El cáncer de mama es la enfermedad oncológica más frecuente en las mujeres en edad reproductiva en nuestro país, en donde  la mortalidad se ha incrementado en un 14 por ciento. Tan solo en  2012 se detectaron  alrededor de un millón 700 mil nuevos casos.

Los servicios de salud cuentan con unidades de  Especialidades Médicas para la Detección y Diagnóstico del Cáncer de Mama, que están equipadas con mastógrafos y cuentan con capacitación en exploración. También ofrecen educación para la salud y acompañamiento emocional.

Para la detección del cáncer de mamá se utiliza tecnología de punta, además de mastografías, se realizan biopsias, y las mujeres interesadas pueden acudir a solicitar su estudio, además de orientación y consejería. 

 

Entre los factores que pueden desarrollar cáncer, se encuentran: la obesidad, el sedentarismo, ausencia de lactancia materna, menstruación temprana, menopausia tardía consumo de anticonceptivos por largos periodos, tabaquismo y factor hereditario. 

Actualmente, el diagnóstico y el tratamiento están cubiertos por el Seguro Popular,  con lo que se beneficia a las mujeres que no están incorporadas a algún sistema de seguridad social.

 

Por ello, la Secretaría de Salud invita a todas las mujeres como medida de prevención a realizarse un examen clínico mamario cada año, a partir de los 25 años de edad.

 

Incluso, es importante la detección oportuna que  puede evitar la muerte. Especialistas recomiendan que las mujeres después de los 40 años de edad, acudan a realizarse una mastografía, para detectar tumores que aún no son perceptibles al tacto.

 

 

Debido a las campañas de prevención y promoción que impulsa el Sistema Nacional de Salud, se han incrementado los estudios de mastografías, ya que hace seis años una de cada 10 mujeres se realizaba este examen, y actualmente una de cada cinco mujeres se la práctica.

 

Un mastógrafo es un aparato que explora por medio de los rayos X el seno, que permite  obtener una imagen donde se visualiza  la glándula, para detectar  algún defecto o malformación.

El estudio de mastografía es seguro, la radiación que esparce el mastógrafo es mínima y no existen evidencias de que la radiación incremente el riesgo de padecer cáncer de tiroides o de algún otro tipo.


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