En 2013, la Secretaría de Educación Pública (SEP), a través de la Universidad Pedagógica Nacional (UPN), publicó el libro: “Interculturalidad activa. Vamos a aprender maya”, el cual es resultado de un proceso de investigación de cuatro años (2007-2011) sobre la experiencia educativa y pedagógica pionera en México que se integró en la educación básica hace más de 20 años.
En 1996 se planteó un proyecto piloto de enseñanza de la lengua maya a niños no indígenas. Si bien esta experiencia toma en cuenta otras de singular importancia en el continente, su puesta en práctica constituye un aporte a la educación contemporánea en México, según documenta esta obra.
De acuerdo con los autores, así se invierte la relación que hasta ahora había predominado en la educación tradicional: enseñar el español a la población originaria en detrimento de su lengua materna; esta inversión implica sumarse a otras propuestas, no sólo en el campo educativo, ello para fortalecer la idea de escribir y pensar en lengua originaria para contribuir a la recuperación de la historia propia de las comunidades.
El Ko’on’ex Kanik Maaya -vamos a aprender maya- (KKM) ha sido por más de 20 años una acción de carácter intercultural, presente en la educación básica del estado de Yucatán; y con un crecimiento definitivo en su cobertura, pues actualmente se lleva a cabo su acción pedagógica en y con una matrícula de atención de más de 19,500 niños/as en 88 escuelas no indígenas.
Esta publicación explica que la interculturalidad activa se refiere a distintos procesos que ha generado en su andar el recorrido del KKM, por una parte, se establece como una práctica que le imprime presencia al pueblo maya a través de su intervención directa en la educación básica, por otra, su direccionalidad enfocada a actividades de enseñanza, permite interacciones de una cultura y lengua indígena (el maya) en espacios escolares no indígenas.