¿Qué es la tuberculosis?
(TB)
La tuberculosis es una
de las enfermedades infecciosas más antiguas y conocidas de la humanidad. De
acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), un tercio de la población
mundial está infectada por el Bacilo de la Tuberculosis (Mycobacterium tuberculosis o
“Bacilo de Koch”), con el riesgo de desarrollar la enfermedad en algún
momento de su vida. Se considera un desafío vigente para la salud pública de
países como el nuestro ya que una persona enferma por TB sin tratamiento puede
infectar de 15 a 20 personas por año.
La TB puede afectar
cualquier órgano del cuerpo humano; sin embargo la forma más frecuente es la
que se manifiesta en los pulmones (tuberculosis pulmonar) en un 85% de los
casos. Otros lugares frecuentes donde se puede manifestar son: ganglios
linfáticos, riñones, cerebro (sistema nervioso central) y huesos.
La presencia y
evolución de la enfermedad, así como el pronóstico pueden empeorar si la
persona padece diabetes mellitus, VIH-SIDA, alcoholismo, desnutrición, cáncer o
situaciones en las que la persona tenga baja inmunidad. Se puede aumentar el
contagio si la persona convive con personas enfermas de TB sobre todo en
lugares con poca ventilación.
Existen grupos de
personas que pueden tener más riesgo de enfermar debido a sus condicionantes
sociales, por ejemplo, niños, ancianos, privados de su libertad, personal de
salud, migrantes, indígenas e indigentes.
¿Dónde se encuentra
distribuida la TB?
Más de la mitad de todos los municipios del
país, notifican casos de tuberculosis cada año, prácticamente hay TB en todo el
territorio mexicano, sin embargo las entidades federativas de mayor número de
nuevos casos y muertes por esta causa son: Baja California, Veracruz, Guerrero,
Sonora, Tamaulipas, Chiapas, Nuevo León y Tabasco. La mayor concentración de
afectados se encuentran en las grandes ciudades o municipios de mayor número de
población (Tijuana, Mexicali, Cd. Juárez, Veracruz, Acapulco, Reynosa,
Matamoros, Hermosillo, Tuxtla Gutiérrez, Tapachula, Monterrey y Tabasco entre
los principales).
¿Cómo se transmite la TB?
La transmisión de la tuberculosis pulmonar (TBP) es
por vía aérea cuando un enfermo
expulsa micro gotas de saliva con bacilos de la tuberculosis (aerosoles) al
toser, hablar, cantar o estornudar cerca de otras personas sanas. Una medida
para reducir el riesgo de contagio es que las personas se cubran la boca y la
nariz al toser o estornudar.
¿Cuáles son los
síntomas de la TB?
Para el caso de la
tuberculosis pulmonar la principal manifestación es la tos con flemas (expectoración) de más de 15 días. Se puede
acompañar de fiebre por las tardes, pérdida de peso sin causa aparente, sudoraciones
nocturnas, falta de apetito y sensación de cansancio principalmente, sin
embargo cuando llega a agravarse también se puede notar dolor de pecho, dificultad
para respirar, sangrado al toser y dolor de cabeza.
¿Cómo se hace
diagnóstico de la TB?
Principalmente por la sospecha de la enfermedad
ante los signos y síntomas antes mencionados, y se confirma por el
laboratorio mediante La BACILOSCOPÍA que es el método de más
fácil acceso el cual consiste en obtener una muestra de la flema del afectado
(gargajo, pollo, esputo) al momento en que acude a consulta médica.
Se puede complementar utilizando radiografías
de tórax para determinar la extensión del daño por la enfermedad. Sin embargo,
el mejor estudio de laboratorio que confirma un caso nuevo es el Cultivo de Micobacterias.
Existen otros métodos de diagnóstico más
especializados los cuales dependerán de su disponibilidad en los centros de
salud del país.
El diagnóstico de la tuberculosis no tiene
costo para el usuario que acude a los servicios de salud en las instituciones
(Secretaria de Salud, IMSS, ISSSTE).
¿Es posible prevenir la TB?
En México la vacunación
por BCG se aplica de manera universal y gratuita a todos los recién nacidos
(preferentemente antes de salud de la unidad de salud donde nació), con lo que
se previene la aparición de formas graves de tuberculosis como la del sistema
nervioso central o meníngea, que es de muy alta mortalidad.
Existen algunas medidas
destinadas a disminuir, reducir y/o evitar la transmisión de la tuberculosis
como por ejemplo la identificación oportuna de personas con tos y flemas de más
de 15 días con realización inmediata de examen de la flema (baciloscopía), establecer
el diagnóstico de manera rápida, inicio rápido y SUPERVISIÓN ESTRICTA de la toma del medicamento por parte del
personal de salud, evitar tiempos de espera prolongados en las salas de los
centros de salud y/o hospitales.
Es importante que se fomente
la ventilación en los lugares donde se encuentren los afectados y optimizar la
ventilación natural abriendo las ventanas y las personas se cubran la boca con
un papel, pañuelo y/o servilleta al momento de toser o estornudar.
Es necesario que el personal
de salud identifique síntomas respiratorios en quienes conviven con un afectado
por esta enfermedad (estudio de contactos), dependiendo de la edad y si tienen
antecedentes de haber sido vacunados, si los contactos de un enfermo de TB, son
menores de 5 años o de cualquier edad que tengan alguna condición que disminuya
las defensas del cuerpo y que no presentan síntomas de TB se les puede brindar
tratamiento preventivo para evitar que desarrollen la enfermedad. Es importante mencionar que la
vacuna previene las formas graves de TB, esto es la Meningitis por Tuberculosis.
¿Existe
tratamiento para la TB?
La tuberculosis es una
enfermedad CURABLE. El tratamiento
está disponible y es GRATUITO en
todas las unidades del Sistema Nacional de Salud. En general tiene una duración
de 6 meses el cual debe tomar el paciente sin interrumpirlo aunque en el
transcurso de este tiempo se sienta completamente curado.
El éxito del
tratamiento dependerá principalmente de la SUPERVISIÓN
ESTRICTA de la toma del medicamento en la unidad de salud; así mismo
dependerá de la comunicación, interacción y participación activa entre el
personal de salud y el afectado por esta enfermedad.
Es importante que los
afectados por TB cumplan todo el tiempo
de su tratamiento y no lo abandonen, ya que la enfermedad puede reactivarse
y convertirse en farmacorresistente, lo cual implica un nuevo tratamiento,
mucho más prolongado, de 2 o más años y con fármacos que implican un inyectable
por lo menos 10 meses aparte de los efectos adversos del resto de los
medicamentos en esta situación de fármacorresistencia.