los derechos humanos, y otros retos indispensables de atender desde la perspectiva de género. Esta publicación pretende contribuir a la difusión y conformación de debates en temas relevantes para la salud pública de México, como los incluidos en el capitulado

En los cuatro ejes mencionados se incluyen temas relevantes para la salud pública, contribuyendo a la difusión y conformación de debates innovadores y necesarios para el avance hacia la igualdad de género en la salud, como la transversalización de género, la diversidad cultural y los derechos humanos en salud; las enfermedades crónicas no transmisibles, en particular el riesgo cardiovascular y las enfermedades del corazón, así como la diabetes; el análisis epidemiológico con enfoque de género; el VIH/sida; la violencia obstétrica y la violación de los derechos humanos en la atención al parto; el financiamiento de la salud materna en las cuentas en salud reproductiva de 2003 a 2011; la atención a mujeres víctimas de violencia sexual; el trabajo en salud con los hombres y la calidad de la atención en salud reproductiva.

La realización de este libro fue posible con los recursos del ProIGS, que destina una gran parte al financiamiento de las acciones de capacitación, transversalización e institucionalización de la perspectiva de género en las unidades administrativas y operativas de salud de las 32 entidades federativas.

Desde ese contexto, se presenta el primer capítulo, llamado “Transversalización de género, la diversidad cultural y los derechos humanos en el ámbito de la salud”, cuya autoría ostenta Gina Tambini, en el cual analiza la situación de estos temas en la región de las Américas. Además, aborda la cuestión de la equidad en el acceso a las oportunidades de bienestar de la población de esta región y sugiere la promoción y el desarrollo de mecanismos que protejan el derecho a la salud como un principio universal.

La perspectiva desde organismos como la OPS y la Organización Mundial de la Salud se evidencia en el texto de Tambini, por lo que nos invita a la reflexión sobre la importancia de la cooperación internacional para el desarrollo científico y técnico de herramientas metodológicas para entrelazar la perspectiva de género en la salud con la interculturalidad y los derechos humanos.

En el segundo capítulo, “Enfermedades crónicas no transmisibles: análisis de género en la atención sanitaria”, María Teresa Ruiz Cantero expone la evidencia científica sobre los sesgos de género en la atención sanitaria y la investigación, los cuales se presentan en el tratamiento diferencial para mujeres y hombres que cuentan con un diagnóstico idéntico y que incide en efectos positivos o negativos para unas y otros, lo que genera inequidades y brechas en salud. La especialista ofrece múltiples ejemplos para conocer cómo se presentan esos sesgos, que obligan a pensar en alternativas para eliminarlos o evitarlos, brindando así atención a la salud con perspectiva de género.

Por su parte, Austreberta Nazar Beutelspacher y Benito Salvatierra Izaba se proponen relacionar la edad promedio a la muerte y las tendencias para mujeres y hombres con el gasto público en salud, en particular como proporción del PIB y per cápita. En este sentido, el fin del tercer capítulo, “Gasto público en salud, derechohabiencia y género en la expectativa de vida de personas con diabetes mellitus tipo 2 en México”, es aportar desde la perspectiva de género a la discusión del impacto de las políticas públicas en salud, en relación con la expectativa de vida de las y los mexicanos con diabetes mellitus tipo 2.

Por lo tanto, Nazar y Salvatierra exponen cómo la expectativa de vida de mujeres y hombres tiene diferencias que tienen estrecho vínculo con las construcciones sociales de género; asimismo, enfocan su mirada en las diferentes formas en que las mujeres y los hombres viven con ese padecimiento, pues aunque ellas viven en promedio dos años más que ellos, los riesgos cardiovasculares que enfrentan son mayores.

Finalmente, este capítulo introduce al análisis de la diabetes y el gasto público con perspectiva de género, con la oportunidad de continuar haciendo preguntas en este campo, que es un área de oportunidad para investigaciones futuras.

En cuanto al cuarto capítulo, “Equidad de género en salud: más allá de la desagregación de los datos estadísticos”, Lilia Jara señala que es importante que en el ámbito de la salud se cuente con información cuantitativa sensible al género y a la diversidad cultural. Para ello, es indispensable que existan sistemas de información con datos desagregados, por sexo y edad, por lo menos. Además, Jara sugiere incluir otras categorías que intersecten, como la etnia y la clase social. Lo anterior es fundamental para realizar análisis con perspectiva de género en salud.

