En 2016, la Secretaría de Cultura (CULTURA), el Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México (INEHRM) y el Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ) de la UNAM coeditaron “Derecho a la educación” de Luz Elena Galván Lafarga, en el marco de las actividades para conmemorar el centenario de la Constitución.
Luz Elena Galván hace un extraordinario recorrido histórico en el cual resume la necesidad que se fue gestando sobre el derecho a la educación desde que México se independizó. En 1917, los constituyentes se centraron en el artículo 3º para planear un sistema educativo con infraestructura en cuanto a escuelas, mobiliario escolar y textos, pero fueron más allá; también se refirieron a la formación del magisterio y al convencimiento de los padres de familia sobre la importancia de enviar a los niños a los planteles escolares.
Algunos de los pasajes aquí expuestos fueron determinantes en la evolución de nuestro sistema educativo. Por ejemplo, que José Vasconcelos no cesó su labor por llevar la educación al campo, pensaba que el objetivo no solo era enseñar a leer y escribir, buscó crear sentimientos e intereses comunes para poder formar una verdadera nacionalidad.
Deseaba una transformación radical, que consistió en mejorar los hogares, el método de trabajo, la salubridad e incluso el ambiente espiritual. Por otra parte, se analiza el empeño de Lázaro Cárdenas por hacer de la educación socialista un ideal para cumplir con el derecho a la educación. Y también las ideas de Jaime Torres Bodet para impulsar nuevos proyectos educativos con el afán de que todos los mexicanos tuvieran acceso a la alfabetización.
Antes de que Torres Bodet fuera nombrado secretario de educación, a principios de los años cuarenta, 55% de la población era analfabeta. Para finales de 1950, el porcentaje disminuyó a 44%. La formación de los docentes es un tema que no se puede separar si se habla de educación. Por lo que Galván concluye que la formación de los docentes de ayer demuestra que en México se puede hablar de una importante tradición magisterial. Sin duda, se puede afirmar que el magisterio ha transitado del arte de ser maestro a su profesionalización.
