En 2017, la Secretaría de Salud (SSA) en colaboración con la Comisión Nacional de Bioética, publicaron la obra Bioética y salud pública en la regularización de la marihuana; el cual compendia una serie de posturas respecto a la legislación del uso de la marihuana y sus derivados desde una perspectiva bioética, la valoración de los riesgos y beneficios de la marihuana, la manera de reducir los daños por el consumo de dicha sustancia y de salvaguardar la salud pública.

En este estudio se sustentan una serie de esfuerzos para combatir expresiones de ignorancia y la estigmatización en torno a este tema, desinformación que obstaculiza el desarrollo de la salud en nuestro país, aseguran los especialistas. Por ejemplo, sabías que actualmente en México se ubican 5.7 millones de consumidores de marihuana; 17.2% de los estudiantes de secundaria y preparatoria reconocen que la han probado, así como 3.3% de alumnos de escuelas primarias. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Adicciones de 2011, se informó que desde 2002 el uso de la marihuana aumentó de 0.8 a 1.5 por ciento entre la población mexicana. 

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De aceurdo con el Dr. José Narro Robles, titular de la SSA debemos enfrentar la regulación del uso médico de la marihuana con franqueza y evidencia científica, haciendo a un lado la consigna del todo o nada y privilegiando la salud por encima de otros elementos, según nos cuenta en esta obra.

Como resultado de un debate nacional sobre el uso de la marihuana -instruido por el Presidente Peña Nieto en noviembre de 2015- el Estado mexicano identificó las siguientes cinco posturas: 1) la necesidad de atender el tema de las drogas, en general, y el de la marihuana, en particular, desde la perspectiva de los derechos humanos; 2) la pertinencia de que el consumo de marihuana se atienda desde una óptica de salud pública.

También se identificó 3) la conveniencia de que las adicciones sean tratadas con prevención y soluciones terapéuticas integrales, sin criminalizar a los consumidores; 4) la necesidad de reforzar las acciones para prevenir el consumo de drogas, incluyendo la marihuana, especialmente las campañas orientadas a niños y jóvenes; y 5) la utilidad de facilitar el uso de las sustancias activas derivadas de la marihuana, para fines terapéuticos y de investigación científica.

Bioética y salud pública en la regularización de la marihuana

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