En el marco del Día Mundial sin Tabaco, celebrado cada 31 de mayo, el maestro Bruno Diaz Negrete, director Normativo de Centros de Integración Juvenil dictó la conferencia “Desenmascaremos su atractivo: Día Mundial sin Tabaco”, organizada por la Dirección General de Atención a la Salud (DGAS), en colaboración con la Dirección General de Divulgación de la Ciencia de la Universidad Nacional Autónoma de México.
En su presentación enfatizó la urgencia de conocer los riesgos de consumir productos de tabaco, principalmente los dispositivos como los cigarros electrónicos o vapeadores, pues se ha creado la falsa idea de que son inocuos y producen menos daño y ello ha aumentado su uso, sobre todo entre los jóvenes; sin embargo, contienen compuestos que causan efectos tóxicos y afectan la salud.
Afirmó que la nicotina -una de las sustancias más adictivas-, es la que hace atractivo al cigarro; puede afectar el desarrollo cerebral sobretodo si el consumo empieza a edades tempranas, provoca excitación neuronal y libera dopamina, lo cual está relacionado con las experiencias de placer y es lo que conlleva a desarrollar dependencia.
Explicó que el cigarro contiene alrededor de 7 mil sustancias y al menos 70 son cancerígenas, informó que 1,300 millones de personas en el mundo consumen productos de tabaco y cada año aproximadamente 8 millones mueren por enfermedades relacionadas al tabaquismo, de los cuales 7 millones son fumadores activos y más de un millón son fumadores pasivos. Detalló que los productos de tabaco son causantes de enfermedades cardiovasculares, Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), tabaquismo pasivo, diversos tipos de cáncer, neumonía y accidentes cardiovasculares.
Señaló que en México 16 millones de personas de más de 20 años son fumadoras y detalló que en promedio la edad de inicio del consumo es a los 16.8 años. Explicó que durante la pandemia por COVID-19 se observó una disminución en el consumo de sustancias adictivas, incluido el tabaco, y ello responde a que los jóvenes estaban bajo supervisión de los padres, a una menor disposición de sustancias debido al confinamiento, y a que hubo menos contacto con sus pares.
Indicó que de acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2023, 46.8 por ciento de los adolescentes ha fumado alguna vez en la vida; 19.6 por ciento fumó en el último mes, y 8.5 por ciento reportó su consumo diario. En cuanto al uso de nicotina y cigarros electrónicos en población de 15 años y más, 70.7 por ciento ha escuchado hablar sobre ellos; 12.9 por ciento los ha usado alguna vez y 2.1 por ciento los utilizó en los últimos 30 días.
Advirtió que al ser un problema emergente requiere especial atención, principalmente porque la prevalencia aumenta en adolescentes y jóvenes. Informó que, de acuerdo con un sondeo de CIJ que se encuentra en desarrollo, en el que participaron 20 mil estudiantes de nivel secundaria y bachillerato, se reportó que 27.4 por ciento ha usado vapeadores alguna vez en la vida, porcentaje que se encuentra por encima del uso de tabaco, que reporta una cifra de 15.6 por ciento.
Expuso que debido a la falta de regulación y control de estos dispositivos la concentración de sustancias varía ampliamente, incluso se han identificado productos adulterados con aceite de THC. Manifestó que contienen saborizantes químicos que pueden causar bronquitis e inflamación pulmonar crónica, entre otros daños.
“Los vapeadores y cigarros electrónicos contienen sustancias nocivas que pueden afectar seriamente la salud, no son inocuos ni menos dañinos”: aseveró el especialista.
Resaltó que la industria tabacalera obtiene ganancias por 900 mil millones de dólares, por ello utilizan múltiples recursos, actualmente sobre todo las redes sociales y publicidad en línea para llegar a la población juvenil. Explicó que se basan en la lógica aspiracional, deseos, fantasías o reposicionamiento social, lo que se traduce en imitación y presión social. Refirió que los anuncios han llegado a generar 3.4 millones de vistas en Instagram, TikTok, Facebook y X, alcanzando a más de 385 millones de personas.
Por todo ello, urgió en la necesidad de trabajar en mantener vínculos sanos entre pares, en escenarios como la escuela y la comunidad, para generar un cambio de percepción y quitar el atractivo a los productos con nicotina. También resaltó la importancia de generar estrategias preventivas que resulten efectivas para dejar de fumar, programas de enfoque cognitivo conductual con técnicas concretas para regular el control de fumar en situaciones de riesgo y dirigidos al manejo del craving, e hizo un llamado a los padres de familia y cuidadores para estar alertas frente a las reglas de convivencia actuales, principalmente entre jóvenes, donde el consumo es parte de la pertenencia a un grupo.
En la reunión virtual, por parte de la DGAS participaron también el licenciado Cuauhtémoc Solís Torres, director de Normatividad y Desarrollo Humano; el doctor Guillermo Carballido Cruz, y Fernanda Martínez.