Fue un servidor público excepcional que contribuyó de manera decisiva al diseño institucional derivado de las reformas al Artículo 27 Constitucional de 1992.

Algunas de sus ideas:

“El servicio público, la política, tiene muchos propósitos. Sirve para regular la vida social, para convivir de manera civilizada, para acordar normas e instituciones, para definir proyectos en el presente y proponer un escenario de futuro, para evitar que la violencia y la fuerza se impongan, para sustentar al Estado en el consenso de la población. También sirve para conquistar el poder, para alcanzar individual o colectivamente los puestos del Estado y gobernar. El equilibro entre las diferentes caras de la política, que no siempre se mueven al mismo ritmo, requiere de una moral, de una ética política que controle y dirija el comportamiento de los sujetos públicos”.

“La ética política que puede contener la ofensiva de las locuras y ambiciones no requiere de grandes compromisos. Apenas apego a la verdad, rigor en el manejo de los datos y los argumentos, y respeto a la ley, a las instituciones y a las personas"