Subsecretaría de Prevención y Promoción de la Salud
Una fractura por estrés o sobrecarga ocurre cuando se
aplica fuerza prolongada o repetitiva sobre el hueso mientras que cuando un
hueso fracturado rompe la piel, se denomina fractura expuesta. Otro tipo de
fracturas son conocidas como patológicas, las cuales son secundarias a una
enfermedad como el cáncer de huesos.
Estos padecimientos pueden ocurrir tras una caída, practicar algún deporte, accidente automovilístico o bien, por una pérdida de masa ósea y osteoporosis que generan debilidad de los huesos.
Los síntomas de una fractura son: extremidad o articulación fuera de lugar o deformada, hinchazón, dolor intenso, entumecimiento, hormigueo, movimiento limitado, hematoma o sangrado y en algunos casos es posible que exista ruptura de la piel.
Es muy probable que como parte del tratamiento se coloque un yeso o férula y en algunos casos puede ser necesario realizar una cirugía para que el hueso vuelva a su posición original por lo que se colocan placas, clavos o tornillos.
Es importante que tras una fractura no se busque mover la posición del hueso; se debe acudir al médico lo antes posible.