Para lograr lo anterior, la autora indica los pasos que permitirán desagregar la información y realizar un análisis de género, el cual es indispensable que se difunda y se utilice. Este capítulo es un aporte para la epidemiología y para el análisis estadístico de la información en salud, pues en países como México este abordaje aún tiene camino por recorrer, por lo que es relevante proponer herramientas y métodos para incorporar la categoría de género en el ámbito de la salud.

Por otra parte, en el capítulo quinto, “Heridos corazones. Vulnerabilidad coronaria en varones y mujeres”, Débora Tajer expone la construcción de la vulnerabilidad psicosocial de la enfermedad coronaria en mujeres y hombres menores de 55 años, quienes pertenecen a dos sectores sociales de la Ciudad de Buenos Aires. En esta problemática se intersectan el género y la clase social, pues en conjunto constituyen sujetos que en su vida cotidiana realizan prácticas específicas basadas en lo que socialmente se espera de unas y otros. En este sentido, "ser mujer" y "ser hombre" son factores de vulnerabilidad para las enfermedades coronarias, el diagnóstico, la búsqueda de atención y la adherencia a los tratamientos.

De acuerdo con lo anterior, es fundamental abordar estos malestares desde la perspectiva de género, para reducir y evitar las brechas en el diagnóstico y la atención, las cuales impactan en la morbimortalidad. El trabajo de Tajer es un excelente ejemplo de manera negativa en la atención a los problemas de salud por enfermedades coronarias, y la adherencia y cuidados de la persona enferma.

En el sexto capítulo, Patricia Uribe apuntala la necesidad de abordar la epidemia del VIH y sida desde la perspectiva de género, por lo que se centra en los programas y las políticas públicas que se han enfocado en poblaciones que se consideran vulnerables, como los hombres que tienen sexo con otros hombres, personas trabajadoras sexuales, usuarias de drogas inyectables o trans, lo que ha invisibilizado la dinámica de la epidemia en las mujeres.

Así, en el año 2010 surge la Agenda Política dirigida a Mujeres en materia de VIH y sida, a partir de reuniones respaldadas por agencias internacionales, instituciones académicas y públicas, y organizaciones de mujeres de la sociedad civil, la cual es punto de partida para fortalecer políticas públicas nacionales que aseguren una respuesta integral a las necesidades de las mujeres en relación con la epidemia del VIH-sida.

De esta manera, Patricia Uribe expone la situación de las mexicanas en relación con esta epidemia, en particular en los ámbitos de la prevención y la atención. La especialista concluye con reflexiones sobre los aspectos que podrían incidir en la "cascada de detecciónatención-supresión viral" en las mujeres, que se posicionan como una sólida base para la elaboración de propuestas en beneficio de una parte de la población que no ha sido incluida de forma clara en las políticas públicas de salud antes de 2013.

En otro sentido, Roberto Castro y Joaquina Erviti colaboraron con el séptimo capítulo “Violencia contra las mujeres en México: el caso de la violencia obstétrica y la violación de Derechos Humanos
durante la atención del parto”, donde exponen los resultados de sus investigaciones en los servicios públicos de salud.

Durante más de 15 años, Castro y Erviti han consolidado una línea de estudio sobre la violencia obstétrica, que se centra en el carácter autoritario del personal médico que atiende a las mexicanas y que deriva en prácticas que las violentan o infringen sus derechos humanos.

En este capítulo, a partir de un análisis sociológico, las personas autoras afirman que el habitus médico es central en el ejercicio de la violencia obstétrica, la que adquiere un carácter estructural que necesita acciones en ese nivel.

En el octavo capítulo, Susana García Medrano, expone los beneficios de la Danza Movimiento Terapia (DMT) en la atención de mujeres que han vivido violencia sexual, para lo cual analiza las secuelas encarnadas en los cuerpos que han transitado por experiencias violentas.

En “De regreso al cuerpo: la Danza Movimiento Terapia como alternativa en la atención a mujeres víctimas de violencia sexual en contextos psicoeducativos”, García Medrano expone la DMT como una atención terapéutica que se enfoca en la identidad personal y la disociación producida por el trauma de la violencia sexual, lo que implica la separación entre las ideas, los pensamientos y las emociones. Por lo tanto, conceptos como "afuera", "adentro, "mío", "ajeno", se distorsionan y dificultan el reconocimiento de las necesidades propias y los límites hacia las demás personas.

En este sentido, la autora sostiene que es fundamental trabajar con el cuerpo de quienes han vivido violencia sexual, por lo que la DMT es una propuesta alternativa que ayuda a recuperar la identidad personal y la corporal, tergiversadas tras una experiencia traumática. Lo anterior implica acudir a nuevos planteamientos teóricos y metodológicos para la atención en los servicios de salud a las mujeres víctimas de violencia sexual.

