Subsecretaría de Prevención y Promoción de la Salud

De acuerdo a la Asociación Estadounidense del Corazón (American Heart Association, AHA) dichas bacterias pueden ingresar al cuerpo tras un procedimiento odontológico, extirpación de las amígdalas, cirugía de vías respiratorias, tracto gastrointestinal, tracto urinario, vesícula biliar o de próstata.

Puede afectar a cualquier persona pero tienen mayor riesgo aquellas que presenten alguna cardiopatía desde el nacimiento, hagan uso de drogas intravenosas, hayan padecido fiebre reumática, inmunosupresores o que cuenten con dispositivos intracardiacos (marcapasos, catéteres, entre otros).

La endocarditis puede ser aguda o crónica. La endocarditis aguda es una infección que ocurrió de inicio súbito generando síntomas como fiebre, sudoración nocturna, dolor generalizado y falta de energía; mientras que en la endocarditis crónica (que dura varios meses) se presentan escalofríos, cansancio, pérdida de peso, dolor en articulaciones y sudoración nocturna.

El tratamiento para esta enfermedad consiste en la administración de antibióticos, pero si las válvulas cardiacas han sido dañadas, es posible que sea necesaria una intervención quirúrgica.

 Fuentes:
http://www.uchicagokidshospital.org/online-library/content=S04871
http://www.texasheart.org/HIC/Topics_Esp/Cond/endocard_span.cfm