La Secretaría de Salud, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Issste) hacen un llamado a la población en riesgo de sufrir complicaciones a que acuda a vacunarse, ya que ayudará a disminuir la agresividad del virus.

Para la temporada 2019-2020 se adquirieron 32 millones 400 mil dosis, por lo que se cuenta con abasto suficiente en todas las unidades médicas de la Secretaría de Salud, IMSS e Issste, donde su aplicación es gratuita.

Todas las personas que se ubican en los grupos vulnerables deben aplicarse la vacuna, como las niñas y niños de seis meses a menores de cinco años, población de 60 o más años, quienes viven con el virus de inmunodeficiencia humana (VIH), diagnosticados con diabetes, sobrepeso, obesidad o cáncer, así como mujeres embarazadas sin importar su edad, estado de salud o etapa de gestación, ya que la vacuna es segura para ellas y para el bebé en gestación.

También deben vacunarse quienes padecen problemas respiratorios graves, como enfisema pulmonar, Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), bronquitis y asma, o que usan medicamentos que deprimen el sistema inmune.

La influenza es una enfermedad respiratoria contagiosa de origen viral que infecta principalmente nariz y garganta, y en algunos casos los pulmones, por lo que puede causar daños que van de leves a graves, y la vacuna no evita la enfermedad, sino mitiga complicaciones graves, infecciones severas, neumonía y evita muertes.

Los especialistas del sector salud recomiendan a la población no automedicarse y acudir a su unidad médica para recibir el diagnóstico y tratamiento adecuado.

Entre las señales de alerta se encuentran: fiebre alta, dolor muscular y de cuerpo en general, ataque al estado general, tos, dolor de garganta y escurrimiento nasal, entre otros síntomas.

Algunas de las complicaciones que puede ocasionar la influenza son la neumonía, inflamación del aparato respiratorio inferior y de los pulmones con graves daños o insuficiencia de la función respiratoria, a tal grado que la persona puede necesitar hospitalización y servicios de terapia intensiva.

La vacuna contiene las cepas de influenza A(H1N1), A(H3N2) y uno tipo B(Victoria). Aun cuando su aplicación no evita el contagio, la persona genera los anticuerpos para defenderse y evitar casos graves y la muerte.

Contrario a lo que algunas personas creen, la vacuna no produce enfermedad, y si después de aplicársela se presenta gripe, puede ser porque el virus ya estaba en el cuerpo previamente, pero no se había manifestado porque estaba en periodo de incubación.

Además de la vacunación, se deben tomar medidas como el lavado frecuente de manos, cubrir el rostro con el ángulo del codo al toser o estornudar, incrementar el consumo de frutas y verduras, abrigarse ante cambios de temperatura, ingerir bebidas abundantes, consultar al médico de manera oportuna y evitar la automedicación.

Asimismo, en las unidades de la Secretaría de Salud, el IMSS y el Issste se cuenta con una reserva estratégica de oseltamivir, que es el tratamiento antiviral indicado en casos de influenza.