Como la madre es quien provee los nutrientes necesarios para el desarrollo y crecimiento del bebé durante el embarazo es de suma importancia que lleve una alimentación saludable y adecuada de acuerdo a su edad y peso y de carácter individual.

Para los especialistas del sector salud, incluso, una alimentación balanceada y sana ayuda a prevenir anemia, infecciones, cicatrización insuficiente en la madre, así como un nacimiento prematuro o de bajo peso.

En esta etapa, las necesidades nutricionales de la mujer son mayores por lo que se requiere ingerir carbohidratos, como pan, cereales, arroz, pasta y harinas que, además, de estar fortificados con ácido fólico y hierro son nutrimentos esenciales.

Asimismo, consumir entre 4 y 5 porciones al día de frutas y verduras, grupo de alimentos que aportan vitaminas A y C, ácido fólico, hierro, magnesio, potasio y fibra, así como productos lácteos, leche, yogurt y queso que son una fuente de proteínas, calcio y fósforo.

Otro alimento necesario son los de origen animal, carne de res, de aves y pescado que son una buena fuente de vitamina B, proteína, hierro y zinc, además de grasas y aceites, vitales para el crecimiento y desarrollo cerebral del producto.

Es importante recordar que en algunos casos durante el embarazo es necesario llevar una dieta especial por lo que será el médico quien de las indicaciones más precisas.

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