Por su parte, Julio César Montañez Hernández, Leticia Ávila Burgos, Lucero Cahuana Hurtado y Balkis Aracea Genao ofrecen el capítulo “Financiamiento de la salud materna en México: ¿qué nos dicen las cuentas en salud reproductiva 2003-2011?”, donde exponen sus argumentos y las cifras a partir del esfuerzo conjunto y colaborativo que desde el año 2003 tiene el CNEGSR y el Centro de Investigación en Sistemas de Salud (CISS) del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), para contabilizar el gasto ejercido en materia de salud reproductiva.

Las y los autores que encabezan el estudio describen de manera comparativa la tendencia del gasto en salud reproductiva en el periodo 2003-2011; en particular, se centran en las acciones para la salud materna y la planificación familiar. Asimismo, presentan las modificaciones en los niveles y distribución del gasto en las temáticas seleccionadas. Este documento es una muestra del estudio anual de corte cuantitativo que realizan año con año y que ofrece evidencias claras para orientar el diseño de políticas públicas eficientes, equitativas y con justicia distributiva. Cabe mencionar que los resultados de esta investigación conjunta del CNEGSR y el CISS pueden ser consultados en línea, en las páginas institucionales.

La necesidad de incorporar la perspectiva de género para el trabajo con los hombres en el ámbito de la salud es el tema central de Mauro Antonio Vargas Urías y Melissa Fernández Chagoya, en el décimo capítulo.En “La importancia del trabajo con hombres desde la perspectiva de género en el sector salud”, Vargas y Fernández vinculan la construcción de una masculinidad hegemónica y tradicional con prácticas de riesgo que inciden en enfermedades, accidentes e incluso la muerte de los hombres. Respecto a la violencia ejercida por los hombres, subrayan que se afectan a sí mismos, a sus pares y perjudican a las mujeres que los rodean, pues inciden en su salud. Finalmente, afirman que este modelo de masculinidad se reproduce entre el personal médico, lo que incide en la escasez de iniciativas que favorezcan el acceso de los hombres a los servicios de salud.

Finalmente, en el capítulo “Algunas reflexiones sobre la calidad de la atención médica en salud reproductiva y el derecho a la salud: voces de mujeres en el norte de México”, Lourdes Camarena Ojinaga, Christine von Glascoe, Evarista Arellano García y Concepción Martínez ponen en discusión algunos elementos relacionados con la calidad de la atención médica en los servicios de salud reproductiva dirigidos a las mujeres. Las autoras sostienen sus argumentos en datos cualitativos de investigaciones acerca de las experiencias de mujeres que viven en zonas rurales y urbanas en el norte de México. Su principal objetivo es evidenciar las expectativas e inconformidades en materia de calidad de la atención médica, en las cuales se observa la relación de la clase social y la etnia.

Las especialistas incorporan un enfoque en el que la calidad de la atención médica conforma parte fundamental de los derechos humanos de las mujeres, pues la salud se considera como uno de los pilares del desarrollo social y de las políticas públicas.

La publicación de este libro es un esfuerzo interdisciplinario para ampliar la difusión de los análisis en los diferentes temas de salud con perspectiva de género, tarea indispensable para contar con bases para la construcción de más y mejores condiciones para la igualdad entre mujeres y hombres en lo relativo a los procesos de prevención y atención de la salud.* Lograr su publicación es parte de una serie de fuerzas y voluntades sin las cuales no habría sido posible. Ello amerita el agradecimiento a las autoridades del CNEGSR, en especial al director general, Dr. Ricardo Juan García Cavazos, así como a la Mtra. Norma Angélica San José Rodríguez, Directora de Género y Salud por sus apoyos totales a este proyecto de publicación que inició en 2013, y a su personal, la Lic. María Adriana García Hernández y la Mtra. Alejandra Oyosa Romero, que con tanto esfuerzo colaboraron
para que lográramos terminarlo y darlo a conocer.

Este primer tomo es un documento valioso que permitirá avanzar hacia la transversalidad de la perspectiva de género en la salud, por lo que les invitamos a conocerlo y aprovecharlo.

Yuriria Alejandra Rodríguez Martínez
Aurora del Río Zolezzi

 

* Los contenidos de cada uno de los artículos es responsabilidad de su autora o autor.
1 Castro, R. Páginas de Salud Pública. Salud Pública 2003;45(5):419-421

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