Se les llaman Enfermedades Transmitidas por Vectores (ETV) a aquellas que son causadas por un agente vivo (como los insectos) que ingieren microorganismos de la sangre que consumen de otros seres vivos y después los transmiten mediante sus picaduras.  

Las ETV’s representan un importante problema de salud pública en México. Se estima que donde se localiza la mayor parte de centros agrícolas, ganaderos, industriales, pesqueros, petroleros y turísticos, es decir; en cerca de 60% del territorio nacional, se tienen condiciones ambientales que favorecen su transmisión.

El reto principal de esta Dirección es guiar y ejecutar las políticas de prevención y control de las enfermedades transmitidas por vectores, hacer más eficientes las acciones anticipatorias en todos los estados del país para evitar la aparición de brotes y en su caso, atenderlos de forma oportuna para evitar su dispersión.

DENGUE

Dentro de las ETVs, la más común en México es el dengue. Su desarrollo está asociado al ambiente urbano doméstico, a los hábitos de la población y a la carencia de servicios básicos como el suministro de agua, así como la falta de recolección de basura y deshechos de la vivienda.

El mosquito transmisor del dengue, Aedes aegypti, es un ejemplo de adaptación de una especie al ámbito humano, con criaderos, hábitats, fuente de alimentación y desplazamiento activos y pasivos ligados al entorno domiciliario.

Para un control efectivo de la transmisión del dengue es necesario reforzar las acciones operativas en los tres niveles de gobierno (federal, estatal y municipal) de manera permanente, enfatizando en la vigilancia y prevención oportuna (diagnóstico, investigación de casos, capacidad clínica y prevención con acciones de promoción de la salud).

OTRAS ENFERMEDADES TRANSMITIDAS POR VECTORES

Otras enfermedades transmitidas por vectores en México que requieren vigilancia epidemiológica y que son responsabilidad de esta dirección son:

Paludismo

Oncocercosis

Enfermedad de Chagas

Leishmaniosis

ANIMALES PONZOÑOSOS

Alacranismo

La intoxicación por picadura de alacrán se ubica en el lugar número 15 de los veinte padecimientos más importantes en México. En el país se han descrito más de 220 especies de alacranes, ocho de ellas de importancia para la salud pública por su alta toxicidad, la expansión de las comunidades a los hábitat naturales contribuyen a que en la actualidad, el número de casos de intoxicación por picadura de alacrán sea mayor a cualquiera de las intoxicaciones causadas por otros animales

ponzoñosos y dicha aumento se ha registrado durante los últimos 20 años.